Cuernavaca: entre la contaminación por el río Apatlaco, el coronavirus y el alcalde Antonio Villalobos
El alcalde se resiste a cumplir resolución de un juez federal que lo obliga sanear el río Apatlaco, pero gasta millones en promocionar su imagen porque quiere reelegirse
Ha entregado permisos de construcción ilícitos a constructoras que edificaron condominios que vierten sus aguas negras en las barrancas
Por Máximo Cerdio
Fotografía Máximo Cerdio
Cuernavaca, Morelos, México; 7 de septiembre de 2020. En el contexto de la próxima contienda electoral en la que se elegirán ediles y diputados, algunos acaldes, entre ellos Antonio Villalobos Adán, gasta el dinero del erario en obras de “relumbrón” como remodelaciones, limpieza, pre inauguraciones, inicios de obras y demás acciones que no son fundamentales para el medio ambiente ni para los habitantes, para posicionar su nombre, en vez de dar cumplimiento a una orden de un juez federal que lo obliga a sanear las aguas del río Apatlaco que es una fuente de contaminación para los pobladores de Cuernavaca.
No conforme con esto, el edil ha otorgado permisos ilegales a empresas constructoras que han edificado condominios con centenares de departamentos en San Antón y en Chulavista, que descargan directamente sus aguas negras a la barranca de Analco, donde pasa el río Apatlaco.
Un panorama contaminado
En Cuernavaca, existen por lo menos 13 mil descargas de aguas residuales al rio Apatlaco, según estimaciones de la empresa Estrategas de México, S.C. El ayuntamiento tiene esos datos; y lo respaldan reportes de especialistas de la Universidad Nacional Autónoma de México, los cuales calcularon más de cinco mil descargas clandestinas.
En Morelos, 80 por ciento de las descargas que las plantas de tratamiento realizan al río Apatlaco no tienen ningún tratamiento, son descargas directas a las barrancas y al río.
El secretario ejecutivo de la Comisión Estatal del Agua (Ceagua), Moisés Agosto Ulloa, dio a conocer el 1 de septiembre de este año en un evento oficial en Cuautla, Morelos, que de las 69 plantas de tratamiento que hay en Morelos sólo operan 60 por ciento, las otras trabajan a medias.
En el mejor de los casos, a las aguas negras les vierten un poco de cloro que no remedia en lo más mínimo, según el abogado ambientalista Austelio Mendoza Andrade.
El problema se agrava con llegada del Covid-19, porque hay al menos un reporte de que en la capital de Morelos, el agua vertida al río Apatlaco puede estar contaminada con este virus y se desconoce si en este contexto haya una forma transmisión del coronavirus por vía aérea (gotículas).
La resolución y los responsables
El 14 de marzo de 2019, la jueza Cuarta de Distrito del Décimo Octavo Circuito Judicial en el Estado de Morelos, con sede en Cuernavaca, Griselda Sáenz Horta, ordenó en el expediente 17/2016 la aplicación de medidas cautelares en un juicio civil en el que la Federación de Asociaciones de Colonos del Estado de Morelos, FACEM. A.C., a través de la firma legal Mexican Consulting & Development S.C., ejercitaron una acción colectiva difusa por la contaminación de las aguas del río Apatlaco, y dio un plazo de 15 días a los alcaldes y a los titulares de organismos operadores de agua potable para que identificaran los lugares donde hubieran descargas de aguas contaminadas.
Después dio 30 días, se debía clausurar las descargas y sustituirlas por servicios de drenaje y alcantarillado.
Según Austelio Mendoza, ésta es la primera vez en México que por medio de una acción colectiva difusa se logra al mismo tiempo una certificación de procedencia y una resolución en donde se decretan medias cautelares.
Los ayuntamientos promovieron amparos, apelaciones y otros recursos contra la certificación, pero finalmente no prosperaron.
“Nuestro objetivo era detener la contaminación; los ayuntamientos se opusieron a ello”, afirmó el abogado.
Esa resolución derivó de una acción colectiva planteada desde 2016, en la que los quejosos pedían resarcir el daño ocasionado por la contaminación por descargas de aguas negras al río Apatlaco y mantener la protección de la cuenca y los ecosistemas de las barrancas que lo rodean.
