«La vida en un suspiro», música inteligente de Jesús Peredo
Por Máximo Cerdio
Cuernavaca, Morelos; 4 de diciembre de 2023. La vida en un suspiro es uno de los doce álbumes realizados por Jesús Peredo Flores. Lanzado en 2022, contiene lo mejor de su obra de más de cinco décadas de trabajo profesional como compositor, arreglista, intérprete e investigador. Incluye una selección de 99 temas musicales compuestos, arreglados e interpretados y textos sobre las músicas tradicionales de transmisión oral de México.
La más reciente producción del músico originario de Cuernavaca, que es parte de lo que designa como música inteligente, está compuesto por 10 secciones: Canciones originales; Música experimental; Música para la película “Los jinetes del tiempo”, Ganadora del Premio a la Mejor Banda Sonora, en Santiago de Cuba, 2017; Música para la película «El mensajero»; La Trova suriana; Soy jilguero apasionado; Rompe su trino musical; Virtuosos del Son; Corridos surianos de Jesús Peredo 2020-21 y Textos de Jesús Peredo Flores.
“El álbum contiene más de seis horas de música, además de tres artículos, en pdf, sobre la Trova Suriana y la música de la Tierra Caliente de la Depresión del Río Balsas”, consigna el autor en una reseña.
En entrevista, Jesús Peredo dijo que de cada tradición musical que ha tenido la fortuna de conocer, se ha ocupado en aprenderlas a profundidad, con el fin de componer e interpretar en cada uno de esos estilos ancestrales.
Eso me ha permitido reunir un material muy singular. De esta manera, saber cómo son estas estructuras lírico-musicales de estos estilos tan diversos, que me han permitido crear Bolas surianas, Saludos, Corridos históricos, así como hacer mis propias versiones de sones morelenses, calentanos, huastecos y jarochos, etc. Con los años, he sumado todos estos conocimientos, siguiendo sus reglas ancestrales, pero también me he ocupado en obtener la destreza vocal e instrumental que se requiere para interpretarlos, todo ello realizado con un alto grado de calidad. La diversidad musical, el dominio de géneros tan diferentes entre sí y la apuesta por la alta calidad musical, sin duda son los elementos que caracterizan el material incluido en este álbum, abundó.
Virtuoso del son
El álbum Virtuosos del Son es un dueto integrado por el violinista calentano Serafín Ibarra y el guitarrista morelense Jesús Peredo. Ambos son dos reconocidas celebridades, en el campo de la música tradicional de transmisión oral de México. Es el único dueto cuyos integrantes han estado becados en dos ocasiones y de manera individual por el extinto Fondo Nacional para la Cultura y las Artes, FONCA; de las Secretaría de Cultura Federal de México.
El etnomusicólogo Juan Dies, del grupo Sones de México, radicado en Chicago, Ill, USA; escribió, al respecto del librillo bilingüe que acompaña al citado disco:
“Los felicito por su excelente trabajo, que está de la talla de los proyectos curados por el Smithsonian Institution, en la profundidad de su investigación y cuidadosa selección de material representativo”.
Fue por este reconocido músico e investigador que el célebre CD de “Virtuosos del Son”, que incluye un librillo o booklet bilingüe, inglés y español, fue postulado para los Latin Grammy Awards 2017.
Más de un año de trabajo
Peredo Flores afirmó que reunir el material representativo de más de medio siglo de trabajo, le llevó más de un año. Quiso celebrar sus más de cincuenta años como músico profesional.
También consideré que ya era momento de hacer “algo” para que el gran público tuviera otras opciones musicales más propositivas e inteligentes, ante una industria internacional de la música tan ávida de dinero y tan proclive a impulsar el rechazo a lo mejor del pensamiento humano, por medio de un repertorio machista, misógino, intolerante con otras formas de pensamiento y promotor de todo tipo de violencia. Todo esto con un tratamiento musical y literario simplón, soez y vulgar, aseveró.
Música inteligente
El autor abundó en su propuesta de música inteligente, contenida en este álbum y, en general, en todo su trabajo como músico.
