Exigen justicia para Ana Lilia en Huitzilac
La protesta continúo en el zócalo de Cuernavaca
Por Leticia Villaseñor
Huitzilac, Morelos, México; 4 de abril de 2021. En punto de las 12 horas, los sellos de “No pase” (colocados como medida preventiva por la pandemia del Covid-19) de la pequeña plaza cívica de Huitzilac fueron traspasados. Sobre la fachada del palacio municipal, a tan solo una veintena de pasos de la plaza fue colocada una manta blanca “Justicia para Ana, Huitzilac”.
La joven de apenas 16 años fue reportada como desaparecida el pasado 21 de marzo en el municipio norteño, que colinda con la Ciudad de México. Una semana después, las autoridades localizaron el cuerpo de la víctima dentro de una cisterna que, a decir del fiscal general Uriel Carmona Gándara, primero fue estrangulada y posteriormente arrojada a la cisterna de una casa.
Las mujeres, jóvenes en su mayoría, así como familiares de Ana Lilia y diversas colectivas, declinaron la realización de una marca de unos seis kilómetros que iría del poblado natal de la víctima hasta la cabecera municipal.
Pero la convocatoria fue cancelada debido a la falta de condiciones, ello debido a que la localidad es considerada como “foco rojo” en el estado de Morelos, y el último mes se ha visto convulsionada por ecos violentos.
Por ello la marcha derivó en concentración en la explanada cívica, que colinda con la iglesia local. Ahí colocaron flores, veladoras, listones morados, pancartas y una gran manta blanca sobre el quiosco con la leyenda “Huitzilac feminicida”.
El rito de justicia y la canción icónica de la lucha feminista “Sin miedo” retumbó en el lugar, a veces en franca competencia con el sonido local de la iglesia, que a la misma ora realizaba la celebración eucarística del Domino de Resurrección.
Al final del acto llegó el padre de Ana Lilia. Con sumo nerviosismo agradeció el apoyo, explicó que no podía revelar más detalles para no entorpecer las indagatorias pero pidió a todas las familias a estar muy atentos a las compañías de sus hijos “esto ya está muy cabrón, vean por lo que estamos pasando”, dijo.
Tras el breve mensaje las manifestantes se quitaron el listón morado, símbolo de la lucha contra la violencia hacia las mujeres, y lo amarraron al metal del quiosco.
Por la tarde, en Cuernavaca, la capital morelense, otra manifestación se realizó en la plaza principal del estado, la Plaza de Armas, donde eran esperadas por grupos antimotines, luego de los desmanes realizado el pasado 8 de marzo donde los llamados bloques negros causaron destrozos y vandalizaron el Palacio de Gobierno.
Pero la concentración, de tono pacífico que llegó al sitio con sus vestimentas negras y moradas, cargando sus pancartas, con niños de la mano y ataviados con paliacates morados y gritando sus consignas, solicitó permiso a uno de los uniformados para ingresar a la Plaza, lo cual les fue negado por lo que bloquearon la calle de Gutenberg, a un costado del lugar.
Pocos minutos después, un hombre quitó una de las vallas y sin presencia policiaca alguna, las manifestantes ingresaron a la explanada donde colocaron cruces rosas con flores, pintaron sobre el pavimento algunas consignas y la leyenda reiterada del clamor de justicia ante el feminicidio de Ana Lilia y de una veintena de casos más registrados en la entidad el presente año.
A mitad de la explanada, frente al Palacio de Gobierno donde despacha el jefe del Ejecutivo estatal Cuauhtémoc Blanco Bravo, se pronunciaron para que las autoridades estatales y las de uitzilac cumplan con la Alerta de Violencia de Género, decretada en el estado desde el 10 de agosto de 2015, sin que se haya dado cabal cumplimiento a lo establecido.
“Ana Lilia, estamos aquí para ser tu voz, la voz de todas aquellas a las que han violentado, desaparecido o asesinado”, expresó una de las manifestantes.
México es un país que abandona a las mujeres, es un país misógino, no se indigna por nuestras desapariciones, por nuestras hermanas. El caso de Ana Lilia no es aislado, ese mismo día tres mujeres fueron asesinadas en Quintana Roo, continuó la joven.
“Las autoridades no nos cuidan, nos violentan y asesinan”, sentenció otra más en tanto eran observadas por varios parroquianos quienes permanecieron a la distancia, sin sumarse ni pronunciarse. Finalmente el acto terminó con un aplauso para las víctimas.