Inician festividades en San Antón por Nonantzin
Llevaron en andas la imagen de la parroquia de San Antón a la capillita del Rayo
Por Yesenia Daniel
Cuernavaca, Morelos, México; 11 de diciembre de 2019. A las 7:30 de la noche habitantes de San Antón salieron de la parroquia de San Antón con la imagen de la Virgen de Guadalupe (Nonantzin) en una procesión que duró poco más de media hora y llegó hasta la capillita del Rayo, localizada a un costado del Panteón de la Leona en San Antón.
En la procesión participaron pobladores de San Antón quienes se turnaban de dos en dos para levar la venerada imagen, resguarda por el grupo de danza mexica Gente Roja que ejecutó para la Virgen la danza del Colibrí y durante el recorrido por la calle H. Preciado tocaban el tambor y los caracoles, mientras sahumaban el camino de la Virgen Morena.
También iba una banda de viento que tocaba sones y chinelos y mojigangas que danzaban. Los pobladores, que se iban sumando más y más mientras avanzaban, bailaban con la música de banda.
No podían faltar los cohetes que se encendía y explotaban en el cielo.
De acuerdo con el Comité Organizador, así inicia la parte más intensa de la celebración del Día de la Virgen de Guadalupe, hasta las 12 de la noche, que se darán las tradicionales mañanitas a la Virgen, a las 8 de la mañana, el 12 de diciembre, se regresará a la Virgen a la parroquia de San Antón, a las 1030 tradicional brinco del Chinelo por las principales calles de la Colonia, a las 2 pm celebración eucarística en la capilla del Rayito, 3:15 quema de castillo y Torito, a las 3 pm comida comunitaria, a 6 pm el show del cantante e imitador morelense José Manuel Neri, a las 7 de la tarde presentación estelar del grupo Campeche Show y a las 9 15 quema de castillo y fuegos artificiales.
La historia de la Virgen de Guadalupe inicia diez años después de la Conquista de México Tenochtitlan.
El 12 de diciembre de 1531, según los relatos tradicionales, la Virgen María se apareció al indio Juan Diego en el cerro del Tepeyac y le mandó que le dijese al obispo de México, fray Juan de Zumárraga, que le erigiera un templo.
La Virgen Morena
Miles y miles de peregrinos van la basílica de nuestra señora de Guadalupe en la Ciudad de México, a pedirle favores y a darle las gracias por los milagros concedidos.
Desde su primera aparición al indio Juan Diego, ahora San Juan Diego, en 1531, 10 años después de la conquista de México, esta pequeña imagen que mide 56 pulgadas, ha llamado la atención de propios y extraños. Entre los enigmas que la rodean está el hecho de que los científicos no han podido explicar el origen de los pigmentos que dan color a la imagen, ni la forma en que esta fue pintada porque no presenta trazos de pincel.
Muchos han negado la existencia de la Virgen Morena, como Monseñor Guillermo Schulenburg Prado, que en paz descanse, que desató tremendo alboroto cuando, después de que en 1996 se anunció la intención de canonizar a Juan Diego, siendo el “cuidador” de la imagen de la virgen, envió una carta al Vaticano en la que ponía en duda la existencia misma de Juan Diego y, consecuentemente, las apariciones de la Virgen de Guadalupe.
La Virgen del Calvario
En 1538, alrededor de la iglesia de San José o del Calvario (ubicada en Cuernavaca, Morelos, entre la avenida Morelos y Calle Agustín Güemes Celis, en lo que fue la Plazuela de Cortés y más tarde De la Unicación Revolucionaria) se dedicó un capitel con sillares y elementos de cantera labrada, la cual corresponde a un tipo de capillas abiertas para proteger las imágenes, pero especialmente cruces, y a las cuales se les denominaba “chapiteles”. De antiguo, los capiteles eran la cabeza o remate de las torres o parte superior que coronaba la columna.
Estas edificaciones fueron construidas en los siglos XVI y XVII. En la Ciudad de México, hubo varias, transformadas en capillas, cerrando sus vanos, como la de la Cruz de los Talabarteros. Con el transcurso del tiempo, todos los capiteles de México fueron destruidos, todos, excepto el del Calvario, en Cuernavaca.
Hoy, esta brevísima construcción guarda una imagen de la Virgen de Guadalupe sobre una peana octagonal que se asienta en un zócalo limitado por cuatro caras. Hay cuatro vanos con arcos de medio punto, sostenidos por cuatro gruesos pilares, que soportan una bóveda piramidal con sus aristas curvas, que tiene en las esquinas remates de forma bulbosa y, al centro, una especie de linternilla ciega. Afuera, el capitel está rematado por una ancha banda, adornada por dos molduras en la parte alta y una cóncava, con perlas; al frente hay una cartela sobrepuesta de argamasa con una inscripción que reza a la letra:
“Se erigió en 1538 y se consagró a la Virgen de Guadalupe el 10 de mayo de 1772”.
Se sabe que la escultura, cincelada por escultor anónimo, fue derribada de su pedestal el 19 de diciembre de 1934 por los “Camisas Rojas”, del gobernador de Tabasco. La imagen desapareció, y no fue sino hasta el 22 de octubre de 1948 cuando el padre Moisés Ugalde, la encontró en los subterráneos de la Catedral de México. El 19 de diciembre del mismo año, reconstruida la escultura, fue colocada nuevamente en su pedestal del chapitel.
El capitel consta, asimismo, de rejas de hierro colocadas de 1880 a 1890. En los lados oriental y occidental del monumento hubo antes unos escudos españoles labrados en piedra, los cuales fueron desgastados en cumplimiento a la de la ley que ordenó se quitara de los edificios y monumentos públicos todo signo o blasón que recordase el dominio de España. Sin embargo en el ángulo noroeste del chapitel el tiempo no ha podido borrar en su totalidad un escudo español, idéntico al de las monedas de esa época, con su contorno bien delineado y sus cuatro cuarteles, dos con un castillo y dos con un león.
El 12 de diciembre, en esta esquina y en la iglesia no cabe un alma, ya que se realiza una tremenda esta, no en honor de San José, sino de la Virgen de Guadalupe o Nonantzin (madrecita mía), como le decían los tlahuicas.