Tlaquiltenango inicia formalmente el rescate de su archivo público municipal

Foto tomada del muro de Azael Vázquez

  • Los proyectos a largo plazo son crear un museo para exhibición y consulta de la historia documental del municipio.

 

Yesenia Daniel

 

Tlaquiltenango, Morelos; 1 de febrero de 2022. La presente administración municipal ha tomado muy en serio el rescate del archivo público municipal, ya que en la papelería que había sido olvidada o clasificada como ‘archivo muerto’ durante decenas de décadas y administraciones públicas municipales, existen documentos que dan cuenta de la historia del municipio y su gente; su rescate y valoración habla de la importancia que se le da a la identidad colectiva.

 

El archivo público municipal está compuesto por documentos importantes ya sea por su valor histórico que permite ver lo que acontecía en el municipio en el siglo 19, 20 y 21; por ello no es raro encontrar datos del movimiento revolucionario que encabezó el general Emiliano Zapata, así como actas de cabildo recientes y no tan recientes.

 

El valor del archivo municipal se centraba en la utilidad para los trabajadores a la hora de jubilarse, pero casi nadie se detenía a revisar que, lo que se fue guardando en una bodega, se convertían en piezas de historia que hablaban de la vida pública del municipio, cosa importante no sólo como papelería oficial burocrática sino como un diario social que habla del papel que ha jugado el municipio de Tlaquiltenango en la historia regional, pues recordemos que a comparación de otros municipios de la región, Tlaquiltenango fue cabecera de zona desde la conquista.

 

Sólo como dato adicional, el ayuntamiento de Tlaquiltenango se fundó el 9 de febrero del año 1825 cuando se emitió un decreto general para el naciente Estado de México para la creación de sus municipios, ya dentro del México independiente; se sabe que en el listado de ese decreto estuvo Tlaquiltenango cuyas funciones públicas iniciaron el 1 de enero de 1826. El municipio de Tlaquiltenango nació incluso antes que su vecino Jojutla; Jojutla se formalizó a partir del año 1847 y antes pertenecía a Tlaquiltenango.

 

Azael Abdí Vázquez Román, es el encargado del recién nacido departamento del Archivo Público Municipal; el presidente municipal Carlos Franco Ruíz, coincidió en que el rescate de estos documentos deben ser tratados con la importancia que merecen para que sean consultados por toda la población e incluso expuestos en un museo, siendo este uno de los proyectos a largo plazo.

 

Con el inicio de la nueva administración pública municipal hace prácticamente un mes, el personal encontró cajas con diferentes documentos, algunos dañados por el paso del tiempo y por la fauna propia del encierro.

 

“Lo que hicimos primero fue organizar y dividir las secciones, lo hicimos por el número de habitaciones del inmueble, son 7 habitaciones que están numeradas del cero uno al cero siete y estamos elaborando un inventario de lo que hay ahí, es un inventario muy general porque hay todavía archivos que se encuentran en cajas y que por las condiciones no es muy seguro abrirlo hasta que estemos mejor organizados. Hay algunos documentos que se mojaron por las malas condiciones del inmueble, sobretodo después del sismo del dos mil diecisiete”, explicó Azael Vázquez.

 

En los documentos almacenados hay una sección denominado “histórico” y por el momento el más antiguo data del año 1917, que emitió la administración municipal y que se reportó al cuartel revolucionario del vecino municipio de Tlaltizapán; Azael Abdí detalló que de hecho, la persona que recibió el corte de caja en el cuartel zapatista en Tlaltizapán fue Antonio Díaz Soto y Gama, el documento es parte de un legajo con un corte de caja de 6 meses; desafortunadamente ya está dañado por fauna.

 

El titular del área también comentó que el tratamiento de la documentación oficial tiene un procedimiento específico, pues esta área no solo se ocupa de la situación histórica sino también de la que tiene que ver con asuntos legales, fiscales, contables o administrativa, basados en leyes de la administración pública y del acceso a la transparencia.

 

Azael Vázquez se dijo contento de la importancia que el municipio le está dando a la memoria colectiva a través del archivo público, sin embargo habiendo tantas necesidades presupuestales que atender en otras áreas de primera necesidad como servicios públicos, seguridad o infraestructura, es difícil hablar de dotar de un presupuesto amplio para hacer posible proyectos a largo plazo como la creación de un museo documental, sin embargo en este sentido el funcionario destacó programas de apoyo gubernamentales de los que podrían echar mano para cristalizar el proyecto.

 

Municipios como Mazatepec, Cuautla, Cuernavaca y Tepoztlán, han dado la merecida importancia al rescate de sus archivos históricos, por ejemplo el último municipio en mención ha avanzado tanto en la materia que tiene su propio Centro de Documentación.

 

En el caso de Tlaquiltenango el nombramiento de Azael Vázquez Román, ha sido acertado por su notable interés en el rescate de la historia y memoria de su municipio; antes de éste, su primer encargo público, el joven que aún no cumple los 30 años de edad ha publicado de manera independiente, folletos y pequeñas publicaciones de índole diversa pero entre las que se encuentran el glifo de Tlaquiltenango, también ha participado de manera altruista en talleres, conversatorios y encuentros de Historia local fomentando el interés entre jóvenes y grandes por la historia; estudió un período en la Escuela Nacional de Antropologia e Historia (ENAH) y actualmente estudia la carrera de Derecho en la Escuela de Estudios Superiores de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM).

 

Parte del proyecto de la unidad administrativa tiene que ver con la regeneración del tejido social desde el rescate de la memoria colectiva con la participación activa de la población, sobretodo de las personas mayores quienes en este corto tiempo de administración han tenido buena disposición a conversar y compartir datos e información del municipio; a partir de este ejercicio se han pensado ideas como la construcción de una fototeca de personajes, ciudadanos e incluso familias del municipio, así como de sucesos importantes, festividades y el paso del tiempo por lugares emblemáticos.