Voltaje, el Rey de la Chancla

Aspecto lucha Tetelpa

Aspecto lucha Tetelpa

Por Máximo Cerdio

Cuernavaca, Morelos; 8 de mayo de 2023. Voltaje enloquece  a las gentes cuando inmoviliza a su rival, saca de la cintura su arma ultra secreta, la levanta como una poderosa espada y golpea  a su oponente; el luchador se retuerce del ardor, mientras el trueno bárbaro del hule en su piel le resuena en la bóveda craneana. El público grita y pide más.

Hay grandes luchadores que hacen click con la gente.

Sean técnicos o rudos, con máscara o sin ella, un algo desconocido distingue a los luchadores que tienen una rara conexión con los espectadores. Este componente o conjunto de elementos están en la actitud, en actos o hechos que realiza el guerrero, por los cuales es merecedor de vítores, carcajadas o mentadas de madre.

Entrada de Voltaje

Entrada de Voltaje

Voltaje lleva 22 años en este deporte espectáculo y jala a mucha gente. Su arma es la chancha, que suena como rayo en la oscura piel del oponente.

“La gente disfruta mucho de esto. Las señoras, los niños; al principio se sorprenden, pero luego piden más. A mis contrarios les duele y se esconden, pero yo encuentro la forma de ponerles mi huella se dejen; en el lomo suena más sabroso”.

Voltaje de por sí tenía un encanto especial con la gente. No sólo por su máscara que es muy vistosa, ni por su cuerpo que está bien trabajado; es por su actitud en el ring, frente a sus enemigos: bromea con ellos, los descontrola, tiene buena técnica, y es rudo; además, se mete con los espectadores, los hace enojar. “¡Arriba el América!”

“No me gusta ver a la gente aburrida”, relató.

Cazando a la presa

Cazando a la presa

La técnica de la chancla nació en Guerrero, hace algunos años.

Una vez fui a Iguala, a un evento de Luchamanía. No recuerdo exactamente si era la primera o segunda lucha. La gente estaba apagada. Por la esquina contraria subió un luchador con el nombre de Espectrito, pero me di cuenta que no era el original, aunque iba con un traje similar, y con sandalias. En ese momento le quité la chancla y le pegué y tronó sabroso, y la gente comenzó a prenderse y a gritar. Me pedían que le pegara más y se carcajeaban; gracias a eso me dicen el “Rey de la Chancla”.

El guerrero del ring relató que después de esa lucha siguió utilizando la sandalia y la hizo parte de sus combates.

También dijo que en un principio tenía que comprar las chanclas, pero conforme lo fueron conociendo más, le regalaban el calzado de hule.

“Llegué a tener diez pares. La gente me pedía que les diera las chanchas que usaba yo en mis peleas, una vez una persona me pidió que se la autografiara y lo hice. Una de las chanclas que más me gustó tenía el logo de la cerveza Corona”.

Ruinas de la Arena Isabel

Ruinas de la Arena Isabel

Su destino era luchar

“Yo soñaba con ser luchador y tener una máscara. Mi mundo era la lucha libre. Nací un 19 febrero de 1978  en la clínica número veinte del Instituto Mexicano del Seguro Social, muy cerca de donde estaba la Arena Isabel”.

En entrevista relató que desde niño le gustaron las luchas, iba cada jueves a la Arena Isabel, su papá lo llevaba y a veces se tenían que salir antes que acabara la estelar porque lloraba cuando le pegaban o perdía su luchador favorito. Cuando fue más grande, trabajó (a los 19 años) vendiendo tortas con doña Mary; le llevaba toras y refrescos a los luchadores y también hacia mandados.

Después conoció al profesor Platita, él lo llevó con el doctor Ramón Cué, con quien entrenó como 4 años y, cuando consideró que ya estaba listo, le consiguió su primera pelea profesional.

Voltaje en acción

Voltaje en acción

“Fue en marzo de 2001, en la Arena Isabel, contra Máscara Roja. Yo pesaba 65 kilos, pero fui ganando masa muscular. Me pagaron cincuenta pesos y pagué treinta y cinco al sindicato. Me quedé con quince”.

Mis maestros fueron Platita, Élfego Silva, el Taitiano, Javier Prado El Chamaco Valagués.

