La historia de Mardonio

Yesenia Daniel

Jojutla, Morelos; 9 de enero de 2019. El maestro de primaria Mardonio Aragón García, de 63 años de edad, padece de pie de Charcot como consecuencia de la diabetes que le fue diagnosticada hace más de 20 años.

Con mucha nostalgia, Mardonio relata las cosas que él podía hacer cuando no estaba tan enfermo como hoy, pues a pesar de la diabetes, podía trabajar en empleos extenuantes, fue vendedor de muebles a domicilio, cargando grandes piezas de madera como mesas, sillas e incluso cómodas o roperos; también fue maestro en el estado de Oaxaca de donde regresó hace algunos años con el estigma de ser «problemático» por los movimientos magisteriales que hubo hace más de 10 años en aquel estado, y debido a eso no se ha podido colocar nuevamente en este oficio.

Mardonio cree que debido a esos trabajos extenuantes como vendedor de muebles a domicilio, se le disparó el padecimiento de pie de Charcot, ya que cargaba pesado y por largas horas.

Hace 4 años inició con los dolores en el pie y en la clínica familiar del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) de Jojutla, -al que tiene derecho gracias a su hija-, minimizaron su problema diciéndole que no era nada grave, le recetaban paracetamol y cualquier analgésico que con el tiempo dejaron de darle alivio. La enfermedad de Charcot es una deformación del pie a consecuencia de la diabetes, que puede llevar a la discapacidad y ahora Mardonio lo sabe.

«Quisiera pues hacer yo mi denuncia que haya más eficiencia, más profesionalismo porque derivado de eso yo he tenido que buscar ayuda en los médicos particulares y no tengo dinero, no trabajo, era taxista pero lo dejé hace seis meses porque con este ojo ya veo empañado (…) he gastado mucho porque en el IMSS no me atendían bien, yo sé que muchos de los que trabajan en el IMSS tienen practicamente el trabajo asegurado por su sindicato y eso hace que las negligencias sigan y se cubran; yo pienso que hay negligencia médica desde que me empezaron a atender en el Seguro porque yo quería ver resultados pero los doctores que me han atendido, principalmente la doctora Dulce Rocío Chávez Santander, que era mi médico familiar y ahora es directora o encargada de la clínica 4 del IMSS de Jojutla; nomas me sobrellevaba y me decía que no era nada», explica Mardonio.

En su pie, el maestro, tenía un puntito que creció y hoy es una herida abierta y grande que no puede cerrar. Lamenta que a pesar de las promesas de que habrá un sistema de salud de calidad y para todos, como lo ha mencionado el presidente Andrés Manuel López Obrador, éste aún no exista y la gente como él, o en peores condiciones, siga sufriendo o muriendo por una mala atención médica.

El día que el presidente López Obrador vino a Jojutla, el mes pasado, Mardonio le entregó un oficio en donde le solicitaba trea cosas: ayudarle a pensionarse por los 10 años que ofreció sus servicios como docente en Oaxaca, pedirle que se mejoren las condiciones del sistema de salud, y cumplir con las expectativas de muchos mexicanos puestas en el nuevo gobierno.