Roberto López Moreno, el poeta en Morelos
Por Máximo Cerdio
Jojutla, Morelos; 6 de septiembre de 2024. El jueves 26 de septiembre va a visitar Cuernavaca el maestro Roberto López Moreno. Lo invitó la editorial Eternos Malabares, dirigido por el poeta y editor Ricardo Venegas, la idea es rendirle un homenaje y platicar un poco sobre su persona y sobre su extensa obra.
En un rápido vuelo por algunos datos se puede leer que nació el 11 de agosto de 1942 en Huixtla, Chiapas, México. Ha sido profesor de la Escuela Carlos Septién García y la FES Acatlán, UNAM; colaborador de los programas radiofónicos “Buenos Días Noticia” en Radio ABC Internacional y “Una Voz en la Tarde” XEDF; conductor, junto con Manuel Gutiérrez Oropeza, de los programas “Tiempo al Tiempo” en Radio Educación y “Oye mi Canción” de XEB; realizador de programas especiales sobre música y literatura para C-7, C-11 y C-13. Colaborador de El Financiero, El Universal, Excélsior, Novedades, y Unomásuno. Premio de Cuento Tomás Martínez 1969 por “A la hora del rosario”, Tuxtla Gutiérrez, Chiapas. Premio de Poesía Rodulfo Figueroa 1974 por “En el sur de la nostalgia”. Premio del Concurso de Poesía Infantil La Edad de Oro 1980 y 1981, de Cuba.
Obtuvo el Premio Chiapas en el año cincuenta por su obra, entre la que destaca Las mariposas de la Tía Nati (1973), Yo se lo dije al presidente (1982), Motivos para la danza (1986), Décimas lezámicas (1986) y Négridas (1998; 2020). Sus libros más recientes son, en teatro, Poliedro (2022) y la novela Sinfonía para Soselo (2022), entre más de 50 títulos.
López Moreno es un poeta vivo que ha influido mucho en algunas generaciones, sobre todo en las de los años sesenta y setenta, en las que cuenta con lectores y estudiosos de su obra.
Cada libro del poeta y narrador huixtleco es único, y en cada proyecto concluido el maestro no deja cabo suelto, lo aborda como si fuera lo último que va a escribir. No se encuentra ninguna concesión para el lector distraído, de esos que buscan una lectura para entretenerse.
El maestro Roberto propone un libro para un lector que esté dispuesto a maravillarse, a asombrarse con las palabras, para ello recurre al verso de la poesía tradicional, incluso rescata otras formas métricas como el metro griego, o también o el verso libre o la prosa poética o el versículo o la pauta. No hay forma ni silencio que no haya sido empleada por López Moreno.
En su narrativa, no sólo hace descubrimientos conceptuales o estira sus hipótesis más allá de sus últimas consecuencias, sino que su discurso es muy armónico, es una estructura verbal que tiene una existencia más allá de la forma, es decir, que vive. En ese sentido recuerda a las piezas o construcciones del genio español Antonio Gaudí.
Hasta hoy, en los libros que leído del maestro siempre encuentro una invención, una mirada y una construcción distinta.
Entre sus muchas propuestas está el poemuralismo, “una especie de expresión natural poética de nuestro tiempo, de nuestro continente. Todo está escrito y fundamentado en el libro Morada del colibrí, que inicia con un texto teórico en donde plantea qué es el poemuralismo y el resto del libro son siete poemurales”.
En el libro Ábrara, editado por el Coneculta de Chiapas, se desprende el poema «Septapoética», en donde menciona a sus siete poetas preferidos:
Cabalgan los siete poemas de mi terrisueño. /Un rosa de fuego en tu tumba, Pablo Neruda. /Octavio, te toca la rosa negra. /Para Lezama es la rosa de aire /destinada a expandirse cuando la luz la roza. /Flébil la rosa de Vallejo, flotando /en las hondas corrientes de la sangre. /Huidobro y Gorostiza son los arquitectos de su propia rosa. / Pero… ¿quién habla de tumbas en esta hora?, /¿quién, ñuto lene, se atreve? /Descendiente de nuestro ábrara somos, /desbridado epítome y otra vez el prólogo, simún /y agüita nueva, ohmnio de alfaguaras, /¿quién se atreve? /¡Heptarquía! /Cabalgan los siete jinetes de mi terrisueño.
Los autores nombrados en «Septapoética» se han convertido en los pilares de su poemuralismo, en el que ha desarrollado influencias, nuevas rutas, siempre a partir de esa visión latinoamericana y contemporánea de la poesía.
Otro de los planteamientos poéticos del maestro es el movimiento de poesía laconista, movimiento que consiste en la creación de poemas muy breves en las bardas de la ciudad, para hacer de ella un enorme libro, en el que cada barda sea una página y los ciudadanos estén dentro de un libro de poesía.
