Marisol sigue desaparecida, sus secuestradores detenidos

Coaxintlán, Tlaquiltenango, Morelos

Editorial

El 29 de junio de 2017, publiqué en un diario de circulación local un nota periodística titulada “Sin pistas ni avances en la investigación de la desaparición de Marisol de 13 años de edad”, el caso era desesperante como muchos, una familia de bajos recursos económicos buscaba a su hija, Marisol de 12 años de edad en la comunidad rural de Coaxintlán, la última de las rancherías del municipio de Tlaquiltenango, estado de Morelos, que limita con el estado de Guerrero; ubicado en una zona serrana de la zona centro del país. La niña había desaparecido un año antes y la Fiscalía General del Estado (FGE) no daba avances de la investigación.

La familia ignoraba los protocolos de búsqueda y tres días después de su desaparición solicitaron ayuda a la Policía de Investigación que le pidió recabar fotos y datos que pudieran ayudar a la pronta localización de su hija, pero poco pudieron hacer porque con el difícil vivir, las precariedades y el no saber cómo hacer las cosas el asunto se complicó.

La comunidad es muy pequeña, apenas rebasa el ciento de habitantes, por lo que atar cabos de quién se pudo llevar a la menor era fácil, la madre de la niña señaló a dos personas, un hombre y una mujer, sus vecinos; y el pasado viernes 23 de agosto de 2019 finalmente, luego de 3 años de la desaparición, la familia tuvo una nueva esperanza.

La Fiscalía regional de la zona sur logró la vinculación contra dos presuntos secuestradores, Patricia Araceli de 20 años de edad y su esposo, José Lino de 31 años que regresaron a la comunidad de Coaxintlán hace poco.

Luego de presentar la denuncia y judicializar la carpeta se obtuvo la orden de aprehensión en contra de la pareja, misma que fue cumplimentada la semana pasada en la misma ranchería. Los detenidos fueron presentados ante la autoridad judicial y durante la audiencia realizada la tarde del pasado jueves 22 de agosto, el juez de la causa vinculó a proceso a Patricia Araceli y a José Lino por el delito de secuestro agravado dictando prisión preventiva como medida cautelar y otorgando un plazo de dos meses para la investigación complementaria.

La mala noticia es que Marisol no ha sido localizada aún, esperemos que este avance en la investigación y la impartición de justicia que ha sido muy lenta, dé a la familia el consuelo que tanto necesitan.

Y lamentablemente como este caso hay por montones, fuera de Coaxintlán la gente ignoraba que una niña había sido sustraída de su hogar, nadie más la buscaba y a nadie le interesaba, sólo a la familia y su único apoyo en autoridades fue el entonces ayudante municipal, el alcalde Enrique Alonso no se pronunció al respecto ni brindó apoyo.

Compartimos la nota en mención publicada el 29 de junio de 2017:

Sin pistas ni avances en la investigación de la desaparición de Marisol de 13 años de edad

Yesenia Daniel

Tlaquiltenango, Morelos; 29 de junio de 2017. La última vez que las autoridades de la Fiscalía Regional de la zona Surponiente se presentaron en la comunidad de Coaxintlán, ranchería de este municipio limítrofe con el estado de Guerrero, fue hace más de tres meses por pura coincidencia cuando la gente de la zona halló una osamenta en un campo cercano. Los agentes ministeriales reconocieron al papá de Marisol de la Cruz Melchor de 12 años de edad, reportada como desaparecida el 11 de mayo de 2016, recordaron que él y su esposa habían ido al Ministerio Público a presentar una denuncia hace más de un año y a la fecha siguen sin tener noticias de ella.

Coaxintlán difícilmente llegan las cosas rápido, en primera porque es la última ranchería del municipio en Tlaquiltenango, está alejada de la zonas semi urbanas de los municipios comerciales más importantes de la zona sur, además el único puente que los comunicaba para entrar y salir se cayó hace un año y no ha sido reparado; es una zona de campo, no hay negocios o industrias, si acaso algunas plantas que extraen y transforman yeso, y campo, mucho campo.

