A la memoria de Don Eloy
Don Eloy, al igual que yo teníamos un terror inmenso al reconocimiento público (yo lo odio, es lo peor que me puede pasar, huyo de los reconocimientos y las despedidas, me rompen y me incomodan terriblemente)
En el año 2011 en Zacatepec hicimos con Jesús Zavaleta, la Feria de la Caña; yo estaba detrás del escenario cuando de pronto en una esquina lo vi, discreto seguro de que nadie (si no hablaba), lo reconocería.
De pronto se me ocurrió una idea macabra, tome un trapiche en miniatura (réplica que utilizamos como reconocimiento) y le pedí al animador que lo invitará a recibirlo; una sonrisa discreta, una rubor en sus mejillas y un terror intenso en sus ojos fue el detonador de mi arrepentimiento.
Subió y agradeció el gesto con el brazo en alto, bajó discreto del escenario; sentí que le había robado el deleite que tiene la gente común de pasar desapercibido.
Anónimo, 15 de julio de 2018.