La noche de las máquinas
Donde se narra la manera arbitraria, sorpresiva, ventajosa y con alevosa en que, según los vecinos, maquinaria pesada, protegida por policías, comenzó a destruir la calle Francisco Leyva, en el centro de Jojutla, por órdenes del alcalde Juan Ángel Flores Bustamante.
Por Máximo Cerdio
Jojutla. A las 23:45 horas del domingo 21 agosto la calle Francisco Leyva estaba casi en silencio, algunos comerciantes transportaban bultos con mercancía en diablos, para la venta del lunes.
Los postes arrojaban al suelo manchas de luz enferma.
Lo que ocurrió esa noche y la madrugada del 22 de agosto fue presenciado por varios vecinos, quienes advirtieron: “Sí, le vamos contar lo que pasó, pero le pedimos que no aparezcan nuestros nombres, porque él es muy vengativo».
Estaba en mi casa, preparando algunas cosas para el día siguiente cuando un familiar me avisó que estaban entrando a la calle una máquina por la esquina del Mercado, otra la calle Himno Nacional y la tercera por Francisco González Bocanegra.
Nos agarró por sorpresa. Dejamos los que hacíamos, salimos a la calle y nos paramos frente a una de las retroexcavadoras.
Días antes habíamos solicitado a la Comisión de Derechos Humanos que detuvieran la obra. Era necesario, según lo acordamos los vecinos, que todos estuviéramos de acuerdo en las modificaciones a la calle Francisco Leyva del centro de Jojutla.
Con movimientos de nuestros brazos le pedimos al operador que no avanzara, nuestra intención era dialogar con los empleados del ayuntamiento, estábamos seguros que si les explicábamos y les dábamos argumentos para que se detuvieran, entrarían en razón y se retirarían.
Los operadores y algunos encargados que andaban vigilando no nos hicieron caso, al contrario, nos mentaron la madre y nos dijeron que nos hiciéramos a un lado porque pasarían sobre nosotros, nos echaron la maquinaria pesada y tuvimos que retirarnos a la banqueta.
El motor de la retroexcavadora retumbó en la calle, y el martillo hidráulico comenzó a romper el pavimento.
Algunos vecinos prendieron su luz y sorprendidos salieron a ver qué ocurría.
Una mujer de la tercera edad y una chica con un bebé de días de nacido tuvieron que abandonar aterrorizadas la vivienda que alquilaban, no sabían lo que estaba ocurriendo.
Nosotros nos resguardamos en las banquetas, bajo los árboles, sin dar crédito a lo que estábamos viendo.
Lucero, la dueña de la ferretería Electri Gas Jojutla, llegó poco después con su hija en una cuatrimoto y la atravesó para evitar que la retroexcavadora continuara rompiendo el cemento. La máquina cesó.
Estaba muy enojada, nunca la había visto así. Se bajó de su vehículo y comenzó a reclamar:
“¡Cómo es posible que estén haciendo esto, así a media noche, como los rateros. Hay una demanda que no se puede taladrar esta calle. Mi negocio se está cayendo!”
(Conocemos su negocio, desde la calle se puede ver que está sostenido, por dentro, con polines, porque la construcción quedó afectada desde el sismo de 2017.)
En un video que ella subió a su muro de Facebook, se ve cómo pregunta a unos empleados que andaban allí supervisando, pero no le contestan, le dan la espalda y se van.
“Qué poca civilidad, qué poco entendimiento, qué poca empatía tiene nuestro gobierno ahorita con nosotros. No somos rateros, no le estamos haciendo daño a nadie, queremos seguir laborando, como ustedes. No es posible que en la noche nos esté haciendo esto y en la mañana amanezca mi negocio tirado, mi negocio está muy mal, y él lo sabe”, reclamaba.
Y desde luego que se refería a Juan Ángel Flores Bustamante, el alcalde, quien había ordenado que el domingo comenzaran a romper la calle, justamente a esas horas del día, para que quienes no habíamos aprobado el proyecto que él tenía pudiéramos evitarlo.
Días antes, un funcionario del ayuntamiento nos dijo que, por voluntad del licenciado Juan Ángel Flores Bustamante, Leyva se modernizaría: él ordenó que la calle se redujera a un solo carril, que se ampliaran las banquetas, que se pusieran arbolitos y luminarias. Querían que quedara como la calle Ricardo Sánchez; “Jojutla puede estar como Europa”, diría el edil en una entrevista del 15 de septiembre.
Todos nos opusimos, principalmente porque con la construcción disminuirían las ventas, estamos al final del año, regresando del sismo y de la pandemia y nos urgen recursos para pagar las deudas que adquirimos; propusimos otra fecha de inicio de las obras, pero Juan Ángel nunca nos escuchó, nunca nos dio audiencia para platicar personalmente sobre este aspecto.
