Paty Dávila podría ser la primera migrante en conseguir pensión del IMSS

Chicago Centro Foto Máximo Cerdio

Chicago Centro Foto Máximo Cerdio

Por Máximo Cerdio

Chicago, Illinois, Estados Unidos; 20 de septiembre de 2023. Patricia Dávila podría ser la primera migrante en conseguir una pensión del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) por medio del Programa de Personas Trabajadoras Independientes que radican en el exterior.

Manuel Castro, líder migrante dijo que Paty Dávila concluyó con éxito sus trámites para solicitar la pensión al IMSS, donde cotizó 750 semanas,  y sólo tiene que cotizar un año más para poder pensionarse.

Este programa federal IMSS permite a los trabajadores pagar al instituto para no perder la continuidad de las cotizaciones y llegado el momento y cumpliendo los requisitos, el trabajador o asegurado puede conseguir un pensión, aunque viva en otro país, siempre que sea mexicano o mexicana.

Manuel Castro platicó en entrevista telefónica, que Paty Dávila radica en Chicago desde hace más de 13 años.

Es originaria de Ciudad Juárez, Chihuahua, de donde tuvo que salir huyendo por amenaza de muerte, durante el sexenio del ex presidente de México Felipe Calderón, que desató una guerra contra los narcotraficantes y que tuvo como resultados miles de muertos y desplazados

No puede ir a México porque tiene un proceso de visa por asilo político en proceso, y esto no le permite salir de Estados Unidos. Hay mexicanos que están tramitando su pensión y no pueden salir por otras razones, como falta de documentación respectiva, explicó Castro.

“Hay personas que hay durado seis meses en el proceso. O personas que han mandado el pago y, porque el pago no llego en el tiempo indicado, el IMSS no puede procesarlo. Para hacer pagos, algunas personas han usado el portal www.migranteasegurado.com como una opción, ante la falta de un desarrollo tecnológico adecuado a los migrantes”, dijo.

La canciller Alicia Bárcena declaró hace poco que una de las prioridades es impulsar los servicios enfocados a los migrantes, y sería un acierto que Programa de Personas Trabajadoras Independientes que radican en el exterior funcionara de manera eficiente, porque se podría cubrir la deficiencia en la liquidez que el IMSS necesitará en el futuro para cubrir sus responsabilidades con los jubilados: en Estados Unidos hay un potencial de millones personas que podría pagar su seguro y sus cuotas en México; actualmente solo hay 2000 personas inscritas.

El caso Dávila

De acuerdo con un diario froterizo (https://www.sandiegored.com/es/noticias/27974/Mexicana-que-huye-de-violencia-en-Juarez-busca-asilo-politico-en-Chicago), a principios de 2010, Dávila perdió a dos sobrinos en la masacre de Villa de Salvarcar en Ciudad Juárez, donde murieron 14 jóvenes mientras estaban una fiesta.

Sus sobrinos, José Luis Piña Dávila, de 16 años, y Marcos Piña Dávila, de 19, eran estudiantes, de secundaria y universidad, respectivamente, y los únicos hijos de su hermana, Luz María Dávila, de 43 años, y su cuñado, quien prefirió no ser nombrado por temor a represalias en Ciudad Juárez.

El incidente, que ocurrió el 30 de enero del año pasado, marcó las vidas de los miembros de la familia Dávila.

A raíz del incidente esta mujer de 52 años empezó a marchar junto a otros civiles en las calles de Ciudad Juárez para pedir respuestas a la tragedia.

Incluso, visitó Ciudad de México junto con otros padres de las víctimas para hablar con la prensa y miembros del Congreso mexicano sobre la violencia en esa ciudad.

Fue al regresar de la Ciudad de México que su vida cambió aún más.

En la maquila donde trabajaba la cambiaron al turno de la noche y luego la despidieron sin causa aparente. También recibió amenazas contra su vida, por eso decidió salir del país y pedir asilo político en Estados Unidos.

Desde septiembre de 2011 vive en Chicago donde ha presentado una petición de asilo político. El caso está pendiente y mantiene a Dávila con la esperanza de poder volver a rehacer su vida algún día en esta ciudad.

Aunque la masacre de Villa de Salvarcar nunca se ha resuelto, Dávila piensa que el Gobierno mexicano pudo haber hecho más porque hasta el día de hoy no se ha podido identificar a los atacantes, a pesar de que la villa tiene tres entradas y está ubicada a solo tres minutos de un cuartel militar.