Recorren huehuenches Santa María Ahuacatitlán

Huehuenches en recorrido
Por Máximo Cerdio
Cuernavaca, Morelos; 4 de marzo de 2025. Los huehuenches, de Santa María Ahuacatitlán, son una imagen que pertenece al pueblo y que año con año hacen su aparición en al menos dos festividades
religiosas.
Los recorridos son por diversas calles del pueblo. La gente ya los espera para
pedir a los músicos, a los huehuenches y a la comparsa una pieza o un bailecito,
que merece una cooperación para recabar fondos que ocupa San Salvador.
En Santa María Ahuacatitlán vive Benigno López Montes, que nació el 13 febrero
de 1923, y desde joven comenzó a tocar el banyo en los recorridos. A la fecha
tiene 102 años y aún pulsa su instrumento. El año pasado Don Beni, como le
dicen en su pueblo, recibió la distinción de “Tesoro humano vivo”.
En esta ocasión Ismael Galindo en la guitarra y Bryan Carreto en el banyo, dos
músicos muy jóvenes que se entrenaron en esta tradición, fueron los que pusieron
las piezas para que los huehuenches y la comparsa bailaran.
Los huehuenches o huehuentzin (“viejitos” en náhuatl; de huehue: viejo, tzin,
diminutivo) son personas disfrazadas de ancianos.
Acompañan a los huehuenches la comparsa, que son pobladores disfrazados de
mujer, de diablos, de muy diversos personajes, que interactúan con los habitantes
que los observan desde sus casas o los siguen en su recorrido por las calles
principales del pueblo.
Hay un hombre con un altavoz, que anima a los danzantes y a los lugareños a
cooperar. Él marca el ritmo de la procesión, bromea, habla por todos y agradece la
cooperación: dinero y bebida, por lo general.
De acuerdo con Adolfo Ruiz Contreras, este recorrido es una representación que
tiene que ver con la tradición judeocristiana.
“Está en la Biblia la persecución de Jesucristo. Se visten de viejitos porque
representan a los judíos, que lo están buscando; no hablan como nosotros,
adelgazan la voz para que la gente no los reconozca. Pero nunca encuentran a
Jesucristo”.
La procesión de los huehuenches inicia el 1 de marzo y termina el 5, por la
mañana, en la parroquia del pueblo. Ahí entregan su "promesa" a San Salvador, su santo patrono.
Conforme va avanzando por las diferentes calles y días, el contingente se va
volviendo más grande hasta juntar a más de 100 individuos caracterizados de
distintos personajes.
Este 1 de marzo de 2025 lograron juntar como 20, además del público que los
seguía por las calles. Pero fue el primer día, con los ánimos más altos, lograrían
juntar mucho más.
La promesa consiste en entregar flores y hostias para el acto de comunión de la
celebración católica, cohetones, ceras para alumbrar a su santo patrono, en la
parroquia del pueblo.
Los integrantes prometen bailar incansables durante 4 días, alrededor de 8 horas
seguidas, con breves pausas, para agradecer la bendición de San Salvador.
De acuerdo con Socorro Vázquez, habitante de esta comunidad, después de
participar en la celebración religiosa, celebran en casa del "viejote" o mayordomo, con un mole con camarones (conocido como revoltijo o romeritos).
Tomás Lafragua Gutiérrez fue el mayordomo y el “Viejote mayor” de este año.
Desde hace más de 40, él ha seguido la tradición que tiene más de un siglo, y
recuerda cuando iban caminando, desde el pueblo hasta el Santuario de Chalma,
Estado de México, a llevar la ofrenda: más de 12 horas a pie.
En la actualidad, la promesa se entrega al santo, en la iglesia del pueblo.
La fiesta grande del pueblo es celebrada en honor de la Virgen del Asunción de
María. Consta de un solemne quincenario religioso y culmina el día 15 con una
importante fiesta que se realiza en su mayor parte en la iglesia, en donde son
recibidos alrededor de cinco mil peregrinos que provienen de pueblos aledaños
como Chamilpa, Ocotepec, Cuernavaca, San Antón, y comunidades distantes
como San Miguel Topilejo, Guadalupe Yancuictlalpan, Estado de México,
Coajomulco, Morelos y Huitzilac, Morelos.