El muñeco de nieve de Galeana
Por Máximo Cerdio
Zacatepec, Morelos; 3 de enero de 2023. El monigote es muy visible para quienes lo quieren ver y transitan por la carretera Tehuixtla-Galeana rumbo a Jojutla; se ubica a la orilla de la carretera, a unos metros del módulo de la policía.
Está formado por dos piedras grandes, una es su cuerpo y la otra es su cabeza.
Su personalidad está en su sonrisa de aerosol, ahora es amplia, pero no siempre ha sido así; años atrás se le pudo ver con una boca chica, como en espera de que alguno de los 80 tipos de los matemáticos copos de nieve cayeran sobre él o sorprendido porque nunca se derritió, jamás se volvió agua y viajó hacia el cielo.
El muñeco ve descender hojas quemadas de caña, como si se trataran de cristales oscuros de agua.
Nadie tiene autoridad para decirle que no es un muñeco, y menos que no es de nieve.
De acuerdo con algunos comerciantes de esa zona, hace más de 20 años escarbaron para poner la tubería del drenaje y, entre otras cosas, extrajeron varias rocas grandes, una muy pesada es la base de lo que sería el muñeco que, en un principio era una cosa inanimada y muda, algo que terminó por pasar desapercibida de tanto verla.
Un día, a alguien o a varios, se les ocurrió subir una piedra más chica a modo de cabeza y, además, pegarle otro pedazo de piedra para formar un pico. Lo demás fue fácil, se le encontró la forma de un pato y bastó con pintar el pico de anaranjado y dos círculos negros, y así quedó el ave de corral.
Un pato de piedra gigante fue por mucho tiempo distintivo para los comercios localizados en esa bifurcación: refaccionaria, dos comercios de pintura, una tienda de abarrotes, un negocio de accesorio para autos; uno de los más antiguos es la Tapicería Gil, que tiene más de 50 años y que ha pasado de padres a hijos.
Pero la figura siguió siendo la piedra muda que habían sacado durante la construcción del drenaje, y muy pocas personas lo utilizaban de referencia para señalar que tal negocio se encontraba en el crucero del pato o cerca del pato de piedra.
Al menos hasta junio de 2012, según se puede observar en la imagen capturada por Google Map, el pato seguía siendo pato.
Uno o dos años, antes (ningún vecino recuerda la fecha), algún pareidólico se cansó de ver un pato ahí, y le vio cara de muñeco de nieve, entonces, las cosas cambiaron.
Es verosímil ver un pato de piedra, incluso vivo a la orilla de la carretera, pero un muñeco de nieve es otro rollo.
Primero, porque hasta antes que a alguien se le ocurriera darle forma a esas dos piedras, era imposible la existencia de muñecos de nieve: la temperatura en Zacatepec y Jojutla baja de 40 grados Celsius a 18 o menos.
Aunque en la época de navidad y año nuevo, hay mucha gente que acostumbra adornar sus fachadas o azoteas con renos, Santa Clos y nievecitos con luces, con sombrero, bufanda y bastón:
“Muchos migrantes que viven en Estados Unidos y vienen a vacacionar adornan sus casas con esas figuras, esta idea se generalizó y forma parte de una cultura de la temporada navideña”.
Con el pasó de los inviernos, el pato se fue transformando: el pico se rompió y quedó un pedazo de cemento; luego a los muchachos se les ocurrió que podría llevar un moño rojo en el pecho y podría tener una nariz de bola. Lo demás fue fácil, repintarlo de blanco, rellenarle los ojos y finalmente dibujarle una sonrisa.
Hasta entonces este personaje, que es un bloque de hielo en el desierto, ha servido como un referente para ubicar a los negocios que se encuentran en esa margen: “Ahí, por donde está el muñeco de nieve”.
Como muchos morelense, fue una víctima más del sismo de 2017. Se le cayó la parte superior y por meses permaneció así, con la cabeza a un lado y con una mueca de espasmo.
Por fortuna los vecinos se ocuparon de él y lo volvieron a restaurar.
Quienes no conocen lo que es un muñeco de nieve pueden tener un referente con éste; y deben, además, saber que aunque se dice que su elaboración es una costumbre occidental (en Reino Unido los construyen con dos bolas de nieve y en Estados Unidos con tres), los japoneses también hacen los suyos, los llaman daruma de nieve: amontonan dos bolas de nieve y utilizan ramitas para los brazos, pedazos de carbón de leña para los rasgos faciales y finalmente se coloca un cubo para hacer el sombrero.
En Lituania, un muñeco de nieve es un ‘hombre sin cerebro’. En el invierno de 2005, para protestar contra su gobierno, los lituanos hicieron 141 muñecos de nieve cerca de su parlamento, uno para cada legislador.
El muñeco de nieve de Galeana continúa en el mismo lugar de siempre. A pesar de que tiene muchísimos meses que no lo pintan, despide el año 2022 y recibe al 2023 con una enorme sonrisa.