Agoniza el fotoperiodismo en Morelos
El fotoperiodismo ha muerto simplemente porque ya es imposible considerarlo un trabajo. Las publicaciones ya no pagan por un reportaje fotográfico y, en todo caso, no sería un reportaje en toda regla porque por lo general hablamos de un trabajo ilustrado.
NEIL BURGESS
Por Máximo Cerdio
Cuernavaca, Morelos, México; 12 de abril de 2021. El oficio del fotoperiodista está destinado a desaparecer. Al menos en Morelos, una gran cantidad de quienes lo ejercían han muerto o han cambiado de oficio para poder sobrevivir.
En la mayoría de los periódicos y en los medios de comunicación que emplean plataformas electrónicas no exigen fotos periodísticas, basta con que los reporteros manden una imagen de celular para complementar una nota, asegura Jorge Medina Palomino, fotoperiodista con cuarenta años de oficio.
De acuerdo con el padrón de Becas para hijos de Periodistas, que concentra a la mayor parte de reporteros y comunicadores en la entidad, de más de 100 “periodistas”, en Cuernavaca sólo quedan seis reporteros gráficos activos: Froylán Trujillo Hernández, Margarito Pérez Retana, Luis Flores Escobedo, José Antonio Rivera Valdivia, Jorge Medina Palomino y Silvia Lozano Venegas. A todos hice la invitación para participar en este reportaje, pero sólo aceptaron Tony Rivera y Jorge Medina.
¿De dónde o qué?
Laura Ahmed y Susana Bermúdez en “Programa Medios en la escuela”, explican que la introducción de la fotografía en la prensa a fines del siglo XIX cambió la visión de la realidad. La publicación de fotografías permitió a los lectores de periódicos acceder a realidades lejanas y ver los rostros de personajes públicos. En 1880, se publicó por primera vez una fotografía en el New York Daily Graphic y pronto se sumaron más periódicos que incorporaron material fotográfico. En el siglo XX, el fotoperiodismo se desarrolló gracias a los avances técnicos de la fotografía; la producción y distribución se fue profesionalizando y se fundaron las primeras agencias fotográficas que agruparon a los fotógrafos que trabajaban para diversos diarios. Los reporteros gráficos comenzaron a tener protagonismo al “capturar” imágenes de guerra y acontecimientos que llegaban a los lectores de las grandes ciudades. En 1936 apareció en Estados Unidos la revista LIFE, compuesta principalmente por fotografías. El impacto visual de esta publicación produjo que la prensa ya no se pudiera pensar en hacer periodismo sólo con palabras.
En la aulas
Para Laura Ahmed y Susana Bermúdez el fotoperiodismo tiene como objetivo representar y comunicar a través de fotografías determinados acontecimientos, personajes, temáticas o sucesos.
Una definición contemporánea que incluye a los medios impresos y audiovisuales, la ofrece V. Hudec, citado por Jorge Claro León en “Los géneros fotoperiodísticos: aproximaciones teóricas“:
“Por periodismo entendemos conjuntos de expresiones escritas, habladas, fotográficas o de combinación mutua destinadas a interpretar la realidad social de actualidad, y que mediante su difusión ejercen un impacto sobre un público socialmente diferenciado. El periodismo orienta a ese público, formula y expresa sus opiniones, su concepción del mundo; le ofrece una explicación de los fenómenos contemporáneos en toda su multiformidad. En consecuencia, la labor periodística y los mensajes elaborados y difundidos en los medios industriales de información, nunca son neutros ni gratuitos, en tanto promueven una intencionalidad casi siempre persuasiva; la información y las opiniones emitidas afectan e influyen en la adopción de criterios y en el comportamiento de los integrantes de nuestra sociedad.
Para el maestro Medina el fotoperiodismo tiene como objetivo mostrar a la población o a quien ve a tu trabajo lo que sucede realmente por medio de la fotografía, todo esto con la mayor honestidad, es decir, que la denuncia sea una realidad creíble. Por eso siempre he pensado que la fotografía tiene que ser tajante, cruda, objetiva, toda una responsabilidad y reto para el reportero gráfico.
