Sin violencia, no hay corrido ni narcocorrido: Teodoro Bello.

Teodoro Bello

Teodoro Bello

Por Máximo Cerdio

Jojutla, Morelos; 9 de abril de 2025. Si censuran los narcocorridos deberían prohibir todos los corridos, porque la característica de éstos es precisamente la violencia: “no hay corrido ni narcocorrido sin violencia: ‘Echó mano a la cintura/ y una pistola sacó/ y a la pobre de Rosita/ nomás tres tiros le dio’”, cita Teodoro Bello Jaimes el “Corrido de Rosita Alvírez”, de Felipe Valdés Leal, después de que le pregunto que si por las constantes prohibiciones al narcocorrido va a dejar de escribir sobre este género.

Sentado en un sillón, en un recibidor de su casa en Cuernavaca, Morelos, el autor de “El Jefe de jefes”, de tejana y chaleco negro, da su punto de vista sobre la reciente prohibición del espectáculo del cantante de narcocorridos Alfredo Ríos, el Komander, por el Ayuntamiento de Cuernavaca el día 3 de abril (de 2014) por  petición del Gobierno del Estado: “el gobierno no debe prohibir las expresiones culturales, como los corridos, porque son cosas y hechos que suceden en las comunidades”, asevera.

“El compositor es como el periodista, el buen periodista, que dice las verdades, lo que ocurre. El gobierno siempre ha tratado de prohibir que el pueblo dé a conocer la vida y logro de personajes que puedan desestabilizarlo o poner en peligro intereses de los poderosos. El gobierno siempre ha querido impedir que se canten los corridos que hablan sobre Emiliano Zapata, sobre Pancho Villa, sobre otros caudillos, pero no ha podido porque son personajes, hechos que están en la conciencia de la gente que lo vio y lo vivió”, explica este cantautor oriundo de San Simón, Estado de México, al cual es muy frecuente ver en las fiestas de los pueblos, conviviendo con sus miles de amigos que se ha ganado por toda la república mexicana y en el sur de Estados Unidos.

Teodoro Bello

Teodoro Bello

Para el compositor de “Inyección letal”, que lleva viviendo más de 40 años en Morelos, en la actualidad la letra de algunos corridos son sangrientos y explícitos. “El corrido que compone Teodoro Bello es un corrido fuerte, pero no directo. Y cita una estrofa de “Pacas de a kilo”: ‘“Muy pegadito a la sierra,/ tengo un rancho ganadero,/ ganado sin garrapatas/ que llevo pa’l extranjero,/ qué chulas se ven mis vacas,/ con colitas de borrego’. Yo digo lo que digo pero también estoy diciendo otras cosas”.

En relación con el argumento de que los narcocorridos hacen apología del delito e incitan a los jóvenes a conductas delictivas, el cantante explica que la mayoría de los narcocorridos con letras violentas están moda y se componen sin que muchas veces tengan base en la realidad, sin que hayan ocurrido de veras; por ello la gente se identifica poco con ellos, no llegan a formar una cultura, pasan de moda y “al rato ya nadie los va a tocar ni a cantar, pero un corrido bien hecho permanece. El buen compositor debe tener ingenio, encontrar la manera de decir las cosas, las verdades”, dice el compositor de 59 años de edad y que ha colocado más de 200 corridos en el gusto de varias generaciones.

“El gobierno no gana nada con prohibir los narcocorridos. Es verdad que ciertas estaciones de radio en algunas ciudades no los tocan, pero qué tal en las cantinas, en los bares, en los antros, qué tal en los mercados o en los coches y en las camionetas de los muchachos, a todo volumen”, explica.

Teodoro Bello confiesa que no compone a narcotraficantes, ni construye héroes ni villanos por encargo. “Leo los periódicos, veo las noticias todos los días; me informo de los que sucede, ando en los pueblos. Así me entero de lo que ocurre y cuando me gusta una historia, cuando me atrae un personaje lo leo, lo estudio, me entero y compongo: ‘Murió amado Carrillo, así lo dice la prensa./ A todos sus familiares les brindo mis condolencias. La Federal lo buscaba y no le ajustó las cuentas’”, cuenta y canta un trozo de su corrido “Amado Carrillo”.

Al autor de “La reina del sur” nunca le han pedido o exigido que componga deje de componer o cantar sus corridos. “A algunos intérpretes quizá en algunas estaciones no pasen algunas canciones, pero mis corridos ya quedan en la mente de las personas, ya pasado a ser del pueblo y el pueblo las canta y sabe lo que canta y le gusta”, explica.

Durante la entrevista, Teodoro recibe una llamada desde California. El autor de “La tumba falsa” Y “La granja” me diría, después, que se trata del acordeonista líder de Los Tigres del Norte, Jorge Hernández, a quien hace poco le envío algunos corridos para un nuevo disco: “Le voy a decir una cosa, no deje de considerar Maclovio. Es un corrido internacional, va a jalar en España, en Latinoamérica, en Europa. En lo musical Maclovio es muy distinto, incluso entre las estrofas. En lo literario lleva una buena secuencia. No porque la haya hecho Teodoro Bello. Si usted analiza Maclovio habla de la ciudad, de la inseguridad”.

Por un momento se olvida que estoy frente a él. Sin dejar de hablar, se levanta, toma aire y comienza a cantar con una voz media y bien entonada. Con una mano sostiene su celular y con la otra hace ademanes. Él, en esos momentos, parece no estar en Cuernavaca, sino frente a un público; como cuando el 2 de febrero de 2014 cantó en la iglesia de Miacatlán, Morelos, ante el cuerpo del emigrante Edgar Tamayo Arias, ejecutado días antes en Estados Unidos por inyección letal:

Que huele a muerte en las calles/ después de sonar las doce./ Te cuentan robos y asaltos/ si ves la televisión,/ pero lo más preocupante la juventud descarriada/ se le han quemado las alas por tanta drogadicción./

“Jorge, se lo digo como compositor: yo esa canción la he calado en ferias y varios lugares y jala al cien. Yo siento que sería un gran acontecimiento que Tigres del Norte grabe Maclovio”, concluye el corridista que, según el mismo lo ha reconocido, aprendió a leer y a escribir cuando tenía 22 años de edad.

Teodoro Bello

Teodoro Bello

Teodoro Bello nació, sin duda, con un don; él lo sabe, pero no se duerme en sus laureles: “Yo creo que nací con ese don de componer, pero si no se cultiva, si no se ejercita uno, no llega uno al máximo. Yo todos los días compongo algo, alguna o algunas canciones o corridos, unos versos”, explica.

“El corrido en mí y no solo en mí, para el pueblo, es como respirar; y ni el compositor ni el pueblo pueden dejar de respirar porque se mueren. Voy a seguir componiendo corridos toda mi vida” puntualiza Teodoro Bello, el corridista consentido de Los Tigres del Norte.

 

Nota. Este reportaje se publicó en un panfleto local en abril de 2014. Las fotos son inéditas, de esa misma fecha.

Entre las más de mil canciones que ha escrito el maestro Teodoro Bello Jaimes están: Jefe de jefes, Pacas de a kilo, Nos estorbó la ropa, La mesa del rincón, Tumba falsa, Prisión de amor, El águila real, El avión de la muerte, Agua salada, Me falta valor, Quisiera ser una lágrima, Entre el amor y yo, La tragedia del vaquero, Te quedaste sola, La venganza del tahúr, El Gallo de Sinaloa, El rengo del gallo giro, El mojado acaudalado, No puedo más, La reina del sur y El ejemplo.