Noroñofilia

Fernando y Noroña

Fernando y Noroña

Por Máximo Cerdio

Chicago, Illinois, Estados Unidos. Fernando Salvador Navarro Mandujano conoció a Gerardo Fernández Noroña en la Ciudad de México. En una ocasión en que lo fue a visitar su mamá, pasaron por la Plaza de Santo Domingo y le señaló a un hombre sentado, que leía muy atento detrás de una mesa con libros.

Su mamá le dijo que mirara hacia el hombre, que un día había sido legislador y ahora tenía que vender libros para sobre vivir.

Inmediatamente lo reconoció y le dijo que era el diputado Noroña, a lo que su mamá le respondió que se acercara a él para tomarle una foto con el celular.

A Fernando le dio pena pedirle una foto al hombre que no dejaba de leer, y recurrió a una excusa para evitar la invitación: “no, ahora ya no es famoso”, dijo en tono de broma.

Lo cierto es que el muchacho era fan del exlegislador, aunque desconocía que había dejado la curul o lo habían corrido.

Lo conoció en las redes sociales, en un video de 2010, en el cual siendo diputado federal reclamaba a los diputados de PRIAN y les decía que iban a votar en contra del pueblo traicionándolo, con lo cual iban a pagar más impuestos.

Fernando descargó el video y se lo mostró a su abuelita, con quien vivía en Guanajuato.

-Un hombre como ese deberíamos tener como presidente de México -le dijo.

A lo que la abuela respondió enfática y contundente:

-Sí, pero lo van a matar.

De acuerdo con la abuela y Fernando, quien levantaba la voz por defender al pueblo lo encarcelaban o lo desaparecían.

El muchacho comenzó a seguir a Noroña, bajaba sus videos, los revisaba. Le sorprendía su valor, su congruencia, su discurso sus réplicas contundentes, sus argumentos, su agilidad de respuesta y su capacidad de “darle la vuelta” a las acusaciones.

Desde luego que tenía el video del 24 de septiembre de 2009, en el que Genaro García Luna rindió su informe como titular de la Secretaría de Seguridad Pública durante el sexenio del entonces presidente Felipe Calderón Hinojosa, y Fernández Noroña le dijo que era un asesino.

Fernando y personalidades de Chicago y México

Fernando y personalidades de Chicago y México

Tenía todas sus intervenciones, los pleitos con los demás legisladores de oposición, particularmente con María Lilly del Carmen Téllez García, o Lilli con quien se habían dado varios entres, que habían incendiado varias vece las redes sociales.

Fernando es originario de la Ciudad de México, y a los 11 o 12 años se fue a vivir con su abuelita, a un pueblo de Guanajuato que colinda con Michoacán.

Conoció a una chica a la que hizo su novia, y se pusieron de acuerdo para viajar a Estados Unidos. Fueron a tramitar la visa norteamericana, pero sólo se lo dieron a él, que no tenía tanto interés como ella en ir a lo iunaites.

Entonces  vio la oportunidad de viajar al extranjero y se fue a Des Moines, Iowa. Ahí ha estado trabajando desde hace varios años

Es seguidor del legislador y ha tenido interacción con él en sus videos en vivo de YouTube y, cada que puede, le pone unos dólares para apoyarlo.

Desde Estados Unidos hace su luchita, tratando de concientizar a la población, a sus conocidos mexicanos, a sus familiares, poniéndole los videos de Noroña, hablando de los avances que ha tenido México con la administración de Andrés Manuel López Obrador, poniendo las Mañaneras de la presidenta Claudia Sheinbaum.

Hace algunos meses, supo que el senador, en su calidad de presidente de la Cámara de Senadores del Congreso de la Unión, iba a tener una gira por Estados Unidos, y Chicago era una de las ciudades que visitaría.

De inmediato comenzó a buscar contactos, con la idea de que le dijeran el lugar, día y hora en que el senador estaría en la Ciudad de los vientos.

Su objetivo era saludarlo personalmente, darle las gracias y, si se podía, que le pusiera su firma en un libro y en una fotografía.

Contactó a Alfonso Seiva García, quien le dio los pormenores y lo integró a un chat por WhatsApp. La idea era sumar a los simpatizantes para que, a la llegada del legislador, se tuvieran los suficientes colaboradores para que la visita fuera ágil y rápida.

Fernando viajó seis horas desde Iowa a Chicago. Llevaba un libro y varias fotografías, porque sus amigos y seguidores de Noroña le encargaron autógrafos.

La agenda con el itinerario de José Gerardo Rodolfo (como Rodolfo El Reno) Fernández Noroña cambiaba cada dos o tres días, Fernando y otro integrante de Morena Illinois, estarían a cargo de la seguridad personal del senador. No portaba armas, llevaba el libro y las fotografías en su auto.

El primer acto público de Noroña sería el martes 17 de diciembre a las 3 de la tarde, en 43 00W 26 St. Chicago 60623, en La Villita, el barrio mexicano de Chicago.

