Nino Ascencio abre brecha en Morelos con periodismo en náhuatl

Yesenia Daniel

 

Tlaquiltenango, Morelos; 21 de septiembre de 2022. En Nino no hay titubeos ni mirada esquiva, ni resistencia a mostrar sus raíces indígenas, al contrario, Nino es un joven reportero que parece disfrutar de las cosas que hay a su alrededor sin miedos. Él es el primer reportero en Morelos que hace periodismo en su lengua materna, el náhuatl.

 

Terminar una carrera profesional no lo hizo alejarse de sus orígenes, al contrario, sus raíces fueron su principal impulso para avanzar, y el periodismo le permitió abrir esa ventana para dar a conocer en primera persona lo difícil que sigue siendo ser indígena en la ciudad; hablar náhuatl fue la llave de esa ventana.

 

Esta entrevista se desarrolla en el mercado de Jojutla, un municipio sureño de clima caliente en el estado de Morelos, ideal para el cultivo de la caña de azúcar; fue el corte de caña lo que trajo a Nino a Morelos, como miles de familias migrantes a la largo de la historia. Aunque las condiciones que los orillaron a venir no fueron las mejores, Nino encontró en Morelos un lugar para desarrollarse profesionalmente.

 

Originario de Copalillo, Guerrero, zona norte entre Iguala y Olinalá, entre la montaña y la sierra de Guerrero-Oaxaca; Nino camina como si flotara entre nubes, se ve feliz, a gusto, descubriendo, observando. Un día Nino siendo más joven, le dijo a su padre que tendría una carrera profesional, luego de varios años llegó el día en que por fin se lo pudo decir y eso ha sido una de las mejores cosas en su vida.

 

“Me di cuenta de que puedo hacer periodismo en náhuatl que lo pueda ver tanto personas que hablan la lengua materna como personas que no hablan la lengua materna, es decir, insertar textos o sub títulos para que el que no lo habla lo pueda entender con la finalidad de rescatar la lengua materna que es la lengua de México”.

 

Para estudiar su carrera Nino ahorró durante cuatro años para pagar colegiatura en una escuela particular, pues en ese entonces la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM) todavía no ofertaba la carrera de Ciencias de la Comunicación.

 

Cuernavaca diversa

 

Actualmente Nino – como le dicen su familia y amigos -, vive y trabaja en Cuernavaca, en donde ha encontrado a personas, desde niños, adultos y grandes, hombres y mujeres emigrantes de su natal Guerrero en Cuernavaca, pero aun con el temor a desenvolverse con seguridad.

 

“En Cuernavaca convergen varias culturas, vienen de varios pueblos, de la sierra de Zitlala, de los pueblos de Tamacazapa zona norte, de los pueblos de Chilapa de donde hablan náhuatl, que aquí se han asentado en Cuernavaca porque buscan una calidad de vida mejor de la que tienen en sus pueblos, por ese motivo yo también me vine para acá, porque en los pueblos hay mucha carencia, mucha desigualdad, hay rezago educativo, hay rezago en salud, hay rezago en todos los pueblos, aquí hay más oportunidades que no la hay en los pueblos, aquí tienes acceso a una educación quizá no de calidad, no de primera pero es una educación más destacada de lo que se da en los pueblos, en los pueblos no tienes acceso a internet, no tienes acceso a una comunicación en donde puedas exponer tus habilidades salvo las que te dan las condiciones de vida y de ahí si vienes a competir muchos no se quedan en las escuelas porque no tienen el nivel de educación que se necesita para entrar a la escuela”.

 

Viviendo en Cuernavaca Nino encontró personas indígenas tratando de ganarse la vida vendiendo artesanías pero marginadas, reprimidas y discriminadas por las condiciones antes descritas, Nino explica que sus compañeros tienen miedo a estar infringiendo alguna ley o reglamento por la hostigamiento de la que son objeto de parte de las autoridades municipales y por no hablar fluidamente español, por la falta de educación en sus comunidades y el desconocimiento de los derechos básicos de todas las personas.