Música “inteligente” es el inmenso repertorio que hay en el mundo, que ha sido creado por músicos de todas las culturas, que invierten mucho tiempo de su vida en aprender a fondo su propia tradición musical ancestral, para componer e interpretar piezas muy elaboradas y complejas. Como sucede con la obra de grandes autores, no solo los “clásicos más renombrados, como: J. S. Bach, Igor Stravinsky o Silvestre Revueltas, sino también la música ancestral de los tzotziles, yaquis, huastecos, jarochos y calentanos. A los que hay que agregar los músicos inteligentes de Asia, África y cientos de etcéteras. En ese contexto, yo sumaría también las 98 piezas que componen el álbum La vida en un suspiro.
La música inteligente, además de su complejidad y virtuosismo, conjunta muchos de los más altos valores humanos como el desarrollo del pensamiento crítico, las ciencias, el respeto a las mujeres y a las ideas de otros, el amor al prójimo, la solidaridad con nuestros semejantes, etc. Los valores de repertorios violentos, son contrarios a nuestra especie humana, pues algunas canciones machistas y misóginas incitan al asesinato de quienes piensan diferente, describió.
Lo no humano
El autor de La vida en un suspiro propone que las personas volteen hacia cosas que son de la Humanidad, o sea la Humanidad ha permitido la existencia de la música compleja y bella. La gente está consumiendo la música de los raeguetoneros, que es antihumana, porque se supone que los humanos somos el homo sapiens, el que piensa, el que razona, a mí me parece retrógrado estar pensando en este tipo de canciones.
(Nada salvó de esta lapidaria afirmación perediana al puertorriqueño Benito Antonio Martínez Ocasio, ni siquiera el alejandrino del exitazo “Me porto bonito”: “En la guagua se queda el olol de tu pelfume”.)
¿Estás harto de escuchar canciones machistas y misóginas que solo hacen apología de la violencia, el alcohol y las drogas? ¿Preferirías que tú y tus hijos escucharan música mexicana inteligente y de alta calidad? Cuestiona Peredo Flores en su perfil de Facebook.
(La alusión parece justa para los compositores y cantantes salvajes de corridos tumbados y bélicos como Natanael Cano y Peso Pluma.)
Las más cultas del mundo
Peredo Flores es uno de los músicos que más conoce de la trova morelense, y ha afirmado que ésta es una de las más eruditas del mundo.
Sobre este particular, expuso que México es común que se asuma la hipótesis de Vicente T. Mendoza, respecto a que “el corrido proviene del romance español”. También se acepta que la estructura literaria de este género son coplas, es decir, cuartetas de versos octosílabos. Sin embargo, el conjunto de formas estróficas que integran a la Trova Suriana, a los que los trovadores locales genéricamente llaman “corridos”, están escritas en arte mayor, es decir, cada verso es superior a las 11 sílabas. Algunas veces llega hasta las 19 sílabas, como en el “Saludo al Dios Apolo”. En cuanto a las estrofas, las hay de 4, 5, 6, 7 y hasta ocho versos.
Por otra parte, es habitual el uso de un lenguaje muy ilustrado y la cita de filósofos y personajes de la mitología grecolatina, como Virgilio, Homero, Apolo, Vesta, etc.
Es de destacar que las canciones a las mujeres son delicadas y respetuosas. Por ejemplo, en “La lira de Refugio Montes”, el autor Ángel Márquez, de Yautepec, canta:
La Diosa de la ciencia, veloz como un relámpago,/ que vino del Olimpo por orden del Dios Júpiter,/ a verte que consueles con un hermoso párrafo/ que viene apasionada en una noche lúgubre.
Más allá del amor, la muerte y el tiempo
Los temas que aborda Jesús Peredo en sus canciones son, desde luego, el amor, la muerte, el tiempo, el desamor, es decir la lírica, pero también la épica, además, se adentra en la materia con la que realiza sus canciones: juega con la medida y con las estructuras de los versos, con los acentos secundarios, con las rimas, con las estrofas.
Uno de los ejemplos de estas joyas de música inteligente es el “Corrido esdrújulo a una matemática”, compuesta allá por 1986 o 1987, según lo relata el autor.