Así, la jueza ordenó la aplicación de medidas cautelares contra diez municipios de Morelos: Cuernavaca, Huitzilac, Zacatepec, Puente de Ixtla, Jiutepec, Emiliano Zapata, Temixco, Xochitepec, Jojutla y Tlaltizapán.
Los responsables de primer grado fueron los organismos operadores de agua potable (como el Sistema de Agua Potable y Alcantarillado de Cuernavaca o SAPAC y sus similares en los municipios restantes), los presidentes municipales de los diez municipios, los regidores de los cabildos y éstos.
De acuerdo con el abogado ambientalista Austelio Mendoza Andrade, una de las particularidades de estas acciones colectivas es que fincan responsabilidad económica tanto a los organismos como los operadores, el cabildo y la presidencia municipal, como entidades y también en lo individual, es decir a las personas responsables de esos organismos o instituciones: directores de los organismos operadores, regidores y alcaldes.
Además, quienes ocupen con posterioridad esos cargos también serán responsables de las acciones de remediación y saneamiento de las aguas del río.
Desobedecen
En marzo de 2019, según consta en los autos en el expediente 17/2016, fueron sancionados varios acaldes por desobedecer la orden de la jueza de Distrito, entre otros, Alfredo Domínguez Mandujano, de Tlaltizapán, Mario Ocampo Ocampo, de Puente de Ixtla y Fernando Aguilar Palma, de Emiliano Zapata.
Se les impuso como multa de 500 unidades de medida de actualización (UMA), equivalente a más de 42 mil pesos.
Los titulares de los organismos operadores de agua potable de esos tres municipios también fueron sancionados con igual medida.
Además hubo una advertencia de que si no cumplían con la resolución, es decir, garantizar que no haya más contaminación en el río, se les sancionaría con una nueva multa similar.
En ese entonces los ayuntamientos de Huitzilac, Temixco, Cuernavaca, Zacatepec y Jiutepec solicitaron al juzgado una prórroga de 30 días hábiles para identificar las zonas de descargas de aguas negras o residuales a la cuenca del río Apatlaco. Esos 30 días se convirtieron en un año, porque los abogados han retrasado el procedimiento y no ha cumplido ni siquiera con este primer grupo de medidas cautelares.
Jojutla y Xochitepec habían informado que cumplieron con la identificación de las descargas, pero no presentaron un mapa de los lugares, y si no lo entregaban en un término legal serían sancionados.
Según el abogado ambientalista, en junio de 2019 todas las autoridades estaban notificadas y alineadas y debían comenzar a cumplir con las medidas: con la identificación y geolocalización de descargas de aguas existentes y después con la construcción de la infraestructura necesaria para canalizar esas plantas de tratamiento.
Los ayuntamientos mandaban informes parciales de los levantamientos que hacían, eran recibidos por la juez y ésta ordenaba una inspección al lugar de las descargas, en donde participaban el Instituto Mexicano de Tecnología del Agua (IMTA), la Conagua, un actuario, personal autorizado del municipio y los actores y sus abogados, entre otros.
Los ayuntamientos la vieron fácil. Localizaron un o dos descargas y las pusieron en un plano y las mandaron, pero el juez verificaba y era información no sustentada e incompleta y los apercibía para que precisaran, ya que podían incurrir en falsedad en declaraciones judiciales. Los ayuntamientos entonces pidieron más tiempo a la jueza y ésta se los concedió.
El ayuntamiento de Huitzilac es un caso aparte; no contestó. Luego que en 2019 se les multó con 80 mil pesos, comparecieron y argumentaron que no pasaba el río Apatlaco en su territorio y que además ellos tenían autonomía y se manejaban por usos y costumbres.
A finales de 2019, sólo el ayuntamiento de Xochitepec había dado cumplimiento a una de las dos medias: identificación y geolocalización de descargas de aguas existentes, e iniciaría con la segunda: la construcción de la infraestructura necesaria para canalizar las descargas y llevarlas a una plantas de tratamiento.
Los demás municipios han postergado el procedimiento con prácticas dilatorias.
