El puente de la Manzanares, 402 años de historia a punto de caerse

Tlaquiltenango, Morelos; 7 de agosto de 2019. El 03 de agosto de 2019, el puente Manzanares cumplió 402 años desde su inauguración en1617.

Este puente, que durante muchos años se conociera como puente de Santo Domingo Tlaquiltenango, fue diseñado en planos de papel maguey por el lego carmelita fray Andrés de San Miguel en 1615, sin embargo, por la ausencia de dicho arquitecto los planos no

pudieron ser seguidos tal cual como estaban, aunque la nivelación y buena parte del diseño sí debieron ser obra de quien, en su época, fue considerado uno de los mejores

arquitectos de la Nueva España y que escribiera una gran cantidad de manuales y tratados que hasta nuestros días se conservan como preciados tesoros.

Contemporáneo al puente Manzanares existió otro a algunos metros de distancia, en el paso de La Cantora, que se construyó, según dicen las fuentes, en 1524 y que fue destruido hacia 1621, dejando al puente Manzanares como el único medio seguro para atravesar el río Yautepec o del Higuerón en la zona. 

Fray Andrés de San Miguel también diseñó un puente para cruzar el río Apatlaco que unía al pueblo de Jojutla con el extinto pueblo de San Jerónimo Metla, inaugurado el 16 de julio de 1616 aunque fue modificado años después y posteriormente sepultado bajo un enorme puente de concreto.

El puente Manzanares originalmente unió al barrio de San Martín Tlayehualco con el llano de la Guamilera, en un camino que buscaba comunicar al pueblo de Tlaquiltenango, cabecera civil y eclesiástica de la región en el siglo XVII, con el Real de minas de San Francisco Huautla, que en dichos años se encontraba bajo la jurisdicción de la Alcaldía de Cuautla de Amilpas, territorio ajeno al Marquesado del Valle con sede en Cuernavaca, por lo que el puente fue parte de un proyecto por acercar al marquesado con la entonces próspera ruta minera.

El puente fue fundamental para el traslado de personas, animales, cargas y mercancías; fue, además, un medio utilizado por insurgentes, ayutlistas, zapatistas y jaramillistas en los movimientos armados más trascendentes de la región. 

Durante 402 años, y muy a pesar de su estado actual, el puente ha cumplido su función a cabalidad.

Actualmente, el puente comunica dos extremos de la colonia Celerino Manzanares de la cabecera municipal de Tlaquiltenango; de allí que desde 2017 el puente tomara como nombre oficial el apellido del General revolucionario.

El 03 de agosto de 2017, por iniciativa de habitantes de la colonia Celerino Manzanares, se realizó un festejo para conmemorar 400 años de servicio del puente. Con bailes, exposición fotográfica, palo encebado y verbena popular, decenas de personas asistieron a festejar a la construcción más representativa de su localidad, bajo iniciativa del cronista René Gama, la profesora Georgina Pineda y el entonces ayudante, Uri Cabrera, entre otras personas. 

Al evento asistió el presidente municipal, Enrique Alonso Plascencia, quien se comprometió a la conservación y mantenimiento del puente y en general del patrimonio histórico del municipio.

Poco más de un mes después, el 19 de septiembre, el sismo de magnitud 7.1 que azotó la región dañó severamente la estructura del puente, de los tres arcos que lo conforman, el segundo fue el más afectado pues quedó prácticamente fracturado, desde entonces se volvió un riesgo intentar utilizarlo para quienes por necesidad, aunque de forma irresponsable, siguen cruzándolo.

Lejos quedaron las promesas de Enrique Alonso por priorizar la conservación del puente, pues la construcción quedó prácticamente abandonada por la administración municipal, poniendo en un riesgo constante a quienes tienen que servirse del puente por ser éste el único medio para cruzar el río a esa altura. 

En 2018, el puente quedó fuera de todos los presupuestos de reconstrucción en los tres niveles de gobierno, sin importar que debió ser una obra de rehabilitación prioritaria por su importancia histórica y porque presta un servicio cierto y efectivo a los pobladores; incluso, el propio Instituto Nacional de Antropología e Historia se limitó a sólo prohibir el paso en el puente sin ningún tipo de medida de seguridad. Hace algunos días se dio a conocer que según los resultados de la convocatoria del Programa Nacional de Reconstrucción que promueve el gobierno federal, el puente Manzanares ha sido beneficiado con un presupuesto de un millón 800 mil pesos para su rehabilitación; aunque, sin embargo, urge la intervención inmediata del puente, pues cada vez se ve más deteriorado tanto por la corriente y crecientes del río, así como el uso irresponsable de quienes lo cruzan en motocicletas y los sismos persistentes en la región.

Los riesgos que se corren son muchos, desde que alguien pueda sufrir un accidente hasta que la estructura se dañe más y el presupuesto destinado llegue a ser insuficiente, con la posibilidad de una rehabilitación inconclusa o hecha con materiales de poca calidad.

Hace falta, también, mirar más allá de la rehabilitación. Se puede promover el puente como destino turístico aunque se deberá comenzar por fomentar su valoración en los propios pobladores de la colonia y en general del municipio. 

En Salvatierra, Guanajuato, por ejemplo, las obras diseñadas por fray Andrés de San Miguel son motivo de orgullo y de promoción en pro de la región.

Esperemos que el puente pueda ser intervenido a la brevedad y que su conservación sea integral. 

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Azael Abdí Vázquez Román, es estudiante de la carrera de Derecho en la Escuela de Estudios Superiores de Jojutla de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM), a pesar de apenas tiene 26 años de edad, desde hace varios años se ha dedicado a la investigación histórica y recopilación de datos de manera independiente y proactiva del municipio donde reside, Tlaquiltenango; así como otros municipios de los alrededores.