Candelaria de la Cruz Melchor, mamá de Marisol se mantiene tranquila cuando recuerda cada detalle del día que desapareció su hija: qué hora era, cómo estaba vestida, cada palabra que se dijeron, a qué hora salió y entró de su casa, pero después de recordar nuevamente que su familia está incompleta cae en la desesperación y pide poder saber dónde está, cómo está, con quién está.

El 11 de mayo de 2016, la niña Marisol de la Cruz Melchor de 12 años de edad, se fue a la escuela, era un miércoles. Aproximadamente al mediodía la nuera de los padrinos de Candelaria de la Cruz, fue a la casa de la familia para pedir permiso para que la niña la acompañarla a hacer “un mandado” a Tilzapotla o Tehuixtla pero Candelaria les dijo que no porque Marisol estaba en la escuela y el maestro no la dejaría salir, la nuera Patricia Díaz Flores, fue insistente y Candelaria también, dijo que no. La insistencia de la mujer le causó extrañeza porque la nuera de sus padrinos y ella no se frecuentaban, ni siquiera se hablaban muy bien.

A pesar de que la mamá de Marisol le negó el permiso, la nuera Patricia Díaz Flores, fue a la escuela tres veces para rogarle al maestro dejar salir a la niña, ante la insistencia el maestro accedió, la niña se fue con Patricia Díaz Flores peroMarisol de la Cruz regresó a su casa, de hecho, la nuera y su pareja la entregaron en la puerta de su casa a su mamá.

Más tarde Patricia Díaz la invitó a su casa a comer y Candelaria dio el permiso, Marisol volvió a regresar a su casa, en la tarde aproximadamente a las seis Candelaria salió a trabajar al campo junto con su marido, y Marisol se fue al catecismo, de ahí ya no la ha vuelto a ver.

“Yo regresé a la casa como a las siete y media y Marisol no estaba porque ella debió de haber llegado a las siete, me esperé como una media hora y me dije ´no viene´, y agarro y me fui directamente a la casa de ellos (Patricia Díaz y su esposo) y resulta que no estaban tampoco, nomás estaba el suegro de ella que se puso nervioso y no supo qué contestarme y ya de ahí me regresé a mi casa y esperé hasta que llegué a mi casa, luego empezamos a buscarla por el pueblo, por las calles con el apoyo del ayudante municipal”, relata Candelaria de la Cruz.

Los papás de Marisol fueron a Jojutla a las instalaciones de la Fiscalía regional hasta el tercer día de la desaparición de su hija, los días anteriores habían buscado como pudieron a la niña, fueron y vinieron a la casa de Patricia Díaz Flores quien negó haberla visto después de ese día pero Candelaria asegura que ellos saben dónde está su hija porque personas de la propia comunidad vieron que Marisol entró a la casa de Patricia Díaz y no la vieron salir.

“Ellos siguen viviendo aquí, viven cerca, de hecho hasta se burlan de nosotros, lo que pasa es que luego llevan sus vaquitas de este lado, se empiezan a reír de nosotros y hablan en voz alta, dicen que no nos creamos de que presentamos la denuncia nos van a tener miedo…”.

Los papás de Marisol de la Cruz Melchor han pedido a la Fiscalía la colaboración en las indagatorias de dos personas que consideran que son testigos claves en la desaparición de la menor, pero según lo declarado por los padres, la Fiscalía les ha pedido que ellos mismos pregunten, tomen fotos y entreguen esto a la Fiscalía para seguir con las investigaciones.

Debido a que la denuncia por desaparición de persona no se presentó de manera inmediata al hecho no se pudo emitir la alerta Amber, que hubiera podido coadyuvar en su localización con la difusión en redes sociales y lugares de interés público.

 

 

Yesenia Daniel, reportera, Premio Estatal de Periodismo 2019.