Escribir cambia

Evento por motivo de la Feria del libro

Evento por motivo de la Feria del libro

Por Máximo Cerdio

La gobernadora de territorio de Morelos Margarita González Saravia está cometiendo el mismo error que las administraciones pasadas: está permitiendo varios programas en las secretarías o dependencias que no deberían estar allí, no se sabe si por ignorancia o por conveniencia; uno de ellos es “Mujer, escribir cambia tu vida”.

Lo que dijo refleja muy bien lo que es el programa: “Pero ella ha logrado hacer que miles y miles de mujeres aquí en Morelos se atrevan a escribir se atrevan a escribir sus vidas que después las convierten en libros y se sienten orgullosas de verse plasmadas ahí sus historias en esas publicaciones”.

Este programa, estrategia o como le quieran llamar ha estado en la Secretaría de Cultura por varias administraciones, creo que desde que, a Mayela Alemán de Adame, esposa del gobernador Marco Adame, panistas de hueso colorado, también, le escribieron una tesis de doctorado con la que le dieron ese título y que fue motivo de presunción por la señora Mayela durante casi medio sexenio.

Todos conocen cómo funciona ese programa o metodología: nombran a un coordinador o coordinadora, que no debe saber mucho de literatura y de procesos de escritura, lo mandan a las comunidades o a las cárceles y las mujeres se anotan para asistir al taller e ir escribiendo un libro con sus vidas o vivencias y algunas con relatos o poemas.

Al final del taller, el gobierno edita libros y los regala.

Uno puede ver esas antologías en cualquier lugar y sirven de obsequio en las dependencias de gobierno.

No sé cuánto presupuesto ha destinado el gobierno ni qué resultados medibles, desde del aspecto cultural, se han logrado, a parte de los tirajes y presentaciones.

Tampoco conozco a una sola de estas escritoras que haya redactado un libro de relatos o poesía de gran calidad literaria. Cuántas y quiénes han sobresalido en el ámbito nacional o mundial, quiénes han destacado por su novedad, su atrevimiento, su propuesta estética, por levantar el nombre de Morelos en el ámbito de la literatura nacional o mundial.

En varias ocasiones he propuesto que este programa sea manejado, operado promovido, difundido por la secretaría de Salud o de la Mujer o por algunas dependencias que tenga competencia en el ámbito de la antropología o los asuntos indígenas, porque según se puede observar la finalidad del programa es que las mujeres hagan catarsis, que ellas mismas observen que pueden escribir un libro, de lo que sea, y que además ese libro se publique.

En todo caso, de lo que produzcan, debería haber una selección, hecha por especialistas en literatura, con lo más logrado o representativo, para apoyar, fomentar y difundir a la obra y a las escritoras.

En su caso, la Secretaría de Cultura debería operar otros programas que bastante falta le hacen a la poesía, a la literatura.

Hace falta, y mucha, buena poesía, buen relato de mujeres y de hombres para los lectores de todo México.

Hay en Morelos un gran vacío por parte del gobierno del estado en los temas de fotografía y cultura popular.

Por lo que se ve, el gobierno de Margarita González Saravia va en el mismo sentido que los complacientes gobiernos anteriores: “que las mujeres escriban y que vean publicado lo que escriben en un libro”.

Posdata. Ethel Krauze no inventó la metodología del programa de referencia, lo hizo Juan José Arreola y los continuaron por muchos años varios poetas como Carlos Illescas, Saúl Ibargoyen, Óscar Oliva, entre muchos, que nunc pidieron dinero para aplicar esta forma a la que se le sigue llamando “tallerear”.