Rescatan del “archivo muerto” de Tlaquiltenango un documento de la época de la Revolución
Por Máximo Cerdio
Tlaquiltenango, Morelos; 13 junio de 2022. Un documento histórico y revolucionario de 1917 fue encontrado en el “archivo muerto” del ayuntamiento de Tlaquiltenango.
Se trata de un censo o lista o padrón que con seguridad tenía el objetivo de ser utilizado para leva, es decir, para el reclutamiento forzoso de civiles para integrarlos al ejército, explicó en entrevista el jefe del Departamento de Archivos, y cronista municipal de Tlaquiltenango, Azael Abdí Vázquez Román.
Es un documento descriptivo, está ordenado en renglones y columnas y ahí se consigna información sobre varones de 15 años en adelante: quiénes eran, a qué se dedicaban, cuántos años tenían, de dónde eran originarios, dónde vivían, estado civil, ocupación, si sembraban en qué campo o hacían, en las observaciones se inscribía si tenían algún defecto, por ejemplo, les faltaba un ojo, una pierna, etcétera.
Por la información que contiene este archivo de aproximadamente 15 hojas escritas de puño y letra por las dos caras, seguramente fue hecho por el Ejército Zapatista: querían saber cuántos varones había, en qué condiciones físicas estaba y cómo podría ayudar en el ejército.
Dentro de los espacio se anotaba si era “pacífico” o soldado, en este caso bajo el mando de quién estaba.
En uno de los renglones menciona a un tal Patricio Rodríguez, tiene 43 años y está al mando del general E. Zapata, no se sabe con seguridad si se trata de Eufemio o Emiliano porque el nombre está abreviado.
“Entendemos que puede ser un documento, además de histórico, revolucionario porque todos los nombres son de jefes de la Revolución, Eutimio Rodríguez, Vicente Aranda, Celerino Manzanares, Emiliano Zapata y Eufemio Zapata”, asegura el cronista de Talquiltenango.
En el padrón están incluidas las comunidades de Xicatalcotal, Hornos, Elotes, Zacatepec, San Nicolás Obispo, hoy Galeana, Tetelpa, Tlaquiltenango centro en tres demarcaciones dientes.
Asimismo, se puede observar que se consignan los campos de cultivo que los censados trabajaban: El Texcal, El Chilar, el Rollo, que a la postre del reparto agrario sobrevivieron y que en la actualidad siguen manteniendo su nombre dentro del ejido de este municipio.
El jefe del Departamento de Archivos, quien cuenta con una licenciatura en derecho y con estudios de Historia, dijo que este documento lo encontraron de manera fortuita: estaba en una caja de cartón con un rótulo de 1920-1930; sin embargo, el archivo es de 1917.
En meses pasados encontraron otro documento antiguo, también data de 1917 y fue emitido por la administración municipal y se reportó al cuartel revolucionario del vecino municipio de Tlaltizapán. La persona que recibió el corte de caja en el cuartel zapatista en Tlaltizapán fue Antonio Díaz Soto y Gama, el documento es parte de un legajo con un corte de caja de 6 meses; desafortunadamente ya está dañado por fauna.
Desde que comenzó la actual administración Vázquez Román y su equipo han trabajado en la revisión, conservación, catalogación de los documentos que hay en el archivo del ayuntamiento, y que revisan caja por caja, documento por documento, porque seguramente se van a encontrar más sorpresas como la del censo zapatista.
Abren las puertas para conocer su historia
El día 7 de junio de 2022, en el marco del día internacional de los archivos, se presentó la exposición «Rescatando Nuestra Historia», ubicada en el Archivo Municipal del H. Ayuntamiento de Tlaquiltenango, en el centro de la cabecera municipal, en la esquina de avenida Morelos y Revolución, ex sede de la presidencia municipal.
En esta muestra del Archivo Histórico Municipal se dio a conocer al público en general, algunos ejemplares de diferente temática del patrimonio documental con el que cuenta el municipio.
Se expusieron 14, y entre los importantes estaba la lista de 1917.
“El público acudió a la muestra. Vieron todos los documentos. Buscaban nombres y apellidos familiares”, relató Alejandro Rodríguez, trabajador sindicalizado del ayuntamiento, y encargado del área de Concentración del Archivo Municipal.
“Llevo muchos años trabajando en el ayuntamiento y me ordenaban que ‘acomodara’ cajas y cajas de documentos, que venían en cajas de huevo; una vez puse en los archiveros unas cajas de documentos donde se habían guardados kilos de pilas alcalinas recicladas”, afirmó.
También dijo que no sabía la importancia de estos documentos, hasta que comenzaron a encontrarlos y su jefe Azael le explicó:
“Le he contado a mis familiares y amigos todo esto, los he invitado a que vengan a la exposición, y me da mucha motivación seguir trabajando en el archivo porque son hechos importantes que ocurrieron y en la que participaron nuestros familiares, incluso”, relató.
