Pobladores en Huautla se organizan en comités de vigilancia ante abandono de autoridades
Yesenia Daniel
Tlaquiltenango, Morelos; 27 de julio de 2018. En la sierra de Huautla el tiempo transcurre apacible, sus habitantes ya no recuerdan la última vez que una patrulla hizo rondin por la zona. En Huautla muchas cosas están lejos y entre ellas que los gobiernos les provean de seguridad, por lo que ellos mismos se han organizado en comités de vigilancia.
Para llegar a Huautla hace falta recorrer una hora de camino de la cabecera municipal de Tlaquiltenango o del municipio vecino de Jojutla, se viaja por carreteras en las peores condiciones de asfalto, además están solas y llenas de curvas pero el paisaje no deja de ser hermoso por lo verde de los cerros, los acantilados y los animales que huyen asustados de los neumáticos.
Durante el día, el puesto de vigilancia en la entrada de Huautla está solo pero cuando el sol se mete, sus pobladores bajan con lámparas para organizarse en equipos y cuidarse portando sus rifles con los que también defienden a su ganado del abigeato; gente desconocida y ajena a la zona se ha encargado de generar miedo y daño a las familias.
Hace un año mataron a una señora de la tercera edad en su casa, los delincuentes no alcanzaron a robar nada pero el saldo fue la muerte de esta vecina. En los últimos meses algunos pobladores han recibido llamadas anónimas amenazado con hacer daño a las familias, y a inicios de julio se registró el secuestro de 3 varones jóvenes, afortunadamente regresaron vivos a sus casas. Todos estos hechos no trascienden en los medios de información, las noticias llegan lento, y las autoridades aprovechan ese vacío de información para dejar a la deriva el fin de administración tanto municipal como estatal.
«Toda aquella persona que venga a dañar el pueblo, ladrones de ganado, ladrones de casa, será linchado y entregado a las personas que correspondan. Piénsenle tienen familia, pónganse a trabajar, no sean pendejos ¡los van a matar!», se lee en una lona blanca con letras rojas colocada en la entrada del pueblo Real de Huautla.
La denuncia también se hace desde el anonimato porque no hay una buena relación con el municipio y temen comprometerse. Al final del día, la comunidad queda sola.
«Pusimos la manta hace unos diez días por lo mismo de que ha habido gente que nos ha querido hacer daño mandando llamadas anónimas que van a perjudicar sus casas y siempre hemos tenido la duda de quiénes son; y por ahí decidimos organizarnos en grupos, son como 20 grupos con dos jefes de grupos con sus radios, estamos organizados pues, vigilando el bienestar de la comunidad», comentó uno de los integrantes de comités.
La serranía no ha escapado al panorama violento del resto del estado y del país, esta zona limita con el estado de Guerrero, y más arriba en la parte sur poniente los focos rojos están encendidos por la actividad de grupos de delincuencia organizada.
Huautla no es la última rancheria de este municipio, el más grande geográficamente; por eso a los comités de vigilancia se une la gente de Santiopa, Xochipala y Rancho Viejo, desde que anochece hasta que el sol vuelve a salir.
Una vez vino la Policía…
Una voz anónima narra la última vez que vieron una patrulla, fue hace unos meses, después del sismo, pero más que nada era el Ejército el que pisó estas tierras, acompañado por una patrulla al parecer de la (Secretaría) Marina.
También recuerdan que cuando iniciaron los comités de vigilancia hace un año aproximadamente, vino un par de veces una patrulla de la Policía municipal con 4 policías, sólo 1 de ellos portaba un arma; los pobladores les comentaron que se quedaran lejos del peligro porque sólo exponían su vida y la de los demás. La Policía de Tlaquiltenango es la única en todo el estado que no se incorporó al modelo de Mando Único, hoy Policía Morelos, por decisión del alcalde Enrique Alonso que fracasó en su búsqueda por la diputación federal.