La pieza tiene varios niveles, el tema es lírico, pero también matemático e histórico y está construido con una métrica que no es muy adecuada para los temas amorosos, son versos de arte mayor que suponen un grado de dificultad más alta que los versos de arte menor, porque la distribución de los acentos secundarios en el texto debe ser con una intención muy precisa.
Peredo le impone mayor grado de dificultad porque todos los versos de esta canción, que dura cinco minutos y segundos, terminan en palabras esdrújulas.
En la primera estrofa se lee:
Evoco al pensamiento filosófico,/ de los sabios Platón y el grande Sócrates/ que, por medio de aquellos bellos diálogos,/ iluminen mi corazón romántico./ Pues mi verbo se encuentra muy insípido/ para unir las más hermosas sílabas,/ que describan con la más fina poética,/ a mi musa que tanto ama a los números.
El análisis de contenido resulta bastante atractivo y a la vez complejo también, para quienes conocen y para los que desconocen esta ciencia exacta.
La no venta
El músico morelense dijo que el objetivo de La vida en un suspiro no es vender un disco.
“Tradición” proviene de “tradere-onis”, que significa “la acción de entregar a otros”, ¿y que se entrega?, pues el saber. Por consiguiente, la tradición es “la entrega del conocimiento acumulado, de generación en generación”. La vida en un suspiro es mi manera y mi lucha personal por mantener viva lo mejor de las tradiciones musicales de México y otras partes del mundo, explicó.
Ello implica también que tenga el propósito de detonar y propiciar una reflexión, comunicar, compartir, preservar.
En el fondo y en la forma de sus canciones existe un grado de complejidad; más que invitar, Peredo reta a entrar en estos micromundos sonoros. El espectador puede optar entre retirarse o quedarse: la recompensa es gratificante en el sentido intelectual y sensorial si el desafío se acepta.
Por ello nos recuerda obras fundamentales y humanas como Das Kapital de Karl Max, El Tractatus Logico-Philosophicus de Ludwig Josef Johann Wittgenstein, El primero sueño de Sor Juana Inés de la Cruz, Las Soledades de Luis de Góngora y Argote, Le Grand Verre de Marcel Duchamp o De tuin der lusten del Bosco, por citar algunos.
El rapsoda
Durante la presentación de La vida en un suspiro el 4 de agosto de este año en la Plaza Moctezuma, de Cuernavaca, en donde estuvieron el autor, Víctor Hugo Sánchez Reséndiz, José Argil y Francisco Mendiola Galván, éste comparó a Jesús Peredo con un rapsoda:
“un poseedor de cantos, como así se les llamaba a los cantores ambulantes en los cuentos de Sócrates. El rapsoda formaba parte de una literatura oral, en la que distinguían, por ejemplo, Homero. Peredo ha sido un educador universal que ha bebido de la tradición ce formar mentes musicales y, a su vez, ha dado a beber a sus alumnos, es la reciprocidad lo que a él lo caracteriza”.
No fue del interés del gobierno
Peredo Flores explicó que hace más de una década, en el marco de las conmemoraciones de la Independencia y la Revolución, presentó un proyecto al Instituto de Educación Básica de Morelos (IEBEM), con una metodología para que los niños y jóvenes aprendieran a apreciar y, en su caso, cantar el repertorio suriano.
Dado que la currícula escolar está muy saturada, el plan era que en la clase de historia, se hablara de los hechos de la revolución y que se sustentara con un corrido como “El exterminio de Morelos” que narra un periodo terrible de nuestra historia. Por su parte, en la clase de español, se analizaría la estructura literaria y los chicos aprenderían a usar el diccionario para saber el significado de “plutocracia”, “báratro”, “númenes”, etc., así como quienes eran “Venus”, “Febo” “Céfiro”, etc. En cuanto a la clase de música, los jóvenes aprenderían a cantar ese repertorio oriundo de su tierra. Eso le llenaría de orgullo y valores. Pero los funcionarios con los que hable no solo me ignoraron, sino que actualmente son las escuelas las que promueven el reaguetón y los narco corridos, expuso.
Por consiguiente, me he dedicado divulgar este conocimiento por mi cuenta. De esta manera tengo alumnos morelenses que hoy son importantes figuras de la Trova Suriana, como Jesús Castro Andriano, Francisco Ocampo, Manuel Ríos, Alejandro Patiño y Ulises Nájera, entre muchos, pero también, gracias a las redes sociales, he podido formar a discípulos que componen bolas surianas o corridos esdrújulos, pero que habitan en Aguascalientes, Orlando, California y Chile, por citar algunos lugares, subrayó.
