Los cinco acuerdos que los humanos hemos incumplido sobre el buen vivir de los animales
Yesenia Daniel
Xoxocotla, Morelos; 3 de octubre de 2019. Partiendo de que los animales tienen el mismo derecho que los humanos de disfrutar de la naturaleza, la gran mayoría de las personas en México olvidan que la fauna, doméstica y no doméstica, tiene sentimientos, y gran parte de su vida se les obliga a estar en condiciones inadecuadas.
La Organización Mundial de la Salud Animal (OEI, que mantiene sus siglas originales ´Organización Internacional de las Epizootias´), señala que los animales deben tener un buen vivir bajo estos cinco conceptos: deben ser libres de hambre, sed y desnutrición, libres de miedo y angustia, libres de molestias físicas y térmicas, libres de dolor, lesión y enfermedad, así como libres de manifestar un comportamiento natural.
Todo lo anterior es incumplido por la población humana, el problema más visible es el crecimiento constante de la población canina y felina callejera, los dueños de mascotas se olvidan de la responsabilidad de cuidar de un ser vivo, y el concepto de “animal de compañía” se aleja cada vez más de la realidad pues el objetivo de del propietario cuando adquiere, generalmente, un cachorro es poseer un animal –hasta convertirlo en casi un objeto-, para satisfacer necesidades de consumo, estatus social o vanidad.
Así lo manifestó el médico veterinario zootecnista, Martín López Rosas, quien se encargó de impartir una serie de pláticas a alumnos de nivel secundaria en la comunidad indígena de Xoxocotla para generar consciencia del cuidado de animales domésticos, toda vez que en este nuevo municipio, el descuido a perros, es visible en prácticamente todo el territorio.
“En su momento, hace ya algunos años, me tocó hablar con las autoridades locales, aquí había una delegación, un comisariado ejidal pero lamentablemente no le dan importancia (…) estamos hablando de un problema de indiferencia y desinformación, y de aprecio y respeto a los animales”, declaró el veterinario.
Martín López Rosas, fue invitado a dar pláticas informativas a los alumnos de la secundaria técnica 9 “Texmatlani”, pues la comunidad escolar reportó la presencia de perros callejeros que representan un foco de infección para los menores y los adultos. La escuela al no tener barda perimetral, permite el libre acceso de perros que entran a buscar comida o refugio, sin embargo los animalitos generalmente presentan condiciones de salud graves como sarna, parásitos, pulgas y garrapatas o lesiones, y en algunas ocasiones manifiestan agresividad o presentan etapa de celo.
El médico zootecnista es también habitante de esta comunidad, y lamentó que entre sus vecinos no exista la consciencia de ser responsables con las mascotas, dejándolas a su suerte cuando el interés del propietario se acaba.
“Hablemos por ejemplo de las vacunas, si es que se tiene suerte se le pone la de la rabia, que es una zoonosis, una enfermedad más común entre animales y personas, pero entre las enfermedades más importantes que matan a los perros como parvovirus y moquillo, esas se tienen que comprar porque no están dentro del cuadro gratuito de salud, y no los vacunamos”.
El médico veterinario reconoció el interés de la Escuela por acercar a los niños al cuidado de los animales y a ser conscientes de las necesidades de otros seres vivos.
“Empezamos con algo tal vez pequeño con estas pláticas, el hacer conciencia con los alumnos para que a su vez lo repliquen en sus casas, es una tarea muy complicada porque hablamos de educación, de romper con conceptos que los tenemos muy arraigados, de cultura y de una forma de ver la vida”.
Como lo ha enseñado la historia, las mascotas, principalmente, los perros, fueron adoptados por el hombre como animal de caza, y luego como animales de compañía, no obstante no se puede considerar a un animal de compañía cuando no se tiene un contacto directo con ese animal, “son animales que viven en nuestra casa pero no sabemos cuándo comen, qué comen o no reciben alguna atención médica o cuidados, y de afecto ya ni hablamos”, mencionó el médico veterinario.