El covid-19 agrava la situación
Mendoza Andrade explicó que justamente en la fase de exigir el cumplimento a los ayuntamientos se presentó el coronavirus, y los responsables se escudaron en ello para incumplir.
Científicos de Japón y de Europa reportaron que hay covid-19 en las aguas residuales, pero no se sabe si existe un mecanismo de propagación del virus a través de las aguas residuales contaminadas, si se genera un mecanismo de dispersión, explicó.
Eso coincide con algunos reportes de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), en donde consta que hay un mapeo y que 78 por ciento de las muertes por covid-19 se localizan en un polígono que va desde el río Santiago hasta el rio Coatzacoalcos. Es decir, hay una relación muy cercana entre el agua de los ríos y el covid-19.
En Cuernavaca tenemos ese problema de contaminación de las aguas residuales que van a dar al río, todas esas micropartículas viajan por medio de pequeñísimas gotas y suben al aire que respiramos los pobladores, lo que puede ser una vía de contaminación de virus para quienes habitamos en la ciudad.
En virtud de esta circunstancia, en el mes de julio de este año, se promovió en el juicio principal un incidente para que se modificaran las medidas cautelares en virtud de la pandemia por el coronavirus y la posibilidad de un gran riesgo de infección.
Es decir que apresurara a las autoridades responsables en la identificación y geolocalización de descargas de aguas existentes y en la construcción de la infraestructura necesaria para canalizar las descargas y llevarlas a una plantas de tratamiento; lo cual se debería realizar de manera eficiente por el gran riesgo de contaminación.
Se hizo valer el principio de precaución o “in dubio pro natura”, en donde si hay una duda técnica de afectación se debe proteger a la naturaleza.
En la demanda incidental del juicio civil 17/2016, se argumenta:
“Ahora bien, se ha determinado por los académicos que el ambiente (definido como la atmósfera o aire que se respira o rodea a los seres vivos), es un medio de transmisión o propagación del virus, en donde se puede utilizar por dicho mecanismo biológico tanto las micropartículas (véase: https://www.gob.mx/inecc/documentos/coronavirus-sars-cov-2-contaminacionatmosferica-y-riesgos-a-la-salud), como las microgotículas (provenientes de fuentes contaminadas que utilizan el principio de un mecanismo aspersor, vr.g. aguas residuales en movimiento o en cascadas, inundaciones por el temporal de lluvias, estornudos, etc.). Cuestión que ha sido estudiado y concluido en los estudios que se citaron en el capítulo de hechos de esta demanda incidental, y que fundamentan esta solicitud. Asimismo, al presentar el estado de Morelos presenta una orografía muy particular, fomenta los desniveles y la existencia de caídas de agua naturales y artificiales desde y sobre el río Apatlaco. Lo anterior, se ve exponenciado al encontrarnos en plena temporada de lluvias, pues aumenta el movimiento del recurso hídrico, maximizando su contacto con el ser humano, lo que eleva considerablemente el riesgo en la salud de la colectividad”.
El juez admitió a trámite el incidente, notificó a las autoridades responsables y ordenó al Instituto Nacional de Salud Pública por conducto de la dirección de Salud Poblacional, que rinda informes la Conagua, Ceama, el IMTA; de esta manera, el asunto ambiental pasó a ser un tema de salud pública.
Ya hay informes que constan en el expediente en poder del juez federal, rendidos por el Instituto Nacional de Salud Pública en donde éste reporta que al día de hoy no se tiene certeza de que exista transmisión del coronavirus por vía aérea, “sólo hay dos estudios que aseguran lo contrario. Se requiere mayor información y validación por los pares para poder tenerlo como cierto. Nosotros emitimos como recomendación que las aguas deban ser debidamente tratadas y en su caso se utilice el sistema de ozono para nulificar cualquier efecto que se pudiera dar”.
Ésta, es la última actuación en el juicio, de acuerdo con abogado ambientalista Austelio Mendoza Andrade.
El juzgador, en su momento y con base en los informes y argumentos de las partes en el juicio, va a resolver si se modifican o no las medidas cautelares.
