Elogio mínimo a un maestro Manuel, ¿se hace así?

Foto: cortesía

 

Por Gabriel Páramo

 

Sueño con serpientes  Con

 serpientes

 de mar            Con

 cierto mar, ¡ay! de serpientes      Sueño

 yo                                         

“Sueño con serpientes”, Silvio

 Rodríguez

 

 

Un amigo me avisa ayer, 4 de marzo de 2021, de la muerte de Manuel Pérez Miranda. La noticia, no por esperada es menos impactante, porque sin importar cualquier accidente en la relación con el maestro de redacción periodística por excelencia para múltiples generaciones de la Escuela de Periodismo Carlos Septién García, el profesor fue parte crucial de mi vida estudiantil y del desarrollo de una vocación tardía por la actividad que ha sido el eje de mi vida profesional (¿Recuerdas, Manuel, cuando me devolvías los textos corregidos con tinta roja?)

Decir que Pérez Miranda me enseñó a escribir no alcanza para hacer justicia de la importancia que tuvo su figura como maestro, porque más que muchos otros aprendizajes, el de escribir está íntimamente relacionado con el de pensar con claridad, al menos para un grupo de seres humanos que, como yo, centramos nuestras ideas en la oralidad que se plasma visualmente con un conjunto de signos gráficos (“Paramito: concisión”, escucho murmurar a MPM al leer este párrafo).

Al principio de la carrera no estaba absolutamente seguro de haber elegido bien. En 1975, recién salido de un colegio particular masculino y apenas 17 años estaba lleno de dudas y una certeza: debía estudiar una carrera. ¿Cuál? Sociología, tal vez; o Historia (pero, irónicamente, detestaba la idea de ser profesor). Fidel Samaniego, a quien yo admiraba porque escribía muy bien y sabía mucho de libros, me dijo: “Estudia en mi escuela, está padre”. (“Gabriel, describe, no califiques” MPM)

Así, entré a la Septién no muy seguro de que Periodismo fuera la carrera y conforme empezaban las primeras clases, también iba creciendo una idea: no quiero ser reportero. Entonces, las clases de algunos profesores, pero en particular las de MPM me empezaron a mostrar que ser periodista era mucho más, y con más ramificaciones, que ser reportero de diario (“Páramo, escribir es traer al lector a tu lado, dejarlo que vea con tus ojos” MPM).

Clase tras clase, Pérez Miranda fue moldeando en mí y otros afortunados la capacidad de expresión escrita profesional y asombrosamente moderna, incluso para parámetros actuales donde jóvenes muy jóvenes creen estar descubriendo el periodismo de contar historias y otras monerías que, me da gusto informar, ya forman parte de la profesión desde hace décadas (¿O no, Manuel, tú que te caracterizaste de pordiosero y recorriste las calles de la Tabacalera para escribir una crónica?).

Algunos profesores, además de enseñarme saberes, me mostraron lo que encierra el magisterio. Manuel Pérez Miranda desglosó para mí lo que un maestro debe tener y desde que empecé a dar mi primera clase, hace unos 30 años, solo me queda preguntar en cada ocasión: “Profe Pérez Miranda, así se hace, ¿verdad?”

 

 

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Sobre el autor: Gabriel Páramo es profesor, ensayista, articulista, escritor y periodista en la Ciudad de México, y expléndido vecino ocasional del sur de Morelos.

 

 

 

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Boletín oficial de la Escuela de Periodismo Carlos Septién

 

Manuel Pérez Miranda nació en Mixcoac, Distrito Federal, en 1932. Estudió meteorología en la Fuerza Aérea Mexicana de 1949 a 1951. Cursó la carrera de periodismo en la Escuela Carlos Septién García de 1953 a 1956. Fue reportero fundador de la revista Señal (1954). Estuvo becado por el Instituto de Cultura Hispánica, Madrid (1957), para tomar el “Curso de Documentación para Periodistas Hispanoamericanos”. En México, dirigió el semanario “Informaciones Exclusivas” (1958-63).

 

Fue maestro de géneros periodísticos de tiempo completo (1962-83) en su alma máter y director de su Escuela de 1984 a 2001. En ese periodo, impartió con docentes de la Escuela cursos de actualización periodística en Durango, Morelia, Pachuca, Tuxtla Gutiérrez, Tapachula, San Cristóbal de las Casas, Oaxaca, entre otras ciudades del país. Volvió a ocupar la dirección del plantel de 2004 a 2006. En 2007, fue electo presidente de la Asociación Cultural Carlos Septién García, A.C., de la cual depende jurídicamente la Escuela del mismo nombre.

 

En 1981 publicó el libro La entrevista en prensa, obra que tuvo una segunda edición en 1986 y una reimpresión en 1989 por la editorial Pablo de la Torriente en La Habana, Cuba. Bajo el sello de Ediciones Septién, publicó en 2009 Origen de los géneros periodísticos y literarios. Breve historia de la crónica y, en 2012, El parlamento de los pueblos. Historia de la Escuela de Periodismo Carlos Septién García 1949-2011, en su segunda edición.