“Te voy a encontrar”

Yesenia Daniel

Tlaltizapán, Morelos; 10 de mayo de 2019. Yo no voy a descansar hasta que te encuentre, hija; cuando estamos comiendo, cuando lavo los trastes, cuando estoy en la casa o en la calle, te pienso, y sé que te voy a encontrar, yo sólo le pido a Dios que te ponga en mi camino o  que me ponga a mí en el tuyo, en la forma en que él quiera; le pido a Dios que a las personas que te tienen se les ablande el corazón y te dejen estar conmigo.

El otro día recibimos una llamada, era una persona de San Diego (California), pensamos que por fin te habíamos encontrado, porque había un gran parecido físico contigo, pero no eras tú; nos dolió porque pensamos que por fin te habíamos encontrado y nos ilusionamos con volverte a abrazar y a tener en la casa, pero no eras tú, el parecido era muy grande. Afortunadamente, esa muchachita ya está con su familia.

La señora Rosa Isela Sotelo, guarda el último regalo de día de las madres que le dio Yamilé Sinahí Silahua Sotelo, es un dulcero con material reciclado, ese año, en 2015 Yamilé le regaló uno a su mamá, otro a su abuelita, y otro a su tía, que apenas había regresado de Estados Unidos; era una niña muy detallista.

A partir de la desaparición de Yamilé, los festejos del Día de las Madres han sido grises y dolorosos, la señora Rosa Isela tiene otras dos hijas, una de ellas, que acompañaba a Yamilé el día que la subieron en contra de su voluntad a un carro particular, se siente muy culpable por no haber hecho “nada” por salvar a su hermana; en su mano quedó uno de los zapatos de Yamilé cuando la jaló de sus captores, y la impotencia y culpa de no haberla podido proteger.

Yamilé no desapareció, se la llevaron. El 11 de enero de 2016, la adolescente de 12 años de edad, caminaba junto con su hermana hacia la parada para tomar la combi que la llevaría a la secundaria en Zacatepec, cuando un par de hombres a bordo de un vehículo compacto se detuvo y jalaron a la niña por la cintura para meterla al carro; su hermana trató en vano de arrancarla de los brazos de los hombres, en su mano quedó un zapato; momentos más tarde se montó un operativo de búsqueda por aire y tierra de parte de la Comisión Estatal de Seguridad Pública (CES) pero no hubo resultados positivos.

Lo demás ha sido un historia de lágrimas, de días de angustia, de dolor y de mantener la fe y la cordura, y también de rabia porque meses después de la desaparición de la menor, la policía había detenido a un par de hombres que estaban vinculados con el secuestro pero en enero de 2018 un juez decidió que el parecido físico de los imputados no coincidía con la descripción que había hecho un testigo, y salieron libres, a partir de aquí la posibilidad de tener pistas del paradero de Yamilé se redujo otra vez a casi nada, y a la fecha, la señora Rosa Isela Sotelo, considera que la Fiscalía General del Estado (FGE) no le da ningún avance en la investigación.

Hija, yo espero que si me escuchas, si llegas a escuchar mis palabras, busques ayuda, que sepas que te estoy buscando, que no te he dejado de buscar, que le pido mucho a Dios porque estés bien y que regreses pronto con nosotros, tu familia. Te amo y te necesito conmigo, con tus hermanas y con tu familia.

Hoy la familia de Yamilé Silahua, una adolescente que es buscada dentro y fuera de México con la ayuda de organizaciones internacionales; se estará manifestando en una marcha que saldrá de las oficinas de la FGE hacia el zócalo de Cuernavaca a las 9 de la mañana, pues junto con decenas de madres han cambiado el significado de festejo, por el de lucha, “si una a una mamá le desaparecen a sus hijos ¿qué somos, qué nos queda?”, han repetido cientos de madres en el reclamo de volver a ver a sus hijos que han desaparecido o muerto en la ola de inseguridad que creció en México a partir del 2006.