Semáforo Educativo

El pizarrón y la butaca. Opinión*

 

Cunde la incertidumbre en la mente del conductor…saber que va a llegar a la esquina más transitada y con los últimos segundos que detienen el semáforo en verde aparece de pronto la interrogante: el semáforo en amarillo es para detenerse a
esperar el rojo o el aviso de que puedes aún pasar a toda velocidad porque
alcanzaste el verde y de último segundo cambió al amarillo o transitar aquella
avenida que se distingue porque su semáforo tarde una eternidad en espera y solo
unos segundos en permitirte el paso.
Así, el piloto azteca al mando de su bólido secretarial circula de avenida en avenida
en la gran ciudad donde trata de encontrar respuestas de cómo evadir las calles con
mayor tráfico y circular por aquellas que -bendito el tiempo- aun no cuentan con
semáforo alguno, sabe eso sí que debe evitar ciertos paseos en colonias de alta
crispación social que puedan generarle un conflicto, así entre semáforos y cuidar su
bólido, el piloto azteca llega a los pits cada mañana donde a su bien aceitado equipo
de mecánicos les comenta lo que ha descubierto a su paso, señala errores de
combustión escolar y compara su andar automovilístico nacional frente a las
escuderías internacionales que transitan en otras gran urbes.
Doscientos tres días (de marzo en adelante) han pasado desde que el piloto azteca conductor de la escudería tropical había decretado que las carreras de autos escolares irían a descanso adelantado en lo que él y su séquito de mecánicos, ingenieros y
representantes de los socios del dueño de la escudería encontraban la respuesta y
enviaran las primeras señales a los demás responsables de los circuitos estatales
donde corren diversas categorías de automóviles escolares, sabedor que algunos
circuitos automovilísticos del mundo han sido abiertos parcialmente para las
prácticas de tiempo instruyó a su equipo cercano seguir lo sucedido en el orbe y
anunciar que en el territorio mexica pronto se abrirían las pistas escolares para que

dos vuelvan las carreras escolares recordando esperar a que el semáforo esté en verde
para arrancar con la fase de pruebas donde de manera ordenada concurran los autos
y sus pilotos escolares a dar las vueltas de reconocimiento, sin embargo en el país
del “hágalo como pueda” algunos socios de escuderías regionales han determinado
que las carreras no comenzarán sino hasta el siguiente año y que la escudería
ubicada frente a la brisa marítima donde se corre el circuito campechano transita en
la incertidumbre de hacer o no las carreras de prueba qué sugiere el piloto azteca,
quien además en un acto de bondad ha señalado que la vuelta al circuito escolar en
los territorios será voluntario y que al final de la temporada todos los participantes
tendrán sus puntajes sin distingo alguno.
En el circuito tlahuica tampoco pintan bien las cosas, por un lado el socio a cargo
ahora convertido en piloto de carreras trata de que su fama de antaño como goleador
nacional le permita mantener a flote lo encomendado por el voto popular envuelto
en la consigna de atrapar a los responsables de los desfalcos de las anteriores
temporadas y que sus colaboradores no se le adelanten en los siguientes comicios
por realizarse con el continuo cambio de camisetas entre las escuderías
participantes, ocupado en ello a dejado a la deriva el auto escolar encomendado al
jefe de ingenieros educativos que ocupado en colocar a su hija como integrante de
la nómina de la escudería solo replica las instrucciones emanadas desde los pits
gubernamentales del orden nacional y deja al ingeniero básico a construir con fotos
continúas y firmas de colaboración su próximo enroque como corredor principal en
el circuito municipal cañero alejándose del propósito oficial de llevar a los autos
escolares a los primeros lugares del circuito nacional aunque estén lejos siquiera de
clasificar en las pruebas preliminares esto por omitir los esfuerzos de ingeniería
docentes que al interior que han sorteado la pasividad que origina por un lado la
programación de carreras televisivas y la ausencia de una estrategia estatal que ha
sido sorda y ha dejado solos a quienes han construido propuestas acordes a los
escenarios donde día a día corren por la carrera de la vida.
Dado en el circuito tropical y tlahuica en el día 203 de la pausa automovilística por
el COVID.
* Francisco Román