Jesús Salvador Peredo Flores
Nació el 8 de febrero de 1953, en Cuernavaca, Morelos. Estudió música durante trece años, en tres instituciones: el Instituto Regional de Bellas Artes de Cuernavaca, el Conservatorio Nacional de Música y la Escuela Nacional de Música de la UNAM. En ésta última, fue asistente de su maestro de toda la vida Alberto Salas Rodríguez, quien es considerado uno de los pilares de la guitarra clásica mexicana del siglo XX. Durante su formación académica participó en diversos cursos magistrales ofrecidos por reconocidos guitarristas internacionales como Leo Brouwer, Costas Cotsiolis, Robert Guthrie y Abel Carlevaro.
Entre 1987 y 1997 vivió en varios países de Europa. En ese periodo fungió como director y ejecutante en varias agrupaciones musicales como El Dueto Tepoztlán, La Cobla Mínima, La Portátil FM, Diapasol, Rosa Zaragoza y Tercet Treset en Barcelona, España; el Mariachi Zapata y el Mariachi Eurodisney en París, Francia; y Los Cariocas y los Merengues en Montecarlo, Principado de Mónaco.
Fue el protagonista y conductor del documental “Corridos, Sones y Pasiones”, dirigido por Carlos González García y producido por el Sistema de Radio y Televisión Morelense. Este film obtuvo el primer lugar en el Festival Art&Tur de Portugal 2015.
También fue actor y coautor de la música de la película “Los Jinetes del Tiempo”, dirigida por José Ramón Pedroza. Este documental obtuvo el Primer Premio a la Mejor Banda Sonora en el “XV Festival Santiago Alvarez, In Memorian» que se llevó a cabo en la ciudad de Santiago de Cuba, en marzo del 2017.
Su repertorio es muy vasto, debido a su enorme experiencia en el estudio y ejecución de los más complejos ritmos de la música mestiza mexicana, que le ha permitido incorporar en sus composiciones y arreglos vocales e instrumentales, la intrincada polifonía, la polirritmia, así como la poesía de los sones y corridos surianos. Ha dedicado casi cinco décadas de su vida a investigar las tradiciones musicales de México y de otras partes del mundo.
Es considerado como el más importantes especialista en el estudio del corrido suriano, “la canción campesina más erudita de América”.
Actualmente trabaja en el diseño pedagógico de Tradiciones, una escuela de música, cuya enseñanza se basa en la integración de saberes de la música de tradición oral con la de tradición académica.
Paralelamente a su labor educativa y de investigación, continúa presentándose en conciertos, ya sea como solista, con La Trova Suriana y con el prestigioso violinista calentano Serafín Ibarra Cortés.
Durante los años 2014 y 2016 fue becario, en el ramo de composición, del Programa de Músicos Tradicionales del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, a través del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes; CONACULTA-FONCA. Recientemente, durante el periodo de 2020-2021, fue nuevamente becario de ese mismo programa.
En su vasta producción discográfica, destacan: en 2017 Guitarra Mexicana, tiempos y espacios del alma mía; en 2017 Virtuosos del Son; en 2009 “Y la música se volvió mexicana…”; en 2006 Ecos del Sur con Virtuosos del Son; en 2006 Soy Jilguero apasionado. Corridos tradicionales de Morelos; en 2005 Trova Tradicional y Contemporánea de Morelos; en 1998 Rompe su trino musical; en 1996 Uno persigue el brillo de la vida. Composiciones de Guillermo Velázquez; en 1994 Encuentro Regional de Corridistas, Tixtla 1994; en 1993 Fiesta mexicana en París; en 1989, 90 y 91 Tradicionarius I, II y III; en 1985 Taller de Trova Tradicional de Morelos, y en 1979 Trova Popular de Morelos.
Toda esta producción, incluyendo el álbum que nos ocupa, La vida en un suspiro, se puede adquirir directamente con el autor, por medio de su correo chuchoperedo@gmail.com