Cuernavaca
El SAPAC contrató a la empresa Estrategas de México, S.C. para hacer censos y, en general para realizar la cobranza, estos censos los hacían con el dato de identificación de la casa, algunas tenían contratos de agua pero les faltaba el de saneamiento, así determinaron qué casas estaban contaminando, después hicieron sondeos en las barrancas y cruzaron esa información.
A través de un mapeo determinaron por aproximación que había cerca de 13 mil descargas de aguas residuales al rio Apatlaco.
Hay descargas residenciales, también descargas masivas ocasionadas por la falta de funcionamiento de los ramales y plantas de tratamiento que no funcionan o no funciona en su totalidad.
Las descargas masivas se ocasionaron cuando se comenzaron a construir los colectores que no sirvieron, porque no terminaron las conexiones a las plantas tratadoras de agua; en vez de meter un cárcamo se les hizo fácil desviar y verter el agua en el río.
Hay cerca de 10 ramales donde hay colectores en la ciudad de Cuernavaca que no funcionan, uno de los más importantes pasa por la zona del Club de Golf, desde Amanalco trae bastantes contenidos. Esa empresa le dio también a SAPAC o al ayuntamiento toda esta información, tienen un mapa, tiene ortofoto satelital, muy exacto porque empalman la foto, la cartografía, los datos de catastro, la información del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). Tienen ubicadas las descargas y los ramales pero no han hecho nada.
“El jurídico de ayuntamiento detiene a información para no abrir el tema, porque por ejemplo si se avisa a la jueza que detectaron diez ramales descompuestos ordenaría la clausura. Las autoridades apuestan al cansancio de los movimientos sociales, siempre ha sido así”.
El número total de descargas de aguas residuales al río Apatlaco es incalculable, pero se están generando condiciones que vayan llevando a lograr la finalidad, que es cancelar las descargas, apunto el abogado.
La Conagua, la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) y la Ceagua fueron llamados a juicio en últimas fechas, antes de llamaros les pedimos información porque los ayuntamientos afirmaban que habían denunciado las descargas de agua a estos organismos. Los llamaron a juicio y en su informe contestaron que no había denuncias de descargas.
En su momento, la jueza dijo a los titulares de estos organismos que buscaran el modo de enmendar la contaminación.
En octubre del año pasado Conagua fue buscar al secretario general de gobierno Pablo Ojeda y le pidió que convocara a las autoridades responsables: operadores, alcaldes, regidores, a esas de trabajo, los convocan a la primera sesión con la Conagua.
De acuerdo con el portal del gobierno del estado (http://gobierno.morelos.gob.mx/noticias/acompana-gobierno-del-estado-conagua-y-municipios-para-atender-al-saneamiento-del-rio), el 8 de diciembre se realizó la primera reunión de trabajo con el secretario de gobierno y representantes de las autoridades responsables. Allí, Conagua dijo que les iba a ayudar, pero los jurídicos pensaron que les iban a dar dinero; no fue así, Conagua los invitó que presentaran sus proyectos y los harían llegar a la jueza: muchos no regresaron.
Conagua tiene cero fondos para este proyecto, pero meses después de la reunión organizó cuadrillas de inspección para detectar descargas. Visitó condominios, colonias, y empezó a delimitar dónde estaban esas descargas para iniciar los procedimientos, la regularización.
En noviembre del año pasado el abogado ambientalista platicó con el acalde Antonio Villalobos Adán, le planteó el problema y dijo que estaba dispuesto a colaborar directamente con SAPAC. No cumplió.
SAPAC quería la información de todos los condominios, las licencias, etcétera, pero como no lo consideran una autoridad, cuando pide a la Secretaria de Desarrollo Urbano municipal alguna información no se la envían. Por ejemplo, solicitó le informaran si dentro de los procedimientos de autorización o licencias les imponían la obligación de sanear las aguas residuales para no descargarlas en las barrancas; nunca les dieron esa información.
Hace como un mes, tuvimos una reunión finamente y estuvo presente la empresa Promotora Acuario, S.A. de C.V. que entró al proceso como ‘Amicus curiae’, la cual dio a estos funcionarios una probable solución para descontaminar el agua. Los funcionarios del ayuntamiento y del SAPAC le dijeron: ‘mándame una propuesta y las cotizaciones´, salimos de la reunión y no se volvió a hablar más del tema.
