Víctima de coronavirus muere custodia del penal de Atlacholoaya

 

Foto de aspecto

 

Silvia enfermó de fiebre y tos y le pidieron que se mantuviera aislada, le cancelaron su cita en el IMSS y sólo le dieron una receta, hoy murió

Carlos Quintero J.

Cuernavaca, Morelos; 20 de mayo de 2020. «Nada, el día lunes me enfermé de fiebre y tos hablé al 911 y me dijeron que me mantuviera aislada y tomara paracetamol y así lo hice” (sic) posteó Silvia B. M. en su muro de Facebook, el viernes 8 de mayo. La mañana de hoy, murió, víctima del coronavirus.

“Chivis”, como le decían sus compañeros, era una mujer agente de seguridad y custodia del Centro de Reinserción Social (Cereso) Morelos, de 54 años de edad, con 20 años de servicio en el sistema penitenciario, mismo que enfrenta hoy: una grave crisis ante la pandemia.

El personal operativo y administrativo, familiares de personas privadas de libertad y los propios internos denuncian la incapacidad de la autoridad penitenciaria por aminorar el impacto del virus SARS-CoV-2 en los centros penitenciarios.

“Aquí, en el Dormitorio 1 (de Atlacholoaya) hay gente de la tercera edad: están graves sólo queremos medicamentos” dice una persona privada de la libertad, a través de mensajes de texto, a este reportero.

Otra persona, identificada con el usuario de Karla Bustamante, comenta por Facebook:
“Eso no es solo ahí en el cereso de Cuautla es lo mismo ya murió un interno ya van 4 personas que sacan al hospital y ,5 custodios que están afuera por enfermedad y la visita no la an cancelado” (sic).

Todo el esfuerzo se centra en los hospitales del estado y los centros de salud de los penales han sido olvidados porque que hacen falta medicamentos, dicen otras personas.
De manera extraoficial, hay al menos tres casos documentados, mismos que abogados defensores, familiares o compañeros de algunas de las víctimas del COVID-19 han dado a conocer.

El caso de Silvia B. M. es el más reciente que ella misma plasmó en las redes sociales:
“… el día de ayer me tocó cita mensual porque soy diabética y aún sigo con tos y fiebre y no me quisieron pasar a consulta que por órdenes superiores solo recetas” (sic).