Deudas están ahogando a familias damnificadas
Yesenia Daniel
Jojutla, Morelos; 3 de abril de 2019. Aleyda Romero Sánchez, enumera los diferentes préstamos que ha tenido que solicitar para levantar nuevamente su casa, son más de tres entidades financieras, además de un crédito que le descuentan vía nómina de parte de su empleo; Aleyda se quedó sola, en el terremoto perdió a su pequeñita Amor de Guadalupe, y a su mamá; dice que ya está cansada de este círculo del que siente que no puede salir. Lo mismo pasa con Griselda Contreras Hernández, también habitante de la colonia Emiliano Zapata, se siente desgastada física, emocional y económicamente.
Junto con sus vecinos en la calle 20 de noviembre de la colonia Emiliano Zapata, se organizaron para salir a vender alimentos y bebidas en una kermés de 9 de la mañana a 4 de la tarde todos los domingos desde hace 15 días, este poco ingreso que les queda de la venta de aguas, chicharrones, comida preparada sin nada de lujos y ofrecida de manera muy básica, les ayudará a sobrellevar los gastos del diario vivir.
“Mucha gente no ha entendido que seguimos teniendo carencias, una casa no se levanta de la noche a la mañana, no todos recibimos apoyos de 120 mil pesos, además con eso no se construye una casa, estamos endeudados, en mi caso tengo un préstamo en mi trabajo y dos personales, es difícil, y precisamente estamos haciendo esto de la kermés para el día a día, hay gente que a veces no tiene para comer en verdad, o sea, no es para causar lástima, lo estamos exponiendo tal y cómo es, esta es la realidad”, comentó Griselda Contreras.
Las deudas de las familias son el común denominador, no hay una en esta calle que esté totalmente recuperada en su economía y su patrimonio.
En el caso de Aleyda Romero, la pérdida de su vivienda fue total. Meses posteriores al sismo, tuvo un dictamen técnico en donde supo que el terreno de su hogar tenía especificaciones especiales para poder construir un hogar seguro porque el terreno era arcilloso, de hecho, una fundación le construyó una casita pero al cabo de unos meses ésta se empezó a cuartear y se tuvo que demoler, y otra vez Aleyda empezó de cero. Nuevamente se levantó pero ahora pensando en lo que le dijo su mamá: que no había mejor material para construir que el tabique, que necesitaba una casa segura, y Aleyda consciente de ello empezó a construir su casa ahora ya con el conocimiento pleno de las condiciones del terreno, y las necesidades que requeriría.
“Yo he ido con mi letrero (a manifestarse a actos públicos cuando vienen a Jojutla autoridades federales y estatales), debo 200 mil pesos pero no soy la única, pregúntale a la gente y todos están endeudados con esos montos, 100, 150, 200 mil pesos y de ese monto que nos acaban de dar no podemos tocar ni siquiera un peso porque no es para la deuda, es para que nosotros ya tengamos una vivienda digna, pues ahorita es eso, para la reconstrucción; y bueno a Griselda y a otros vecinos se nos ocurrió hacer esto de la kermés para que tengamos un ingreso porque a veces no tenemos ni para comer, y no es mucho pero 50, 100 pesos que nos queden para el día, para comer es bueno. La gente piensa que recibimos mucha ayuda y lo tenemos escondido y no es así”.
El sábado pasado el gobierno federal de parte de la Comisión Nacional de Reconstrucción de Vivienda (Conavi), entregó a 214 beneficiarios de los municipios de Jojutla, Zacatepec y Ayala, apoyos económicos que van desde los 30 mil pesos hasta 200 mil pesos para terminar de construir sus viviendas, ya que la realidad es que la mayoría no ha terminado.
Una de las condicionantes que se fijaron es que el dinero no puede ser usado para pagar deudas, sino exclusivamente para comprar material de construcción o pagar servicios de construcción.
“Es una situación taaan complicada, yo ya me fastidié, ya me cansé, y no veo para cuándo pero Dios quiera que ya pronto, Conavi para mi ahorita es un ángel de la guarda al menos para tener una vivienda, ya lo otro ai´ vemos cómo, a ver si otro ángel de la guarda viene y nos apoye con las deudas, pero lo veo difícil aunque la esperanza muere al último”.