Humanos Creativos, la resistencia cultural en el sur de Morelos

Yesenia Daniel

Tlaltizapán, Morelos; 18 de diciembre de 2019. Un grupo de jóvenes artistas realizó por segundo año el Festival Cultural Humanos Creativos, una jornada en donde hubo exposición de pintura, instalaciones, talleres diversos, un ciclo de cine, presentación de libros, música, venta de artesanías, creando un espacio a fuerza de la voluntad en una zona donde la diversidad cultural está tras una pesada loza de ignorancia.

El colectivo está conformado por cinco jóvenes que practican diferentes disciplinas artísticas, Esmeralda Pozas es egresada de la licenciatura en Artes Visuales de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM), y su interés profesional se ha enfocado en el cine, tiene interés por las artes populares y el proyecto que buscan cristalizar en conjunto, es un centro cultural comunitario. Esta generación que se está abriendo su propio espacio a pesar de la indiferencia de autoridades y algunos sectores de la sociedad, no insiste en pedir apoyo gubernamental, ha sabido cómo organizarse y lograr metas que los encargados de la Cultura en los gobiernos no aprecian ni les interesan.

Para organizar un evento ambicioso con la calidad que se ofreció, se necesitó hacer un esfuerzo titánico, una planeación antelada de prácticamente un año, trabajo coordinado, buenos acuerdos, dedicación, hacer ahorros, trabajar con ingenio y mucho amor al arte.

El Festival Cultural Humanos Creativos se llevó a cabo el pasado fin de semana en el Hotel Quinta Green Hills en el municipio de Tlaltizapán, compitiendo en fechas con el Festival Cosecha, que sí tuvo apoyo gubernamental y todas las facilidades para llevarse a cabo en el zócalo del municipio de Jojutla, y a pesar de ello, Humanos Creativos se apreció y resultó un éxito dejando un buen sabor de boca para los participantes y visitantes.

“Aquí en el foro que se armó para la exposición de pintura, dibujo, grabado, fotografía e instalaciones artísticas tuvimos alrededor de 30 trabajos de compañeros de Cuernavaca y de la región sur, nuestra convocatoria llegó hasta el estado de Tabasco en donde una chica nos pidió exponer sus trabajos, los envió y aquí los tenemos, y nosotros estamos contentos porque de eso se trata, de dar apertura a los artistas que deseen expresarse y mostrar sus trabajos”, comentó Esmeralda Pozas.

La exposición de pintura, fotografía, grabado, dibujo e instalaciones artísticas fue sólo una parte del Festival, durante los dos días que se realizó hubo talleres de cartonería, fabricación de atrapasueños, música, expresión corporal, bordado textil, venta de comida y bebidas, camping, un ciclo de cine, y la presentación del libro de la “Declaración Universal de los Derechos Humanos, versión comentada y traducida al náhuatl”, del Doctor en Derecho Antonio Sorela Castillo; este espacio sirvió además para que los jóvenes pudieran convivir, conocerse más e intercambiar experiencias de sus actividades.

La idea de abrirse por ellos mismos nuevos espacios en lugares no oficiales, al margen de lo común se fue reforzando tras ir encontrando una apatía en el ámbito gubernamental, pues por ejemplo, este año el colectivo se aventuró a participar en el Desfile de Alebrijes Monumentales en la Ciudad de México y contrario a su entusiasmo encontraron una indiferencia que los impulsó a trabajar más fuerte.

“¿Alebrijes?, aquí no se conoce eso, no creo que funcione”, fue la respuesta que recibió hace poco el diseñador gráfico José Luis Ríos cuando estuvo tocando puertas en busca de un apoyo, la respuesta se la dio un veterinario que está a cargo de una Dirección de Cultura en alguno de los municipios de la zona sur; aquí es común que estas áreas se asignen a personas que no tienen el perfil para ocupar el cargo, o peor aún que son indiferentes a las necesidades culturales de su municipio y su gente, asignar un área de Cultura a alguien que no está involucrado en estos temas es un pago político o un favor de parte de los alcaldes para algún familiar o amigo sin trabajo, para “ayudarle” a tener un trabajo estable y seguro que le garantice el pago de una quincena, vacaciones, aguinaldo y otras prestaciones de ley.

Contrario a lo que se podría creer en la zona sur, una región predominantemente rural, se ha hecho cine, el largometraje “La bruja y el demonio” del director Rubén Colín Gama, que tuvo locaciones en Tlaquiltenango y Jojutla fue exhibido el pasado fin de semana en el Festival, con una trama de problemática de sociedad actual.

Tras la segunda edición de Humanos Creativos los jóvenes artistas esperan seguir abriendo espacios generando interés en “nuevos” campos del arte.