‘Mochibolcha’ lanza edición limitada de cubrebocas por el mes patrio
La marca ‘Mochibolcha’, Mochilas, bolsas y chalecos, oriunda del municipio de Tlaquiltenango sacó a la venta la edición limitada de cubrebocas con motivo de las fiestas patrias
Yesenia Daniel
Tlaquiltenango, Morelos; 23 de agosto de 2020. Empresarios pequeños, grandes, en solitario o asociados han tenido un duro golpe con la pandemia de coronavirus, muchos bajaron cortinas, otros recortaron personal, disminuyeron producción o quebraron, otros tantos usaron el bache económico como una oportunidad para renovarse o innovar sus productos o servicios; Mochibolcha, una marca oriunda de este municipio que se ha mantenido en el mercado desde hace 20 años, ha sorteado la crisis con la producción de cubrebocas, elemento esencial como método de protección en esta crisis sanitaria.
‘Mochibolcha’, es la contracción de Mochilas, bolsas y chalecos, un proyecto de estudiantes preparatorianos que fue retomado por la familia Ovelis Aranda, aprovechando las capacidades de costura de la jefa de la familia, Gloria Aranda, y los conocimientos en química para teñir telas de Ixchel Ovelis.
El proyecto original fue la elaboración de mochilas y bolsas hechas a base de una tela resistente, cuidando el medio ambiente y los costos de producción, la manta fue la mejor opción y es la materia prima que siguen usando a la fecha.
En 20 años recorridos, Ixchel Ovelis, explica que el crecimiento de la empresa fue muy rápido, con sus ventajas y desventajas; habían pasado menos de dos años de cuándo habían nacido y en un abrir y cerrar de ojos, ya estaban participando en expo ventas en la Ciudad de México, con compradores de talla mundial, fue ahí donde se dieron cuenta que estaban compitiendo en el mercado de accesorios de textiles a nivel global.
Los inicios, vendiendo en el tianguis
Con tres modelos básicos, Mochibolcha inició la venta de sus productos, consiguieron un permiso para vender en el tianguis del pueblo, les prestaron unas rejillas y expusieron sus productos: bolsas tipo morral, mochilitas y monederos, sus clientes fueron haciendo crecer la empresa, la familia Ovelis Aranda modificaban y mejoraba sus productos al gusto del cliente y en poco tiempo la variedad se fue ampliando.
Un día nos invitaron a una expo a la Ciudad de México, pero ¡imagínanos! Nosotros sin tener conocimiento de nada de ventas a ese nivel, mucho menos de mercado exterior, ni que teníamos que cotizar costos de envío, nada de nada pero estábamos bien felices porque íbamos a México a una exposición grande, sólo nos recomendaron que lleváramos la lista de precios en inglés y español, y datos generales de nuestra empresa; y así llegamos, bien sencillos, cargando una bolsa negra con nuestros productos, y veíamos que había productores grandes, de marcas conocidas, con unos stands muy bonitos, todo bien empresarial; cuando nos tocó mostrar nuestro producto nos vieron unos españoles, empezaron a ver todas las bolsitas que llevábamos, pidieron precios, nos dicen ‘fabuloso, vamos a hacerles el pedido tal día’; y bueno, nosotros salimos así como ‘ok’, cuando salimos de ahí la gente que nos acompañaba estaba tan contenta que nos empezaron a aplaudir, al mes de esto nos hablaron y nos pidieron 10 mil piezas. Los españoles que nos habían visto eran de la marca El Corte Inglés, relató Ixchel.
Al pedido de El Corte Inglés se sumó otro gran pedido de la cadena Walmart para sus tiendas Vips a nivel nacional, para Mochibolcha fue una lluvias de emociones contrastantes, era fantástico que estuvieran teniendo esa proyección, que su producto fuera apreciado fuera de Morelos, pero a la vez preocupados, eran – y siguen siendo – una empresa familiar, no tenían la capacidad de la demanda que estaban teniendo. Como pudieron entregaron el pedido y siguieron otros que demandaban más trámites como registros de marca, código de barras, etcétera pero decidieron hacer una pausa y enfocarse al mercado nacional pues ya tenían una cartera de clientes muy sólida y constante.
Los colores amarillo carbonil, rojo, fucsia, azul irasol, negro, marrón, azul turquesa, rojo, verde limón, naranja y natural, son característicos de la marca, hace 20 años cuando iniciaron, Ixchel que es ingeniera química, buscó colorantes para teñir la manta, después el mercado de textiles se fijó en que Mochibolcha usaba y teñía las telas con estos colores y empezaron a venderlas ya teñidas. La marca fue pionera en el mercado de manta teñida.
En su crecimiento la empresa tlahuica ha participado en diferentes programas de apoyo de financiamiento o difusión, sus productos se venden en muchos lugares del país; la mochilita tipo morral se vende muy bien, por ejemplo en el mercado guatemalteco, en las zonas de playa; pero en 2017 inició una racha económica mala, generada por la inseguridad y la violencia de las bandas delictivas, muchos de sus clientes ‘fuertes’ tuvieron que cerrar sus tiendas y dejaron de hacer pedidos, luego en ese mismo año vino el sismo y ahora la pandemia.
Innovando con los cubrebocas
En abril pasado Mochibolcha incursionó en el mercado de cubrebocas. Poco tiempo antes algunos de sus compradores les cancelaron pedidos porque todo se cerraría, el gobierno pidió a la población no salir de casa y evitar las actividades no esenciales, el comercio que no fuera de comestibles, farmacia, refacciones de vehículos, entre otros pocos, tuvo que cerrar tiendas en lo que pasaba el pico de contagios; en este escenario la demanda ahora era la elaboración de cubrebocas.
Hicimos toda una investigación de mercado, checando telas, buscando patrones y trazos de cubrebocas porque nosotros no teníamos idea de medidas, nunca los habíamos hecho. Y finalmente sacamos nuestro cubrebocas con dos filtros de algodón y uno de tela quirúrgica que evita el paso de las partículas, y empezamos a vender.
Con la pandemia y las políticas de uso del cubrebocas en espacios públicos, la fabricación ha ido en aumento, y por el característico humor del mexicano de reírse de las desgracias, surgieron diseños graciosos desde los tipo comic, de animales, chic, con mensajes para alguna causa o personalizados para empresas, negocios o instituciones de gobierno, y obviamente las celebraciones sociales no podían pasar desapercibidas para la marca.
Cada ocasión es una oportunidad
La edición limitada del cubrebocas de fiestas patrias consta de 300 piezas diseñados por Ixchel Ovelis, es una pieza en color uniforme negro con bordado en colores que van desde dichos populares hasta imágenes icónicas como la muñequita queretana ‘Lele’, o el chile verde. El cubreboca es lavable, con las mismas características de sus otros productos, con un costo de 90 pesos.