La última sombra, a 80 años de Batman
Por Máximo Cerdio
De acuerdo con un periódico de circulación nacional, Batman celebrará 80 años el sábado 21 de septiembre de 2019, y con ello la Batiseñal se podrá ver en distintas partes del mundo como en la Ciudad de México.
DC anunció que como parte de los festejos por el Día de Batman, se prenderá la «Batiseñal» en Ciudad de México – Torre Reforma; en Melbourne, Australia – Fed Square frente a Flinders Street; Tokio, Japón – MAGNET en SHIBUYA109 en el paso de Shibuya; Berlin, Alemania – Potzdamer Platz 11; Paris, Francia – Galerías Lafayette; Barcelona, España – Museo Nacional de Arte de Cataluña; Londres, Inglaterra – Casa del Senado; Sao Paulo, Brasil – LMB; Nueva York, Estados Unidos – Por anunciarse; Montreal, Canada – Complejo Dupuis; Los Ángeles, Estados Unidos – City Hall, entre otros.
La última sombra
Recuerdo a Pino (ese era su apellido, no recuerdo su nombre), dibujando al superhéroe, a lápiz, parado, su capa en movimiento. Ocho o diez niños estábamos detrás del dibujante, sorprendidos por la manera en que Batman tomaba forma.
Batman siempre me impuso respeto, no era tan divertido como el Hombre Araña, con quien me identifiqué como lo hicieran todos los niños de mi edad en mi barrio, pero en mis adentros el hombre murciélago siempre estuvo presente, hasta el año de 1994 o 1995 que me propuse escribir algo sobre él.
Todas las tardes me encargaban a una niña de 6 años, mientras yo estudiaba los expedientes de varios asuntos legales o elaboraba escritos para presentarlos en los juzgados el día siguiente. La nena se llama Samantha y su mamá me la encargaba unas horas. Para que no estuviera todo el tiempo sola le prendía la televisión y ella se prendía a las caricaturas. En varias ocasiones me senté con ella para ver los dibujos animados, me llamaba la atención una caricatura de Batman en donde él resultaba herido y sangraba, aunque ser tratara de dibujos animados.
Durante el desarrollo de una de las acciones de la caricatura, en un edificio, Joker golpeó a Batman y éste cayó desde una azotea en unos botes de basura. Samantha me señaló llorosa:
-Manan eyayó –Lo que yo interpreté como Batman se cayó.
¿Qué pasaría si Batman acabara con todos sus enemigos, con todos los malos y se quedara sólo? Esta fue la pregunta que disparó un poemario en el que me propuse meterme en el héroe y hablar desde allí.
Desde ese momento me puse a estudiarlo. De origen fue conocido como The Bat-Man, y fue creado por los estadounidenses Bob Kane y Bill Finger, y propiedad de DC Comics.
Se sabe que apareció por primera vez el 30 de marzo de 1939, en “El caso del sindicato químico” de la revista Detective Comics número 27, editorial National Publications.
Por mi parte, escribí más de 50 poemas, pero el texto quedó cortísimo: son trece textos en verso y uno en prosa.
La última sombra, que fue el título de mi poemario o poema largo o libro, la editó Antinomia en 1996, hubo una reimpresión de antinomia ese mismo año y en 1999 la reimprimió Vorágine ediciones; la tercera reimpresión 2016 fue por Mantra Edixiones, para celebrar los 20 años de su publicación.
Este poemario es uno de los primero que escribí en el que el tema era un superhéroe, nada “poético” desde el punto de vista de la lírica tradicional, cursi, moquienta, llorosa y villalobezca con la que sigue siendo percibida la poesía.
Manuel Illanes reseñó la edición de aniversario de Mantra: La última sombra se compone de una serie de poemas cortos en que se verifica el derrumbe de cierto personaje extremadamente conocido del mundo de los cómics y las películas de superhéroes (Ceci n’est pas un spoiler, diría Magritte). Estos poemas funcionan a la manera de sketches donde se desarrolla el tema de la desintegración del personaje (“Si pudiera dormir / sólo una vez / sin importarme / que la noche llegara / con sus miedos sonoros / si pudiera / al menos / dormir de pie / horizontarme en un sueño”). Dicha historia toma forma contra el fondo fantasmal de una ciudad decadente, epicentro de un caos que el héroe no es capaz de detener (“La ciudad se ha volteado / como una bolsa sin fondo / y es más fácil / extraviarse o morir / porque nadie conoce nada en la ciudad”), un sitio de muerte y devastación que se asemeja peligrosamente al paisaje urbano de las ciudades mexicanas (“más allá / donde la ciudad muta / en silencio de huesos y cruces enterradas”).
El no premio de poesía
Inscribí a La última sombra en el primer premio de poesía urbana Oral, en 1994. Uno de los jurados era el poeta José Falconi Oliva. Una tarde me habló una amiga (de cuyo nombre no quiero acordarme) y me dijo que me habían dado el primer lugar del premio de poesía urbana Oral, por La ultima sombra, yo no le creí, finalmente no me lo concedieron a mí, a decir otro amigo escritor, que se había enterado del chisme completo, dos de los tres jurados eran chiapanecos, lo que se consideró como favoritismo. Además, alegaron que yo debía participar con un seudónimo y no con mi nombre: lo inscribí con el nombre de Máximo Cerdio, seudónimo de Máximo Cerdio Gordillo que es mi nombre completo, pero los imbéciles no entendieron el significado de uno y de otro término.
La última sombra en el mundo
Allá por el año 1992, un amigo me propuso mandar a grafiteros de 14 ciudades del mundo un poema, para que el algún barrio de la ciudad se elaborara un mural a partir de uno de mis poemas, después, tomar una fotografía de ese mural y elaborar un libro. Nunca concluimos la idea.
Este año se cumplen 23 de la primera edición de La última sombra, un poemario que surgió de unas palabras pronunciadas por una niña; espera integrarse a algo que se llama “Obras reunida”, junto a varios libros que nacieron otras palabras o frases o momentos que se hubieran perdido para siempre.
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Ficha
Máximo Cerdio, Huixtla, Chiapas, septiembre de 1964
Reportero y fotoperiodista para medios impresos y digitales, especializado en coberturas en zonas de riesgo, radica en la actualidad en Cuernavaca, Morelos, México.
Obra poética en libros: Susana San Juan (La Nave de Papel, Bacalar Quintana Roo –México–, 1996), La última sombra (Antinomia, México, 1996), Versión de la memoria anticipada (Antinomia, México, 1997), Las llamadas de Onán (Editorial La Otra Selva, Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, 1998), Rodrigo González, sus letras y otros rollos (El Angelito Editor, México, 1999), Susana San Juan (Universidad Autónoma del Estado de México–Editorial La Tinta del Alcatraz, México, 2001), Ascensos en caída (Fondo Editorial del Consejo Estatal para la Cultura y las Artes de Chiapas, México, 2002); Caldo de verga para el alma (Volumen 28 de Destos deme dos. Editor, Productos y Consumibles Planeador, México, 2012); Lugar de Hechos, Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, (Espantapájaros Editorial, 2014); La última sombra (reedición, Matra Edixiones, 2016); Mar íntimo (Lengua de Diablo editorial; 2017).
Reconocimientos
Primer lugar en el “Concurso Nacional de Poesía Álica de Nayarit A. C. 1993”.
Premio al Mérito Periodístico 2014, en la categoría de crónica en publicación digital.
Premio al Mérito Periodístico 2014, en la categoría reportaje en publicación impresa.
Segundo lugar en el Premio al Mérito Periodístico 2019, en la categoría crónica en publicación impresa.