La historia de la historia
El ayuntamiento de Tlaquiltenango se fundó el 9 de febrero del año 1825, cuando se emitió un decreto general para el naciente Estado de México para la creación de sus municipios, ya dentro del México independiente; se sabe que en el listado de ese decreto estuvo este municipio sureño, cuyas funciones públicas iniciaron el 1 de enero de 1826.
El municipio de Tlaquiltenango nació, incluso, antes que su vecino Jojutla; Jojutla se formalizó a partir del año 1847, antes pertenecía a Tlaquiltenango.
El archivo municipal de Tlaquiltenango era útil para los trabajadores a la hora de jubilarse, los documentos se fueron acumulando en la bodega en un orden mínimo; pocos o nadie entendía que este acervo se convertiría con los años en piezas de historia que contenía parte de la vida pública del municipio, aspecto importante no sólo como papelería oficial burocrática, sino como un diario social que documenta la importancia del municipio en la historia regional, pues comparado con otros de la región, Tlaquiltenango fue cabecera de zona desde la conquista.
El archivo público municipal está compuesto por documentos importantes, ya sea por su valor histórico que permite ver lo que acontecía en el municipio en el siglo IXX, XX y XXI; por ello no es raro encontrar datos del movimiento revolucionario que encabezó el general Emiliano Zapata, así como actas de cabildo recientes y no tan recientes.
Con el inicio de la nueva administración pública municipal, en enero de 2022, encabezada por el alcalde Carlos Franco Ruíz, se creó el Departamento del Archivo Público Municipal, y se nombró como encargado a Azael Abdí Vázquez Román.
Lo que otrora se acumulaba en cajas y dañados por el tiempo o por la fauna nociva propia del encierro y se trataba como “archivo muerto”, el responsable de este acervo lo comenzó a tratar como el patrimonio del pueblo tlahuica, como testimonios documentales que deben ser conocidos por la población, incluso expuestos con orgullo en un museo.
“Lo que hicimos primero fue organizar y dividir las secciones, lo hicimos por el número de habitaciones del inmueble, son siete habitaciones que están numeradas del cero uno al cero siete y estamos elaborando un inventario de lo que hay ahí, es un inventario muy general porque hay todavía archivos que se encuentran en cajas y que por las condiciones no es muy seguro abrirlo hasta que estemos mejor organizados. Hay algunos documentos que se mojaron por las malas condiciones del inmueble, sobre todo después del sismo del dos mil diecisiete”, explicó.
Azael Vázquez dijo que está contento con la importancia que el alcalde Carlos Franco le está dando a la memoria colectiva a través del archivo público, sin embargo habiendo tantas necesidades presupuestales que atender en otras áreas de primera necesidad como servicios públicos, seguridad o infraestructura, es difícil hablar de dotar de un presupuesto amplio para hacer posible proyectos de largo plazo como la creación de un museo documental, aunque hay programas de apoyo gubernamentales de los que podrían echar mano para cristalizar el proyecto.
Municipios como Mazatepec, Cuautla, Cuernavaca y Tepoztlán, han dado la merecida importancia al rescate de sus archivos históricos, por ejemplo el último en mención ha avanzado tanto en la materia que tiene su propio Centro de Documentación.
Parte del proyecto del Departamento del Archivo Público Municipal tiene que ver con la regeneración del tejido social desde el rescate de la memoria colectiva con la participación activa de la población, sobre todo de las personas mayores quienes en este corto tiempo de administración han tenido buena disposición a conversar y compartir datos e información del municipio; a partir de este ejercicio, se han expuesto ideas como la construcción de una fototeca de personajes, ciudadanos e incluso familias del municipio, así como de sucesos importantes, festividades y el paso del tiempo por lugares emblemáticos.
Habrá un museo municipal
El alcalde de Tlaquiltenango, Carlos Franco Ruiz, que tiene una maestría en Historia, dijo que está seguro que van a seguir encontrando más tesoros en los archivos.
Tlaquiltenango fue un municipio rebelde de zapatistas, contrario a Jojutla, que fue más conservador con los federales.
Reveló que en la sede del archivo se construirá un museo del municipio, para resguardar y divulgar la historia del pueblo tlahuica.
Nos aprobaron el Programa Nacional de Reconstrucción y en éste está incluido el edificio sede del archivo, así que en cuanto lo restauren vamos a convertirlo en un museo, con consultas y salas de divulgación.
Le he dado instrucciones a Azael para que busque a los descendientes de los zapatistas que aparecen en esta lista de revolucionarios de 1917, para invitarlos a que vengan al archivo histórico a encontrarse con su pasado, puntualizó.