De las veces que alcaldes o representantes de elección popular “bautizaron” obras hechas con recursos públicos con sus nombres

 

La alcaldesa de Zacatepec, Olivia Ramírez Lamadrid, nuevamente fue objeto de críticas por instalar paraderos en donde su nombre se pone a la par de referentes históricos como la iglesia de Santiago Apóstol, el ingenio azucarero o el estadio de fútbol.

 

Yesenia Daniel

 

Zacatepec, Morelos; 7 de agosto de 2020. La presidenta municipal de Zacatepec, Olivia Ramírez Lamadrid, fue objeto de críticas nuevamente por escribir su nombre en una obra pública, realizada por supuesto con recursos públicos, en esta ocasión fue en uno de los paraderos en donde la gente podrá esperar el transporte público; la ocasión anterior bautizó una calle recién inaugurada en la colonia Poza Honda.

 

De acuerdo con la información del propio municipio se planea instalar 22 paraderos distribuidos en todo el territorio cañero, desde los límites con Chiverías hasta los límites con el vecino municipio de Jojutla; argumentaron que por la pandemia del virus sarvs-cov-2 estos paraderos tienen paneles que marcan la sana distancia entre persona y persona, además de que están construidos con lámina y plafón de madera que ayudará a los habitantes a resguardarse del sol intenso de la zona, con un diseño que incluye los íconos del municipio y que son la Iglesia de Zacatepec, el estadio de fútbol y el ingenio azucarero, en el diseño no resistieron la tentación de colocar también el nombre de la presidenta municipal con todo y profesión, “Profa. Olivia Ramírez Lamadrid”, dice en los costados.

 

Ésta no sería la primera ocasión que la alcaldesa, la primera mujer en gobernar el municipio cañero, cae en la tentación de que su nombre pase a la historia, aún y cuando ni siquiera ha concluido su mandato, de hecho, apenas tenía cuatro meses en el cargo cuando bautizó una calle con su nombre, calle “Profra. Olivia Ramírez Lamadrid” en la colonia Poza Honda, según refirió aquella ocasión, fueron los habitantes de esa calle quienes pidieron que le pusiera su nombre, sin embargo meses después el cabildo no aprobó que la calle se llamara como ella, pues es de mencionar que el nombre de las calles no se colocan por decisión presidencial sino por una junta de nomenclaturas eligiendo principalmente personas o personajes históricos o actos de relevancia social, que hayan aportado generalmente un bien a la comunidad, pero nunca nadie ha puesto él o ella misma su nombre a una calle ejerciendo aun las funciones de representante público. El que una calle lleve el nombre de una persona viva o muerta, es una distinción a petición del pueblo.

 

A pesar de que el municipio en su información fue muy explícito en detallar la composición de los materiales que se usaron para la construcción de los paraderos y el discurso de apoyo en esta pandemia, no mencionó para nada el por qué incluyó el nombre de la presidenta, pues sólo hacen referencia a los íconos sociales e históricos.

Olivia Ramírez Lamadrid no ha sido la única representante de elección popular que ha sucumbido a la tentación de que sus nombres sigan presentes en la memoria del pueblo para continuar su carrera política; en su momento el alcalde de Tlaquiltenango, Enrique Alonso Plasencia (2015-2018), plasmó su nombre en letras doradas, literalmente, y de gran tamaño en un mirador en el cerro de la colonia 3 de mayo “Alonso”, parecía llamarse ese lugar, así también incluyó su inicial –la letra E-, como un escudo de la realeza en la portada de la Feria del pueblo de la Candeleria en febrero, también en color oro.

 

Su amigo y colega político, Fidel Demédicis Hidalgo, también tuvo por unos días la biblioteca pública con su nombre tras ser reubicada y remodelada, sin embargo en este caso el nombre tuvo que ser quitado porque las bibliotecas son subsidiadas por los gobiernos federal y estatal, por lo que los nombres no se cambian a gusto de los alcaldes, pues ya hay un catálogo oficial con los nombres de estos lugares que se dedican principalmente a gente que tuvo que ver con la Educación o alguna fecha significativa para la sociedad.

Por el momento no hay normatividad o reglamento que prohíba a los alcaldes o representantes de cargos de elección popular a colocar su nombre en las obras públicas que llevan a cabo con el presupuesto del pueblo.