El Naufragio Educativo
El pizarrón y la butaca. Opinión*
Como otros tantos desastres en nuestro tiempo, el hundimiento del sistema educativo nacional surge en un escritorio. Anunciado como la ruta de salvamento escolar ante el colapso mundial del Covid-19 que mantiene desde el 23 de Marzo del 2020 el cierre de las Escuelas en México la Estrategia de Aprende en Casa 1 y 2 ha dado como resultado que el “Titanic” Escolar se encuentre a la deriva después de chocar contra ese monstruo invisible del virus y trae de vuelta en una singular analogía la película del hundimiento del navío a partir del choque con el iceberg que rasgó el costado de estribor del llamado «insumergible » provocando en escasas horas su hundimiento.
Así, los efectos de la pandemia han golpeado nuestro maltrecho sistema escolar al mando del Capitán Azteca, un hábil oficial que había ya comandado el Yate del Guardadito y que a pesar de tener en su haber el hundimiento de la flota ardilla(que habitaba en los pinos) como ViceAlmirante en años anteriores fue designado en la encomienda escolar de llevar a buen puerto el más grande navío gubernamental integrado por 30 millones de escolares y un millón doscientos mil trabajadores. Hoy después de meses de la llegada del Temible COVID-19 las acciones educativas en consecuencia mucho asemejan a lo acontecido en aquellos gélidos mares tras el choque del iceberg con el Titanic, aquí al igual que el navío previo a su hundimiento, el buque escolar navegaba sin tomar en cuenta lo sucedido con otros navíos de las naciones del orbe encaminado a llegar a con menor tiempo que los navíos educativos de años anteriores al puerto del progreso y conocimiento y para ello había dispuesto un singular nombre para el buque insignia que denominaría “Nuevo Buque Educativo Mexica ”.
El Capitán Azteca al igual que los pasajeros de primera clase del Titanic que recordemos en las escenas cinematográficas se hallaban disfrutando las fastuosas cenas donde embriagados del poder de su clase solo atinaron a escuchar el ruido y movimiento que interrumpieron por unos minutos su alegre fiesta y los brindis festivos en el barco sin saber el trágico final que le ocurriría a la embarcación, aquí en tanto sabedores de que el virus recorría Europa y las Escuelas allá procedían a cerrar y arrancar el confinamiento la tripulación a cargo del Nuevo Buque Educativo Mexica desoían esas noticias y continuaban su navegación nuestro en el de por si atribulado mar- ahora-tropical donde el Capitán Azteca se dedicaba noche a noche a presentar las bondades del nuevo navío que no sólo llegaría en menor tiempo al progreso sino que lo haría de la mano de un nuevo humanismo que sería impregnado por el regreso de las cartas cívicas e históricas que le brindarían a la tripulación y a los escolares pasajeros.
Al igual que aquella noche donde el iceberg rasgó la coraza de acero del Titanic el virus comenzó a inundar de manera silenciosa la gran ciudad, el Capitán Azteca envió el telegrama en forma de tuit que anunció que debido a el crecimiento exponencial del temible COVID y en aras de no provocar la confusión y temor que alejara a sus oyentes convocó a sus primeros oficiales a presentar la ruta para que la llegada del Covid-19 no tomara desprovistos a los pasajeros escolares y la tripulación docente dando la primera instrucción escolar que fue adelantar la vacaciones previstas para dos semanas después del anuncio que dejó como resultado un clima de incertidumbre entre los incrédulos pasajeros que no atinaban a magnificar el daño que se aproximaba, agotada esta primera acción al grito de niños y mujeres primero el Capitán Azteca anunció la entrega de millones de correos electrónicos para activar los botes cibernéticos que fungirían como salvavidas, y al grito de sálvese quien pueda de pronto al desesperación cobró eco, una segunda acción fue impulsada desde el Puerto donde confluyen los dineros y ahora enviaron cientos de horas del imperio televisivo para mantenerse a flote en lo que llega el Carpanta Escolar a recoger a los sobrevivientes.
El titánic escolar se hunde y a pesar de ello su Capitán que aspira a dirigir una pequeña isla el próximo año, se presenta como el salvador escolar que a pesar del daño que la naturaleza ha impuesto y aún se desconoce los efectos que tendrá en la tripulación magisterial y los pasajeros escolares el con llamados telegráficos informa al Almirante en turno y a sus oyentes que ha logrado sortear el vendaval, sin embargo no a lo lejos se escuchan múltiples historias que ha provocado la soledad el confinamiento como en medio del mar y aquellos sobrevivientes que se aferraban a los trozos de metal y madera para mantenerse a flote, hoy sobreviven en casa tratando de sortear el coletazo de la falta de acciones escolares acordes a su realidad y que cuando el efecto de la pandemia se haya controlado surgirán los esfuerzos estoicos de marinos magisteriales y pasajeros escolares que lograron implementar acciones sensatas para llegar a buen puerto.
Dado en Ciudad y Puerto de la República Tropical.
Día 195 de la travesía en confinamiento por el COVID.
* Francisco Román