Con base en lo que a él le parecía que era bueno para nosotros, ordenó hacer la obra, no nos preguntó, llevamos toda una vida en esta calle, muchos somos ya tercera generación de comerciantes aquí y sabemos las necesidades y de qué manera nos afecta una modificación como las que se iba a hacer.
Una de las víctimas sugirió que el presidente municipal de Jojutla comenzó la obra como parte de su campaña para candidato a gobernador de Morelos:
“No hay actividad en la que no aparezca, cualquier obra, aunque sea federal, se la adjudican, pagó para aparecer en algunas publicaciones como el mejor alcalde y la gran mayoría de medios de comunicación sólo publican cosas buenas de él; hay de aquel o aquella que diga algo en contra porque sus empleados se le van encima, es muy bueno para poner a la gente contra sus críticos”.
Mientras la retroexcavadora destruía el piso, hubo un momento en que vimos aproximarse a una patrulla de la policía. Pensamos que nos iban a defender, que la persona de Derechos Humanos a la que había solicitado que pidiera la suspensión de la obra había hablado y que los uniformados suspenderían ese atropello, pero no, tenían órdenes de detener y meter a la cárcel a quien se opusiera al inicio de las obras.
Nosotros conocemos a los periodistas y el día que llegaron las máquinas y comenzaron a romper la calle llamamos a varios, pero de todos sólo uno andaba por ahí, grabando con un celular, claro que sabemos quién es; pensamos que iba a publicar algo, pero no lo hizo, sólo vino a halconear.
Teníamos mucho coraje, frustración, tristeza.
Me acordé que Juan Ángel, en persona, con una sonrisa, nos vino a pedir permiso para colgar unas lonas cuando quería ser presidente municipal de Jojutla. Nosotros creímos en él y le dimos chance.
En todo el tiempo que llevamos viviendo aquí nunca, ningún alcalde, nos había tratado de esa manera tan violenta.
Uno no se sorprende que en su afán de conseguir o sostenerse en el poder los políticos engañen, ya sabemos cómo son, los hemos visto y hemos padecido en su administraciones, pero éste fue más allá.
Juan Ángel presume de empático, de generoso, de incluyente, de escuchar al pueblo y sus necesidades, pero es todo lo contrario.
Es un déspota, no respeta la voluntad de la gente ni ley alguna cuando quiere algo, además es hipócrita y muy, pero muy vengativo. Por eso nadie quiere dar su nombre en esta denuncia, el alcalde encuentra cualquier pretexto para vengarse.
El 15 de agosto de este año, en un medio de comunicación local, Juan Ángel aseguraría que todos los vecinos estaban de acuerdo en la modificación de la calle, pero “desgraciadamente hay una amiguita mía, que la quiero mucho, pero que tiene intereses”.
Lo que haría ahí el presidente municipal fue señalar, o “poner el dedo” a esta persona para que, en cuanto los funcionarios o empleados tengan un pretexto, “se la apliquen”, como decimos. Van a comenzar investigarla, a revisar documentos, permisos, servicios, y en cuanto puedan o la mutan o le aumentan el costo de algún servicios municipal con cualquier pretexto; no es la primera vez que pasa, es muy frecuente que hagan eso, sin contar las amenazas por redes sociales de personas que son pagadas por Juan Ángel para intimidar.
Él sigue los pasos de Graco Ramírez, a quien sirvió cuando fue gobernador y sigue sirviendo esta administración, quiere ser como él, pero no le llega ni a los talones, ni en inteligencia ni en maldad: compró a gran parte de la prensa y medios de comunicación, no sólo para promover su imagen, pues los medios que patrocina todo se lo adjudican como si de su sueldo pagara las obras y acciones, sino también para descalificar cualquier comentario, opinión o manifestación en contra que afecté su imagen, para atacar a quien le caiga mal por medio de las redes sociales por conductor de sus mercenarios.
Graco prometió que cuando acabaran el nuevo Estadio de Futbol Agustín “Coruco” Díaz, habría abundancia comercial alrededor de esta construcción.
Juan Ángel quiere “europeizar” Jojutla. En una entrevista que daría en un medio de comunicación local dijo: “La calle Himno Nacional sí va a quedar como se planeó originalmente, ya es tiempo que Jojutla tenga calles bonitas, como cualquier ciudad de Europa”.
El día que vinieron las máquinas nos quedamos despiertos, no pudimos dormir, sacamos nuestra silla y ahí nos amaneció, sorprendidos todavía, viendo desde el quicio de la puerta cómo despedazaban el suelo de la calle.
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En la actualidad, la construcción de la calle Francisco Leyva continúa. De acuerdo con los vecinos, algunos se amedrentaron y se resignaron después de la irrupción de las máquinas por la madrugada el día domingo 21 agosto; nunca hubo un convenio directo con el alcalde Juan Ángel Flores Bustamante, éste acabó haciendo lo que quería.