Denuncian prácticas de corrupción de verificentros y altos costos en la SMyT

Placas de Guerrero2

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Por los altos costos y falta de verificentros, reemplacan en Guerrero

Por Máximo Cerdio

Cuernavaca, Morelos, México; 21 de enero de 2021. La falta de verificentros en Morelos, los obstáculos que ponen para verificar, lo costoso de los trámites y la corrupción que impera en estos lugares ha ocasionado que muchas personas reemplaquen en vecino estado de Guerrero.

Así lo dieron a conocer gestores y usuarios que fueron afectados por centros de verificación en la entidad.

Yosimar Pérez V. explicó que en esta administración aumentó la solicitud de clientes para reemplacar en Guerrero. Realizaba más de 25 trámites al mes en el vecino estado, los más recurrentes eran obtención de licencia y reemplacado.

Dijo que en Morelos hay pocos verificentros, dan citas muy espaciadas y fuera del municipio donde el solicitante vive, los aparatos que verifican se descomponen, se hacen colas de muchas horas y el costo de los trámites son muy altos:

“Por ejemplo, una licencia de Morelos por cinco años sale en 860 pesos y en Guerrero en 300 pesos. Ponerse al corriente en Morelos sale muy caro”, dijo.

También afirmó que en muchos casos todas estas trabas que ponen los responsables de estos verificentros tienen como finalidad cansar al usuario para que, por una “mordida”, obtengan sus documentos de verificación, incluso sin que el auto pase por las máquinas verificadoras.

Pérez V. también aseveró que muchos usuarios de autos y motocicletas no tienen tiempo para hacer estas colas de horas y prefieren no regularizar su situación o dar mordidas o contratar los servicios de un gestor, aunque desde que el año pasado se decretaron medidas de seguridad por la aparición del coronavirus en nuestro estado, la gestoría ha bajado a más de 50 por ciento.

El caso de Francisco

Entre estos casos de corrupción está el de Francisco, quien relató su experiencia en estos términos:

A mediados de diciembre pasado, mi patrón me pidió que fuera a verificar su coche, un Centra 2004, recién afinado. Nos metimos a hace una cita virtual y no había verificentros en Cuernavaca, por lo que nos dieron cita veinte días después y nos fuimos a Cuautla al Centro de Verificación Vehicular CVV1711 en 3a.Cerrada Flores Magón 1, colonia Otilio Montaño. El coche no pasó, por lo que nos dieron una nueva cita y regresamos, antes llevamos a revisar el coche y todo estaba bien. En la segunda cita en Cuautla el carro tampoco pasó.

Un yerno me platicó que tenía un conocido que podía pasar las verificaciones; su nombre era Joseph. Nos dio su nombre y teléfono y lo contactamos un miércoles.

Nos dijo que el “brinco” costaba 1 mil 800 pesos, pero que tendríamos que pagar el costo de la misma, que eran poco más de 500 pesos. También nos comentó que él trabajaba en la Secretaría de Movilidad y Transportes de Plan de Ayala.

Yo le avisé a mi patrón y me dijo que sí, que la multa por no verificar era de 1 mil 300 pesos.

Joseph me citó al día siguiente, a las 10 de la mañana en el Centro de Verificación Vehicular Vicente Guerrero CVV1713, localizado en la avenida Vicente Guerrero número 1422, colonia Lomas de Cortes.

Llegó puntual y estaba afuera del verificentro de Vicente Guerrero. Cuando me identificó me dijo que lo siguiera unos metros y me llevó con un muchacho que también lo estaba esperando; éste me dijo que tenía que ir a una papelería que queda muer cerca de ahí para  alquilar una máquina y sacar la cita en línea; le dije que sí.

A los 5 minutos regresó con la cita. A las 10.15 era mi cita en el verificentro de Vicente Guerrero.

Llevé mi coche a la entrada , lo dejé para que lo metiera y me mandaron a la caja; cuando pagué un poco más de 500 pesos, le dije al cajero que yo tenía “trato especial”, como me habían indicado Joseph y me revivieron mi pago y me dieron un documento.

Esperé tal vez una hora y mi choche, que había sido rechazado dos veces en Cuautla, salió bien y me entregaron la constancia de verificación y los demás documento.

Salí del verificentro y Joseph me estaba esperando. Le di los 1 mil quinientos pesos, como habíamos quedado.