Los invisibles del sismo

Refugiados. Ante la mirada de lo cotidiano, los Arroyo Rodríguez no están presentes, viven refugiados en el patio de la Iglesia de Teocalco, Jojutla.

Yesenia Daniel

Jojutla, 10 de abril de 2018. Estas personas no figuran en la lista de beneficiados del Fondo Nacional de Desastres Naturales (Fonden), viven refugiados en el patio de la Iglesia de Teocalco en el centro de Jojutla, en donde un portón negro de herrería y una barda doblada por el sismo y derretida por el sol, está a punto de caer.

Hacen filas en donde son un número, dejan papeles en mesas de atención sin que nadie les llame, al final del día nadie los ve, o no los quieren ver.

Las familias que no están dentro de los apoyos del Fonden, ni del programa Unidos por Morelos ni de ninguna fundación porque no tienen dinero para aportar una parte. Se hicieron invisibles para el gobierno tras el sismo.

La casa de los Arroyo estaba cerca del río Apatlaco, en la colonia Benito Juárez en el centro de Jojutla, en donde el 19 de septiembre sintieron la muerte cercana porque la tierra se abrió bajo sus pies. Los escombros de lo que fue su hogar sirvieron para rellenar esa grieta, ni un balde de tierra fue sacado del terreno porque todo se usó para emparejar el terreno. Hoy su refugio está bajo un gran árbol en la Iglesia de Teacalco, una lona la hace de techo para evitar que las hojas o cualquier cosa caigan en su comedor.

Ricardo Arroyo Reséndiz que es artesano huarachero, ha movido su tallercito de un lugar a otro en el patio buscando la sombra, para sacar adelante a su familia, vendiendo su producto.

“A nosotros nos dijeron que no nos podía levantar censo porque  era un solo propietario pero  nosotros conocemos casos en los que sí les dieron apoyo a pesar de que eran tres, cuatro familias y el propietario era uno sí les dieron apoyo les llegó Fonden (…) preguntamos en varios lados desde que empezaron a levantar el censo (septiembre de 2017) acudimos a la presidencia (municipal), en las mesas de atención y en todos los lugares nos decían los mismo que iban a ver si se podía por lo mismo de las escrituras. En Unidos por Morelos nos dijeron que era probable que no nos llegaba nada porque estaba a nombre de mi suegro y él recibió Fonden y no creo que se pueda. No existimos nosotros para el gobierno”, relató el matrimonio formado por Ricardo Arroyo Reséndiz y Aracely Rodríguez.

La familia de Ricardo y Aracely tiene cuatro niños, y en la casa en la que vivían antes del sismo dentro del mismo terreno del papá de Ricardo, pagaban sus servicios públicos como agua potable y drenaje, así como servicio de luz eléctrica, aparte, es decir, comprobaron que eran una familia independiente que vivía en un terreno compartido, como es común en esta zona del Estado.

La última vez que los Arroyo Rodríguez visitaron una mesa de atención fue en febrero pasado, animados por sus conocidos a intentar de nuevo el trámite porque según el discurso de los gobiernos era que “nadie se quedaría sin apoyo”, y es la fecha que siguen esperando que los llamen.

Otro caso es el Erendira Romero Visoso y su familia, de la calle Ricardo Sánchez número 514, también en el centro de Jojutla. Con cuatro integrantes de familia y viviendo en un terreno compartido también se quedaron fuera del apoyo del Fonden.

“Mi sobrino falleció en el sismo, anduvimos en trámites por lo mismo y también por miedo nos fuimos a vivir a Chiverías; cuando vinieron a censar no estuvimos entonces cuando fuimos a ver que nos incluyeran nos dijeron que primero los que ya tenían folio, nos trajeron vuelta y vuelta en la arrocera pero no vimos respuesta”, comentó Erendira.

Su casa es, por el momento y tras casi siete meses del sismo, una casita azul de vinil que donó el gobierno de China.

Erendira Visoso, vive con su esposo y dos niños en esta casita temporal que donó el gobienro de China para los damnificados del sismo del 19 de septiembre.

La cifra de los no apoyados, los que quedaron fuera de los programas y que se han vuelto invisibles para los gobiernos, es incierta, ni el gobierno federal, ni el estatal o el federal la sabe o no la quiere dar a conocer, nadie la menciona, pero Ana Jimenez Bustos, damnificada y vecina de la colonia Emiliano Zapata en el municipio de Jojutla -conocida como “la zona cero”-, calcula que del total de los apoyos entregados, es decir de las 15 mil 801 con daño total y parcial, hay un 40 por ciento que no entraron en el censo de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu).

“Esas persona que se quedaron fuera del Fonden están igual de abandonados, tal vez fue parte de culpa de parte de los ciudadanos no actualizar u ordenar datos o trámites o egoísmo de parte de quien hereda un terreno porque no lo quieren dar hasta que ya no estén pero finalmente alguien tiene que ayudarlas. En las reuniones que hemos tenido con personas de otros municipios nos hemos encontrado varios casos, si hablamos de un cien por ciento, ellos son el 40 por ciento mínimo, en algunos municipios hemos tomado nota pero en otros no nos dejaron dar ese acompañamiento y en otros Sedatu no atendió como debiera, dio la información y dijo ´ay nos vemos´. Cifras de esas no tenemos”, explicó la señora Ana.

Movidos por la necesidad de organizarse, las personas que resultaron damnificadas se han contactado de varios municipios (al menos 15 en Morelos) para compartirse información y apoyarse, para hacer el acompañamiento de sus trámites ante la falta de respuesta de los gobiernos.

Otro de los programas que los afectados por el sismo del 19 de septiembre, consideran que ha tenido nulos resultados es el “Unidos por Morelos”, que impulsa el gobierno estatal, pues aseguran que la tarjetas que se repartieron no tienen fondos y la propuesta era otorgar apoyos por 15 mil pesos para comprar material de construcción.