El abogado ambientalista relata que con posterioridad a la reunión lo invitaron a una inspección en la cañada y le confirmaron que ya en el jurídico de SAPAC habían comenzado con la campaña de localizar descargas: visitaron cartuchos, empresas y empezaron ir a los condominios, a las empresas constructoras que estaban edificando, es decir, a revisar documentación.
Es obvio que Conagua se está moviendo con la intención de generar multas, revisar y regularizar, pero no están en el tema de supervisar si las plantas de tratamiento funcionan correctamente y cuántas descargas tienen, ni de mitigar o de sanear, están trabajando para sacar dinero, no para sanear el río Apatlaco.
“La autoridad política tiene un doble discurso, dice sí estoy tratando, sí estoy preocupado, pero la realidad es otra”, aseveró Mendoza Andrade.
No conforme con esto, el edil ha otorgado permisos ilegales a empresas constructoras que han edificado condominios con centenares de departamentos en San Antón y en Chulavista, que descargan directamente sus aguas negras a la barranca de Analco, donde pasa el río Apatlaco.
Como corolario a esta serie de omisiones y pretextos, el alcalde Antonio Villalobos ha otorgado permisos ilegales a varias empresas constructoras que han construido condominios conformados por centenares de departamentos en San Antón y en Chulavista, que descargan directamente sus aguas negras a la barranca de Analco, donde pasa el río Apatlaco.
Los políticos de medio pelo y sus promesas
El saneamiento de las barrancas y del río Apatlaco han sido y siguen siendo las promesas más recurridas por los políticos, incluyendo los de medio pelo como el actual regidor César Salgado Castañeda que durante su campaña hacia la regiduría juró dejar las aguas limpias para beber.
En enero de este año, el reportero Héctor Raúl González en el portal Bajo Palabra dio cuenta de que el regidor presentó un proyecto que consiste en arrojar sustancias químicas a los cauces. El costo era de 1 millón de pesos por cada punto donde se vertieran los químicos y una operación anual de 600 mil pesos. En las inmediaciones de la Barranca Tepeyahualco, en la Colonia Sacatierra el químico industrial Carlos Vichido Báez mostró el funcionamiento de los químicos, cuyas características específicas no fueron dadas a conocer a los asistentes, entre los que se encontraban especialistas, vecinos y autoridades.
Daniel Morales, ingeniero químico e investigador de la UAEM, expresó los tratamientos químicos, como el propuesto por Salgado Castañeda, se dejaron de utilizar hace décadas y que actualmente solo funcionan para limpiar albercas.
Una solución viable
Austelio Mendoza Andrade pormenorizo que durante el proceso que se ha seguido, se propuso una solución viable.
Una empresa mexicana denominada Promotora Acuario, S.A. de C.V. da tratamiento de aguas con biotecnología, se acercó y planteó que para el saneamiento del río el modelo de las plantas de tratamiento tradicionales ya había fracasado, las millonarias obras de las plantas de tratamiento no resolverían el problema en Cuernavaca hay barrancas de 15 metros de profundidad, meter una planta de tratamiento ahí implicaría afectar la barranca y realizar una millonaria versión que no es muy forme y puede colapsar. Lo que esta empresa propuso es el principio de la fosa séptica, en torres de aceleración se replica el funcionamiento del río. Si uno está arrojando materia que contamina el río, que no sea en las cantidades enormes como ocurre en las barrancas de esta ciudad, el río filtraría esos desechos con el movimiento y la oxigenación, y sanearía naturalmente las aguas. Ellos pretenden acelerar la corriente del río, con la propia gravedad, sin gastar dinero en electricidad, por medio de unas torres de “aceleramiento” o de “tratamiento”. Estaría afuera del río, en una especie de cuadrado, con un registro de un metro ochenta centímetros, se clava a nivel tierra, se genera una pendiente al desagua. El agua entra y comienza a tratarse como un sistema que la empresa desarrolló y acaba con bacterias, haciendo todo el trabajo, para que al final se desagüe hacia el río cumpliendo con la norma, no como ocurre en la actualidad que son descargas directas de aguas negras al río.