 

La plataforma de Facebook se ha convertido en su canal de difusión, a través de su página “Soy Nino Ascencio”, el reportero comparte contenido informativo y noticioso en donde destacan las entrevistas en lengua náhuatl a indígenas hablantes, principalmente denuncias sobre abusos contra ellos por no poder vender sus artesanías.

 

Marcelino Ascencio Morales, de 31 años de edad, empleado de una empresa y reportero, emite también opiniones en su medio de comunicación, como por ejemplo cuando el Congreso del Estado de Morelos dio el nombramiento a Gabriela Marín Sánchez, como diputada indígena. La opinión de rechazo a este nombramiento fue emitida tanto en náhuatl como en español, ya que era evidente que la diputada no es indígena; diversos medios de comunicación criticaron desde este hecho hasta el haberse presentado a tomar protesta a la sede del Congreso de Morelos vistiendo una blusa que mostraba su ombligo.

 

“Hoy me da tristeza y me da vergüenza ver que en el Congreso del Estado de Morelos tomaron protesta a una mujer de nombre Gabriela Marín Sánchez, como representante de los grupos vulnerables como los indígenas, me da tristeza y me da un sentimiento que no lo puedo expresar a través de las cámaras, este nombramiento que le dieron a Gabriela Sánchez Marín, denigra los derechos de los indígenas, la señora no representa nada, no es indígena, los indígenas hemos sufrido discriminación, acoso, hostigamiento, por el simple hecho de pertenecer a una comunidad vulnerable como lo es la comunidad indígena, también reitero que en el Congreso del estado no se están valorando los derechos de los indígenas…”.

 

En cada entrevista que Nino hace a sus compañeros indígenas les explica sus derechos básicos y se ofrece a mediar en alguna situación cuando sea posible.

 

Para llegar hasta donde está, Nino sabe que sus papás hicieron un esfuerzo tremendo para que se educara más allá de la primaria, pues es sabido en su pueblo y en muchos otros lado que cuando los niños terminan la primaria es hora de empezar a trabajar en el campo o en el mercado, y en estos tiempos de violencia y criminalidad lamentablemente también son enganchados por las mafias en contra de su voluntad.

 

“Muchos niños no van a la escuela porque lo que quieren es subsistir, comer el día de hoy, mañana, por eso en los pueblos se da mucho de que si eres un niño de doce años te llevan a trabajar al mercado o al campo…no todos tienen la misma fortuna que sus papás se partan el lomo para que sus hijos estudien y los que tuvimos esa fortuna le damos gracias a Dios de tener unos papás responsables que nos sacaron adelante (…) allá se vive la violencia diferente porque allá la vida te orilla a sembrar enervantes, o a participar, o que el crimen organizado te reclute para integrarte en sus filas y es triste porque muchos niños se han perdido y son jóvenes, chavos de 15 o 16 años”.

 

Nino platica que su papá fue cortador de caña durante muchos años y no quiso lo mismo para sus hijos, con mucho esfuerzo ahorró para invertir en un negocio pequeño y probar suerte en la venta de artesanías en las playas de Acapulco, así empezó a cambiar su suerte.

 

“La discriminación más frecuente es la discriminación entre mexicanos, el que nos estigmaticen, para mi familia fue un logro indescriptible porque lo logré, venimos de una familia muy humilde, muy muy humilde, y mi sueño más grande es dirigir un noticiero en náhuatl. Ya no me ven como ese niño descalzo en el pueblo sino como un referente político, ya me ven como un líder de opinión, con más respeto”.

 

El joven reportero planea seguir haciendo crecer su canal animado por sus compañeros indígenas que lo apoyan.

 

“A las empresas no les interesa esto, por eso yo solito voy a seguir haciendo periodismo en náhuatl, porque no quiero censura. Mis principales seguidores son mis compañeros indígenas que siempre son excluidos pero aquí ellos son los protagonistas de las noticias, me gustaría en un futuro no muy lejano yo sea el impulsor de ciertos movimientos para la mejora de la población indígena, representar con orgullo mi identidad”.