Tony Rivera, por su parte, apunta que el objetivo principal del fotoperiodismo es comunicar por medio de imágenes, dar a conocer una noticia en una sola fotografía o una historia a través de un reportaje gráfico. Mover sentimientos con la realidad que se vive en el mundo. Mostrar en una sola imagen todo un contexto noticioso, que el espectador por medio de esa fotografía comprenda la relevancia del suceso ya sea de carácter político, social.
“Los elementos básicos en una imagen noticiosa son: ser actual, identificar el lugar donde se realiza, elementos informativos, por ejemplo personajes involucrados, ser siempre objetiva, buscar elementos que ayuden a la comprensión del suceso que se está informando, técnica fotográfica”, explica.
Enrique Villaseñor García, en Géneros fotográficos fotografía, fotoperiodismo y fotodocumentalismo (UNAM, 2011), cita a Jacob Bañuelos, quien describe de manera breve las cualidades básicas que debe tener la imagen producida por el fotoperiodista: grado de iconicidad; grado de figuración; grado de complejidad; grado de normalización; carga connotativa; carga denotativa; grado de polisemia; pertinencia al texto, y valor estético o fascinación.
Entregan cualquier chingadera
Medina Palomino asegura que el reportero que trabaja con fotografías de celular ha desplazado al reportero gráfico. Al empresario le conviene despedir al fotoperiodista y darle unos pesos al reportero para que entregue fotos tomadas con su móvil. Entregan cualquier chingadera y las editan y con eso salen del problema; no son periodistas quienes piden estas fotos, piensan que la imagen sirve sólo para ilustrar una nota, la fotografía periodística es como una nota, todo debe estar ahí, en la imagen, asegura.
“Es una excusa barata esgrimida por la inmensa mayoría de los medios de comunicación para ahorrar costes. Porque documentar gráficamente es más caro y más difícil que escribir, la fotografía solamente puede ser producida en el lugar de los hechos, mientras que he conocido a periodistas literarios consagrados que escriben a kilómetros de distancia. El fotoperiodismo tiene más sentido que nunca en un mundo coaccionado por la propaganda y la mentira, porque es más fácil engañar con la palabra que con la imagen, aunque también haya imágenes monstruosas creadas para manipular y mentir”, critica Gervasio Sánchez, Premio Nacional de Fotografía de España y ganador del premio Ortega y Gasset de periodismo gráfico, citado por Jorge Carrión en su artículo publicado en The New York Times “¿Todavía tiene sentido el fotoperiodismo?”
Los mejores tiempos
De acuerdo con Tony Rivera los mejores años del fotoperiodismo en Morelos han sido dependiendo la época, por ejemplo cuando don Lucio Lara, Jorge Medina, Tizoc Cuellar, Fernando Soto, Rafael Bahena, por mencionar algunos, trabajaban con negativos sin las comodidades que existen hoy. Además de un trabajo de riesgo era una profesión con mucho conocimiento en fotografía, ¡ellos sabían exponer! No sólo enfrentaban el riego mismo del trabajo, también tenían que sortear el envío de material a las redacciones o el revelar los rollos, no contaban con la tecnología que hoy contamos.
Jorge Medina es optimista y asegura que los mejores instantes como fotoperiodista han sido muchos, en diferentes lugares y momentos, por lo que no podría decir qué etapa o época de este “escabroso pero satisfactorio trabajo ha sido mejor”.
También dijo que en las buenas épocas los fotógrafos reales eran los que “se la rifaban” en los conflictos y enfrentamientos. Los riesgos de los actuales “surtidores” de fotos son mínimos ya que durante este tipo de eventos “no se acercan al fogón” como antes, ya que el medio para el que se trabajaba y el amor propio te orillaba a estar siempre ahí en el epicentro de los desmadres.
Nuevas generaciones
No hay formación para fotoperiodistas. Es cierto que hace cuatro o cinco años, el maestro Tony Rivera impartió un taller de fotografía a varios reporteros que estábamos interesados en el fotoperiodismo, pero fue muy básico; algunos continuamos con este aprendizaje por medio de tutoriales y libros.