De acuerdo con Roberto, para que no cualquiera escriba cualquier texto breve en una barda y se diga que pertenece a dicho movimiento, se establecieron reglas concretas al respecto: “este tipo de poesía debe ser expresada en dos renglones, buscando por un lado la brevedad y, por el otro, en los dos renglones hacer la combinación de un verso de ocho sílabas, que es la métrica popular, y el endecasílabo, que es una medida clásica base fundamental de la estructura del soneto. Juntas las dos líneas, y se tiene finalmente la poesía laconista”.
López Moreno es un escritor leído principalmente por escritores y lectores no oficiales o para decirlo mejor, marginales, y en esto, tiene mucho que ver las redes sociales y las plataformas digitales, así como las editoriales independientes.
Durante muchos años, el gobierno o los gobiernos, decidían quién era el mejor escritor y qué obra era la mejor; eso mismo hacían los grupos de intelectuales, los empresarios editoriales, los grupos culturales.
Las redes sociales y estas plataformas digitales han contribuido a que poetas y escritores “no oficiales” y sus propuestas se conozcan. El lector ya no tiene por qué pasar por un filtro que le decía cuáles eran los buenos, sino que el mismo lector puede acceder y decidir.
Las editoriales independientes desempeñan un papel muy importante porque con muchos esfuerzos, a veces sin recuperar lo que invierten, proponen al público lector algo que no se encuentra en el gran mercado de libros que la gente compra por metro o por kilo, como diría Gabriel Zaid.
Sobre la política que ha privado en muchas editoriales oficiales y comerciales, contó que terminó un libro que nadie quiso publicar, y que al tiempo fue publicado en partes en Rusia, luego en español, pero no en México, como el maestro esperaba, sino en Argentina.
Roberto López Moreno no ha dejado de escribir desde hace mucho tiempo, siempre está con proyectos nuevos, novedosos, interesantes
Él ha sido muy generoso con sus lectores. No hay invitación que rechace, por más lejos que quede, siempre asiste a leer, a compartir sus conocimientos al lado de poetas nuevos o consumados.
Por más sencilla o humilde que sea la editorial donde le han publicado, él ha accedido a poner su obra para que se publique y se difunda.
Hay un libro de poemas que escribió el maestro López Moreno en 1991, “Manco y loco, ¡arde!: la historia que no se ha escrito”, Gobierno del Estado de Chiapas, Consejo Estatal para el Fomento a la Investigación y Difusión de la Cultura,
En el López Moreno consigna el pedimento de Miguel de Cervantes Saavedra de que le den el Soconusco para gobernar:
En Madrid, el 21 de mayo de 1590, Miguel de Cervantes Saavedra, dice que ha servido a Vuestra Magestad muchos años en las xornadas de mar e tierra que se han ofrecido de veinte y dos años a esta parte, particularmente en la batalla naval donde le dieron muchas heridas, de las quales perdió una mano de un arcabuzazo…
“Pide e suplica humildemente, quanto puede a V. M., sea servido de hacerle merced de un oficio en las Indias de los tres o quatro que al presente están vacos, que es el uno la Conthaduría del nuevo Reyno de Granada, o la Governación de la Provincia de Soconusco en Guatimala, o Conthador de las Galeras de Cartagena, o Corregidor de la Cibdad de la Paz; que con qualquie- ra de estos oficios que V. M. le haga merced, la rescebirá, porque es hombre ávil e suficiente e benemérito, para que V. M. le haga merced; porque su deseo es acontinar siempre en el servicio de V. M., e acavar su vida como lo han hecho sus antepasados, que en ello rescebirá muy gran bien e merced”.
Desde luego, a don Miguel no le dieron en administración el Soconusco, pero a partir de este hecho el maestro construye un libro de poesía.
Se imaginan por ejemplo que Huixtla hubiera sido administrado por el autor del Quijote, en vez de estar llena de cantinas y de putas, estaría lleno de bibliotecas Y en vez de tres poetas que existen o han existido en Huixtla hubiera trescientos.
Fuera de Ricardo Venegas no sé si alguien en Morelos ha leído al maestro, y este sería un buen pretexto para darle una repasada a su obra, o a parte de sus libros que están en una liga que pongo aquí para que de manera gratuita los disfrute:
https://robertolopezmoreno.com/libros/index.html
Conozco y leo al maestro desde hace muchos años, cuando viví en la Ciudad de México, y coincidíamos en algunas presentaciones de libro, congresos de escritores en varias partes de la república mexicana.
El maestro es uno de los pocos que se escribe así mismo, además de que se escribe muy bien:
Roberto López Moreno/ contador de cosas raras,/ tú que sales con historias/ y epopeyas legendarias/ de cosas que han sucedido/ en estas tierras de Chiapas, ¿por qué ahora tu labio, adverso,/ se despuebla de palabras?, ¿por qué ese silencio vasto,/ por qué la orfandad del habla?
En una ocasión le pregunté quién le había puesto El rayo del sureste, como en ese tiempo se presentaba. Entonces él, con toda su milenaria sabiduría me dijo: “me lo puse yo solito porque si espero a que me pongan un apodo estos cabrones lo van a poner algo que a mí no me guste, mejor me pongo un apodo yo que me guste para que no haya problema”.
Tenemos Roberto para muchísimos años.