Cuando el 10 de mayo no se festeja, se lucha

Foto: Máximo Cerdio

Yesenia Daniel

Cuernavaca, Morelos; 11 de mayo de 2018. Este año Yamilé cumplirá 15 años de edad, lo hará a la distancia, lejos de su familia, lo hablo en presente con una seguridad de que así pasará porque es la misma esperanza que mantiene su mamá y su abuela de que Yamilé Sinahí Silahua Sotelo, está viva y probablemente en los Estados Unidos. Ayer, sosteniendo su fotografía y la cédula de búsqueda, su mamá y otras mamás con hijos ausentes, caminaron cinco kilómetros, desde la Fiscalía de Justicia en donde fueron sólo observadas, hasta el zócalo de la capital morelense, en la ofrenda a víctimas de violencia en Morelos, el monumento a la degradación social.

“Para mí ya no hay nada que festejar porque mi hija no está conmigo”

Rosa Isela Sotelo, es la mamá de Yamilé; madre también de otra jovencita que fue testigo de cómo su hermana fue, literalmente arrancada de la familia, en su mano quedó uno de los zapatos de su hermana y el sentimiento de culpa por no haber podido ayudarla más.

De entonces 12 años de edad, Yamilé Silahua, fue subida a un automóvil el 11 de enero de 2016 cuando iba camino a la secundaria con su hermana, aproximadamente a las 6:30 de la mañana en el poblado de Santa Rosa Treinta, en el municipio de Tlaltizapán.

Luego de operativos e indicios que se desvanecieron, la búsqueda de la menor no ha cesado. También hubo la detención de dos personas, que luego de un juicio salieron libres, la última esperanza de saber de Yamilé se desvaneció ese día, sin embargo la lucha de su madre, abuela y hermanas, no claudicó.

“Estamos exigiendo justicia y exigimos el apoyo de las autoridades para que sigan con la búsqueda de mi niña (…), se ha avanzado un poco, ahorita estamos con la Policía Federal científica, y a la vez con una denuncia que hicimos en la PGR para un apoyo que pedimos para saber si mi hija está en Estados Unidos, como creemos que está pasando, lo que estamos esperando es a que se amplíe la denuncia. Primero Dios, tengo esperanza y fe de que sea mi niña, y primero Dios pido que ojalá sea ella”, comentó la señora Rosa Isela Sotelo.

La fecha por demás significativa por el concepto de amor abnegado de quien es capaz de dar vida, tuvo un giro en Morelos, desde hace al menos dos años cuando las madres de hijos desaparecidos o asesinados salieron a las calles en este día especial para ellas, no a festejar sino a exigir justicia y acciones contundentes de parte de las autoridades de Morelos.

“Para mí hoy no hay nada que festejar porque no sé nada de mi hija, y porque tanto ella como yo nos necesitamos y más en un día tan especial como hoy; hoy me falta una hija y yo que más quisiera que celebrarlo de la mejor manera pero estamos acompañando a las familias, y aquí estamos mi madre y mis hijas conmigo”, relató Rosa Isela.