Años, antes (2014), siendo rector de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos Alejandro Vera (hoy prófugo de la justicia por peculado), se le planteó que los reporteros y fotoperiodistas diéramos talleres a los alumnos de la universidad de las careras de comunicación o afines, para que profesionales de la comunicación compartieran su experiencia práctica. La propuesta nunca fue aceptada.
En 2011 hubo en Cuernavaca una serie de talleres, conferencias y exposiciones sobre fotoperiodismo de un proyecto llamado “Fotos Septiembre”. Algunos reporteros quisieron continuar con esta iniciativa cada año, pero el festival terminó en exposiciones mediocres pagadas por el gobierno.
La relación de los fotoperiodistas de a pie con los estudiantes ha quedado en pláticas esporádicas en las universidades; no ha habido retroalimentación.
¿Qué se ha perdido o se va a perder con la desaparición del periodista gráfico?
Según el maestro Medina, en Morelos al igual que en todos lados el fotoperiodismo ha perdido mucho, ya no hay compromiso ni social ni profesional, desde que en los medios de comunicación les dieron a los reporteros un celular; ahí empezó el debate del fotoperiodismo nato, ya que hoy día aquellos reporteros que criticaban y hasta menospreciaban al reportero gráfico cayeron en la “todología” y se convirtieron en camarógrafos, sin serlo, obligados por las circunstancias y su medios de comunicación. Por lo que me atrevo a decir que los reporteros gráficos, los reales, los natos que había en Morelos y en todo el país se encuentran en peligro de extinción y que si observamos los diarios o las redes sociales, son puras fotos chatas sin creatividad periodística, solo fotos de registro.
Tony Rivera, por su parte, considera que sin el reportero gráfico perderíamos una parte fundamental del periodismo, no sólo en impresos ahora también en redes sociales y una forma diferente de informar a la sociedad, una verdad contada con fotografías, una realidad sin ser manipulada, una opción más para los lectores.
La realidad incompleta
Antes de que se inventara la cámara fotográfica y que sugiera el fotoperiodismo, los hechos noticioso se documentaban por medio de la escritura y con recreaciones a tinta, lápiz o con óleos o acuarelas, pero éstas no eran una forma inmediata de reproducir la realidad, se escapaban muchos elementos de lo que podría ser el hecho o la realidad o el hecho histórico o la verdad objetiva o formal, como se le quiera llamar.
La imagen fotográfica que capta el fotoperiodista es compleja y permite un conocimiento más amplio y real del hecho significativo, su ausencia impide documentar de manera gráfica el instante expuesto en la realidad inmediata y sus circunstancias, que imposibilitan el conocimiento más amplio del hecho histórico o hecho periodístico.
Con una versión fragmentada del hecho, la “realidad” o la “verdad” será más manipulable.
Nota. Jorge Medina Palomino tiene 40 años como fotoperiodista, 30 en Morelos. Trabajó en Televisa, Programa 60 Minutos, Diario de México, Agencia Lemus, Agencia Sifa, estos en la Ciudad de México. En Morelos trabajó en el periódico el Universal, como free lance en la Agencia EFE, en el periódico El Nacional, en la revista Proceso, en la revista Sur Proceso, fue jefe de fotografía en El Universal Puebla. Es director de la revista La Imagen expresión fotográfica de Morelos y página digital en Facebook y revista digital La Imagen.
José Antonio Rivera Valdivia estudió en la Escuela Activa de Fotografía, Estado de México; y en EFTI, Centro Internacional de Estudios en Fotografía y Cine, en Madrid, España. Reportero Gráfico y Fotoperiodista para la Organización Editorial Mexicana OEM, Sol de Cuernavaca, Revista política La Caña, Editorial Libertas, Revista Newsweek, Periódico Maseual, Periódico Morelos Habla, colaborador de la agencia de noticias Associated Press, Corresponsal Agencia Española EFE y reportero gráfico en la Unión de Morelos. En la actualidad es director de fotografía del Gobierno del Estado de Morelos.