La compasión y alivio de Tzu Chi a un año del sismo

Yesenia Daniel

Tlaquiltenango, Morelos; 3 de septiembre de 2018. Antes del sismo, en el mapa de Tzu Chi no existía Jojutla, nunca habían escuchado de esta región ni conocían a su gente, no hablaban el idioma ni profesaban la misma religión, sin embargo eso nunca fue impedimento para llegar y ofrecer su apoyo.

Este fin de semana llegaron a Tlaquiltenango el equipo de voluntarios de la Fundación taiwanesa Tzu Chi, en el marco del primer aniversario del sismo del 19 de septiembre que dejó en Morelos cifras fatídicas de 74 personas muertas y miles sin casa.

En la cancha techada del municipio iniciaron las jornadas médicas, hay un montón de gente recibiendo consulta o esperando ser atendidas. La noticia de que Tzu Chi regresaba a Jojutla fue acogida de buena manera de parte de la población que recibió de los voluntarios apoyos económicos cuando más lo necesitaron y casi de manera inmediata y sin burocracia.

Helena Hung, es voluntaria de Argentina, vino con la brigada de voluntarios y asegura que a diferencia de hace un año, vio a la gente de la zona sur más reconfortada y tranquila; más en paz.

«Vimos a gente después del terremoto, con miedo y angustia, hay gente que perdió fe, entonces el año pasado nos comprometemos con mucho voluntario local y volvemos de nuevo. Sé que el 19 de septiembre van a cumplir un año y venimos todos para expresar nuestro deseo de solidaridad y para decir a los mexicanos que no están solos, tienen el apoyo de nosotros», declaró Helena Hung.

En este municipio, es segundo más afectado por el sismo en Morelos, persisten las huellas de la fuerza destructora del terremoto, hay lotes baldíos en donde ha crecido la maleza y donde antes había una casa y un hogar. La reconstrucción es un proceso, dice Helena Hung, quien entiende perfectamente las ausencias y carencias de la gente que perdió su patrimonio y más aún, su familia.

La región en donde Tzu Chi tiene su base de operaciones en Taiwán, registró en este mismo año un terremoto también que afectó la ciudad, y fue ahí donde la Fundación supo de la solidaridad de los jojutlenses.

«Estamos muy agradecidos porque tuvimos esa muestra de solidaridad de parte de la gente de aquí, nosotros venimos a ayudarles a ustedes y cuando nosotros necesitamos de ustedes ahí estuvieron también», dijo Hung.

Las jornadas médicas duraron tres días en el municipio de Tlaquiltenango, luego fueron a la Ciudad de México, donde también han brindado su apoyo de la misma manera que en Jojutla y la zona sur.