Conocí a Círculo Rojo, que después fue Pierrot Junior; por cierto, por él me hice luchador, era mi ídolo, no me perdía sus luchas, pero una vez me acerqué a pedirle un autógrafo y me dijo que no tenía tiempo.

Yo peleaba los jueves, cuando venía y Místico y la arena estaba impresionantemente llena, eso a mí me motivaba mucho, eso era vivir la lucha libre.

Máscaras

Máscaras

Todos los luchadores y aficionados tenemos en nuestra memoria esos años de mucha actividad en la extinta arena.

La máscara de este guerrero que ha viajado por varias partes de México, está inspirada en la del Antifaz; es su luchador modelo, le gusta mucho su físico, su máscara. En la actualidad tiene 25 máscaras de diferentes colores y estilos. Todas le gustan, conserva la primera, con al que debutó.

Reconocimiento Arena Isabel

Reconocimiento Arena Isabel

Cuando llegó el momento de ponerme un nombre me iba a llamar Bumerang, pero el doctor (Ramón Cué) me dijo Voltaje, y me gustó; llevo 25 años llamándome así, dijo.

Voltaje ha tenido varios reconocimientos de diversas organizaciones, que atesora y muestra en las paredes de su casa. Ha sido campeón de tercias (con los Hackmaniacos), luego obtuvo un cinturón de parejas (con Zadkiel). En la actualidad estoy haciendo tercias con Los indomables: Zadkiel y Letal.

El Rey de la Chancla reconoció que la empresa Pilla lo ha apoyado mucho.

Sus trofeos y reconocimientos

Sus trofeos y reconocimientos

Acepta todos los retos, pero tiene preferencias

Un luchado profesional acepta los retos. Él lucha con todos, puede exponer su máscara contra otra máscara o cabellera. Ha tenido buenos combates contra el hijo Fishman, el hijo de Máscara Sagrada, hizo pareja con Taurus. Si le dan a escoger prefiere enfrentarse con los de su camada, porque en la actualidad hay chavos que los debutan a los tres meses de entrenar:

“La lucha libre de hoy es aérea, pero me gusta más la de antes. Hoy los luchadores son jóvenes, flaquitos, hacen cosas vistosas pero les falta trabajar, les pegas y se paran rápido, no saben pegar, les hace falta masa muscular, no saben trabajar a la gente”, afirmó.

Yo a las luchas llego enmascarado, me dicen que soy mamón, pero los chavos terminan de luchar y se ponen a ver las luchas, sin máscara. Descuida mucho eso, no me gusta eso. Uno llega a trabajar con mucha ilusión, pero muchas veces regresas agüitado.

Uno de los momentos más tristes de mi vida, fue cuando cerraron la Arena Isabel. Era un día cualquiera, estábamos entrenando y nada más llegó el señor Ramón Cué y nos dijo que se iba a cerrar la arena, pero nosotros no le hicimos caso, no lo creíamos posible. Y se cerró. Quizá si hubiéramos estado organizado hubiéramos impedido que la cerraran.

Y las muertes de amigos; cuando murió Exhagoncito, murió de covid. Era mi amigo, se llamaba H. Mortal, su hermano El Tahitiano, Ave de Fuego, entrenamos juntos en la Arena Isabel.

Voltaje1

Voltaje1

Me gusta que me insulten

Debuté como técnico, pero me hice rudo después del cierre de la Arena Isabel, cuando comencé a jalar con la Alianza.

Yo soy un rudazo. Me gusta el despapaye, el guachacha, un estilo que surgió en los ochenta, Arturo Rivera lo bautizó así, un estilo desmadrozo.

Me gusta que me insulten, porque eso me motiva bastante. Me gusta hacer enojar a la gente, a las mujeres a los niños, les grito, los reto. Pero esto no tiene ninguna intención mala, mi intención es terapéutica, porque quiero que saquen todo el odio que tienen, que no se guarden lo malo porque eso enferma; quiero que me odien y me griten para que cuando regresen a sus casas se vayan en paz, muy tranquilos, descansados.

Un buen rudo debe irle al América, yo soy americanista de corazón.

Mis dos frase de rudo son “Arriba el América” y “Chinguen a su madre todos”.