Allí el senador participaría en la inauguración del mural elaborado por el artista plástico Roberto Ferreyra, junto a simpatizantes, militantes de Morena Illinois y algunas de las personalidades plasmadas en el mural, develando la placa conmemorativa a los inmigrantes.

Mientras esperaban la visita de la celebridad, se puso música de mariachi y se instaló un arco de globos como si fuera un día de fiesta patrio o una fiesta de quince años.

Algunos autos y autobuses pasaban de largo, sonando el claxon.

Quince minutos después de la hora programada Noroña llegó en una camioneta blanca, acompañado por cuatro personas, y ya los esperaban simpatizantes de Morena y algunos representantes de medios de comunicaciones locales y uno de México. El legislador dio las primeras declaraciones banqueteras de rigor, y de inmediato subió al pódium.

Fernando se puso al tiro, las actuaciones de Kevin Costner y Denzel Washington le quedaron chiquitas.

La presentadora se aventó discurso muy largo, los asistentes aguantaron con tal de escuchar a Noroña que, a estas alturas, se le habían congelado las orejas, tenía helados los dedos y dos pingüinos le subían desde el talón a las ingles.

En el marco del Día Internacional del Migrante, el senador José Gerardo Rodolfo Fernández Noroña agradeció la invitación de los mexicanos en Chicago y dijo que se deben mantener unidos ante la amenaza de deportación de Donald Trump. Añadió que no puede pasar por los derechos de los migrantes, porque México defenderá a sus connacionales: les toca a los migrantes unirse, defenderse, afirmó.

También dijo que deberían formar un partido de trabajadores, que es el vínculo que les podría dar fuerza para organizarse y defenderse.

Fue casi imposible lograr una buena fotografía. La gente lo quería tocar, casi le metía el celular en la nariz al presidente del Senado, y él aguantaba paciente, le daba gusto abrazar y sonreír para la foto del recuerdo. Respondía a los comentarios que no se lograban escuchar entre el bullicio.

El frío no cedía, pero el tumulto le tapaba a Noroña los puñales del invierno que Chicago le arrojaba.

El mural fue inaugurado, aunque nadie logró una toma completa de la obra del maestro Ferreira con el senador al frente. A alguien se le ocurrió poner una carpa que tapaba tres cuartas partes del mural, y dentro una cafetera que dispensaba una bebida que hacía ladrar a los diabéticos.

Más de trescientas personas se fueron esa noche a sus casas con una imagen de celular de José Gerardo Rodolfo Fernández Noroña.

Fernando logró la firma del libro y de varias fotografías. Su objetivo principal se había conseguido, sin embargo, estaría más cerca del senador, ya que lo acompañó a merendar en una pizzería de la Ciudad de los vientos, en donde se pudo tomar varias fotografías con él y hasta lo abrazó.

Lo acompañaría el 18 de diciembre, día Internacional del Migrante, a una reunión oficial con mayor Brandon Jonhson, alcalde de Chicago, en donde también estuvieron el alderman Byron Sigcho-Lopez y la diputada federal migrantes Roselia Suárez. A punto estuvo el muchacho de salir en la foto oficial en medio del senador y del alcalde.

Más tarde el senador estaría con varias organizaciones comunitarias en la Biblioteca Rudy Lozano 1805 S Loomis St, Chicago, IL 60608., y también en la reunión con el pueblo, que coronaría la gira, en la Escuela Benito Juárez, ubicada en 1450-1510 W Cermak Rd, Chicago, IL 60608, a donde el legislador llegaría después de las 7 de la tarde, y fue aclamado por el pueblo que abarrotó en el auditorio de la escuela.

Fernando no preguntó, pero había muchísimos seguidores de Noroña, que habían llegado desde lugares lejanos de Chicago y de otras ciudades y estados de Norteamérica, uno de ellos fue José Moisés Hernández Rancaño, originario de Tlaxcala, que llegaba de una parte muy lejana de Illinois.

Migrantes frente a un mura en chicago, Illinois

Migrantes frente a un mura en chicago, Illinois

Fernando Salvador Navarro Mandujano estuvo custodiando la entrada de Noroña y fue testigo del gran recibimiento que los mexicanos le dieron, la conexión inmediata que tuvo con los asistentes, con quienes se tomó la foto y a quienes firmó autógrafos hasta con la mano izquierda. Muchos no eran morenistas, sólo lo seguían por YouTube y quería una foto o un autógrafo del hombre que enfrentó al PRIAN y a Genaro García Luna, brazo derecho del expresidente Felipe Calderón Hinojosa, a quien le dijo en su mera cara “asesino”.

El fan número uno de Noroña se miraba contento, a pesar de que tenía un dolor de estómago muy fuerte que estuvo a punto de impedir que acompañara en el último evento al hombre de los videos, a quien Lilli Téllez llamó Changoleón y Bellaco, el que en tribuna decía: “Ya llegó el doctor Noroña y ahí les va su medicina”, y al que, como muchos, lo quiere ver como su próximo presidente de México.