Todos los que están realizando descargas directas se conectarían a ese registro o a esa torre.
En la actualidad en al algunos casos hay colectores de aguas negras pero no sirven y la descarga se realiza directamente de ahí a los ríos. Estos colectores quedaron obsoletos porque se basan en el mismo mecanismo que las plantas de tratamiento.
Fue un proyecto ejecutivo que pagó Fundación Río Arronte y se aplicó en el sexenio de Marco Adame.
Esta propuesta fue resultado de la intervención de esta empresa mexicana en una modalidad denominada “amicus curiae” o amigos de la corte: cualquier persona que tenga una opinión técnica o válida para encontrar un mecanismo de solución sobre el caso puede comparecer en juicio y ser oído por el juez; y la empresa de referencia se presentó con el proyecto que se ha descrito.
La solución propuesta ha funcionado en casos similares en Argentina y otros países.
La idea con las autoridades responsables es convenir la posibilidad de que se trabaje con biotecnología y mecanismos alternos, que sean eficientes y tengan bajos costos para que los ayuntamientos hagan el tratamiento de las aguas y el proceso que se requiere para sanearlas.
En Argentina esto se ha probado con mucho éxito. Generan especies de fideicomisos y excluyen a la autoridad de la administración de la cuenca; asimismo se impone a esta autoridad la obligación de proveer con recursos. Los integrantes del comité técnico de este organismo operador o administrador de la cuenca son ciudadanos en su mayoría académicos que definen las condiciones necesarias para que el fideicomiso pueda funcionar y cumplir con su objetivo que es el saneamiento de las aguas de la cuenca.
En Cuernavaca se pueden crear parques lineales y hacer una recuperación de la zona, generar valores y recuperar la vegetación, como como lo hizo Alfonso Sandoval Camuñas cuando fue alcalde; esto genera también reactivación de la economía, porque pueden ser atractivos turísticos.
Siete 7 mil millones de pesos a la basura o en la bolsa de funcionarios
Durante la administración de Felipe Calderón en la presidencia de México y de Marco Antonio Adame Castillo en la gubernatura, se puso en marcha el programa de la Recuperación de la cuenca del río Apatlaco. La inversión millonaria se estima que fue de 7 mil millones de pesos y se supone que se construyeron plantas de tratamiento y colectores o ramales que al hay día de hoy fracasaron porque no funcionan en su totalidad y el agua sigue muy sucia y ha empeorado.
En el Informe de avances de la Comisión de Cuenca del Río Apatlaco del Instituto Mexicano de Tecnología del Agua, publicado en la gaceta de este instituto en octubre de 2009, consta que en 2008 se había ejercido 4 mil 392 millones de pesos y para 2012 se ejercerían un total de 1 mil 423 millones de pesos, derivado de un plan estratégico que incluía 332 acciones para sanear el río Apatlaco.
Epílogo
En la memoria de los viejos de la colonia San Antón, antes de San Antón Analco y más antes Pueblo de Analco, el agua es clara, tiene un sabor límpido y los adultos, jóvenes y niños se bañan en ella.
Muchos iban a pescar y era muy frecuente ver especies endémicas de animales bebiendo en sus orillas.
Debajo de la caída de agua de El Salto, los fines de semana las familias se congregan para descansar o jugar y consumir antojitos.
En tiempo de lluvia el verde es intenso y el agua cae, con su gravedad pétrea, muy alegre, desde varios metros de altura sobre una posa grande.
Cantando, el agua viva bajaba por sobre las enormes piedras y algunas raíces de los ahuehuetes y amates que abundaban en las márgenes.
Ahora y desde hace varios años, el río Apatlaco es casi un cadáver. Carga en sus entrañas veneno, no hay humano ni animal que pueda beber esta agua enferma.
Los peces desaparecieron hace muchos años y los animales huyen de sus orillas.
En el recuerdo de los viejos el río se va evaporando y en la memoria de los habitantes más jóvenes de la Colonia San Antón, el Apatlaco es algo que nadie quiere conocer porque huele a muerte.