Tres feminicidios de los que se tiene que hablar
Por Belén Cárdenas
Septiembre está siendo especialmente rojo y la voracidad del acontecer diario, las demandas sociales y la agenda política en el país, han sepultado tres hechos violentos que son importantes por sus características, el primero fue el pasado 6 de septiembre, por primera vez en Morelos se clasificó y juzgó como feminicidio el homicidio de una persona transexual ocurrido en Cuernavaca, la Fiscalía General del Estado (FGE) informó que el caso se atendió con perspectiva de género a través de la Fiscalía Especializada para la Investigación y Persecución del Delito de Feminicidio, logrando que se judicializara la carpeta de investigación correspondiente al ser la víctima una mujer transexual.
El 6 de septiembre Ana Paula, mujer transexual, estaba en su domicilio en la Colonia Lomas de Jiutepec en compañía de Onorio de 43 años de edad que la agredió en repetidas ocasiones en la cabeza y en diferentes partes del cuerpo con un martillo, derivado de las lesiones la mujer perdió la vida a consecuencia de un traumatismo cráneo encefálico severo.
La policía municipal encontró a Onorio con manchas hemáticas en las ropas, por lo que fue puesto a disposición de la Fiscalía General del Estado, días más tarde formuló imputación por el delito de feminicidio, se decretó prisión preventiva como medida cautelar y finalmente se le vinculó a proceso.
El segundo caso es en relación al feminicidio de una menor de 15 años de edad en Cuernavaca, a un año de los hechos la FGE logró el fallo condenatorio en contra de David Eduardo de 20 años de edad, quien fuera el novio de la menor Arely, hallado culpable por el feminicidio y obteniendo una condena de 26 años y 6 meses de prisión a través de un juicio abreviado; estos dos aspectos fueron severamente criticados por activistas en defensa de derechos humanos y mujeres, que consideraron que la condena es muy corta y que se le otorgaron facilidades a través del juicio abreviado pues la ley en materia penal otorga beneficios al inculpado cuando acepta su responsabilidad en el delito.
La menor Arely de 15 años de edad fue muerta a golpes y asfixiada, su cuerpo fue escondido en una bodega comercial ubicada en la avenida Álvaro Obregón en el centro de Cuernavaca dentro de una bolsa negra cuatro días después.
La menor víctima fue inicialmente reportada como desaparecida el 25 de agosto de 2018, ese mismo día David Eduardo se presentó en la FGE para denunciar la supuesta desaparición de su novia, sin embargo durante el interrogatorio, agentes de la Policía de Investigación Criminal se dieron cuenta de que cayó en contradicciones.
Derivado de lo anterior, se ejecutó una orden de cateo en un domicilio ubicado sobre la Avenida Álvaro Obregón y en un cuarto utilizado como bodega localizaron el cuerpo de la adolescente al interior de una bolsa de plástico negra.
A través de la Fiscalía Especializada para la Investigación y Persecución del Delito de Feminicidio, se logró establecer que David Eduardo “N” de 20 años de edad, habría golpeado y causado la muerte por asfixia de la menor. El fallo condenatorio también impone el pago de 800 mil pesos por concepto de reparación de daño moral a la familia.
El homicida tendrá casi 47 años cuando concluya su condena y pueda salir de prisión en pleno uso de sus facultades físicas y mentales.
Finalmente el último caso sucedió en la parte sur del Estado, poco notorio por su cercanía con las fiestas patrias, los restos de una joven mujer de 25 años de edad fueron localizados en dos bolsas negras en un camino de terracería a un costado de la colonia Gabriel Tepepa en el municipio de Tlaquiltenango, la mujer fue desmembrada, sólo imaginarlo es aberrante y todavía más terrible es saber que no ha sido el único caso, que convivimos con personas que están dispuestos a matar de una forma tan sádica, más que enfermos mentales, padecemos de ser una sociedad indiferente a las necesidades y las emociones de los demás, carentes de empatía y cariño por los que no alcanzan las mismas oportunidades que otros, una sociedad desvalorizada pues, que olvida pronto y tolera mucho.
El sábado 14 de septiembre alrededor de las 20 horas se recibió reporte policíaco de que en el camino de terracería del panteón de la Gabriel Tepepa se hallaban dos bolsas negras plásticas con restos humanos, la policía llegó al lugar indicado, acordonó la zona y el servicio médico forense levantó los restos de una mujer que quedó en calidad de desconocida.
El miércoles 18 de septiembre la Fiscalía informó de la detención de Saúl, alias «el gallito», de aproximadamente 50 años de edad, señalado como el probable responsable del homicidio de quien se llamaba Valeria Guadalupe de 25 años de edad.
Las autoridades detallaron que partir del levantamiento, comenzaron las indagatorias que llevaron a la ubicación de tres inmuebles en la misma colonia donde se hallaron los restos, uno de estos en el que presuntamente el jueves 12 de septiembre Valeria Guadalupe, de 25 años de edad, fue privada de la vida.
El primero de los inmuebles se ubica en calle Colón, el segundo en calle Ignacio Zaragoza y el tercero en calle Ignacio Maya; todos estos cateados de manera simultánea por elementos de la Policía de Investigación Criminal, con apoyo de elementos de la Guardia Nacional, lográndose la recolección de múltiples evidencias.
La aprehensión de Saúl “El Gallito” por parte de la PIC se dio la noche del martes en el municipio de Jojutla y al día siguiente la Fiscalía Especializada en Feminicidio lo presentó ante el juez de control, se logró la formulación de imputación en su contra por feminicidio y la semana pasada se obtuvo la vinculación a proceso, mientras tanto se mantiene en prisión preventiva.
Los feminicidas viven entre nosotros y es alarmante saberlo.
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