Morelos, sin capacidad de respuesta ante emergencias
Morelos, sin capacidad de respuesta ante emergencias
Yesenia Daniel
Zacatepec, Morelos, 13 de octubre de 2017. La madrugada del miércoles 20 de septiembre, menos de 24 horas después del sismo de 7.1 que se registró en la zona centro del país, una brigada de rescate de la Coordinación de Protección Civil y Bomberos del municipio de Zapopan, Jalisco; llegó al municipio de Jojutla para hacerse cargo de las actividades de búsqueda y rescate de personas que pudieran seguir atrapadas bajo los escombros. La Secretaría de Gobernación del gobierno federal encomendó a este grupo de 98 elementos de diferentes áreas del gobierno municipal de Zapopan, la coordinación total de las actividades de rescate, y más tarde, el acopio y distribución de víveres para toda la entidad, su capacitación y equipamiento los colocó como líderes en esta entidad en donde el caos y la desconfianza a las autoridades hacían más grande la brecha entre ciudadanía y gobierno.
Durante los 5 días que estuvieron en Morelos, específicamente en el estadio de fútbol Agustín “Coruco” Díaz del municipio de Zacatepec, en la zona sur de Morelos; los elementos de Protección Civil y Bomberos de Zapopan trabajaron sin descanso con sus propios recursos, herramientas y de manera sustentable, sin ser una carga ni para el gobierno municipal, ni estatal ni federal, “si no hubiera sido en este estadio lo hubiéramos hecho en una plaza pública o en cualquier otro lugar”, sostiene el titular de la coordinación municipal de Protección Civil y Bomberos del municipio de Zapopan, Jalisco, Sergio Ramírez López, nombrado en esta misión por la Secretaría de Gobernación como el coordinador de las brigadas de búsqueda y rescate de grupos nacionales y extranjeros en el estado de Morelos, durante etapa de emergencia, es decir, las primeras 72 horas tras el sismo del 19 de septiembre que dejó en Morelos 20 municipios afectados con un saldo de más de 70 personas fallecidas y 15 mil 704 viviendas y edificaciones colapsadas.
En la “Misión Morelos”, participaron en la entidad y particularmente en la zona sur, brigadas de Búsqueda y Rescate Urbano, USAR (Urban Serch and Rescue), de los municipios de Puerto Vallarta, Tlaquepaque y Zapopan del estado de Jalisco, y de los países de El Salvador con 25 rescatistas, Panamá con 32 elementos y dos binomios caninos, así como Honduras con 39 elementos, 2 binomios y 30 toneladas de equipo; en total, Sergio Ramírez López de Zapopan, coordinó a cerca de 300 expertos en sistema de comando de incidentes, administración de emergencias y de búsqueda en estructuras colapsadas.
El contingente de Protección Civil y Bomberos del municipio de Zapopan regresó a su municipio a la semana siguiente del sismo, ovacionados por su gran labor en Morelos, la brigada estuvo conformada por un convoy de 19 vehículos con 98 elementos, incluidos sus 2 binomios caninos que lograron rescatar con vida a 3 personas en edificaciones colapsadas en Jojutla y la localización de un cadáver bajo escombros de una iglesia en Jiutepec; la brigada de Zapopan trajo consigo 20 toneladas de equipo y herramienta, brindando 45 atenciones de salud en distintos puntos de la entidad; de las 120 toneladas de víveres que se colectaron del interior del país en el estadio “Coruco” Díaz, ellos organizaron 9 mil 347 despensas con la ayuda de mil 800 voluntarios que vinieron a colaborar de distintos puntos del territorio mexicano, durante los días que participaron en la entidad, hubo nueve grupos por día recorriendo comunidades que no habían recibido ayuda distribuyendo 40 toneladas de víveres a diario, al final de la misión, un mapa que usaron para ubicar los municipios y sus comunidades estaba completamente pintado de verde, todo el territorio había sido abastecido de víveres. El inventario de donaciones en donde también había carreterillas, palas y picos para la remoción de escombros, quedó en manos del gobierno del estado de Morelos a partir del lunes 25 de septiembre.
Pero la Coordinación Municipal de Protección Civil y Bomberos de Zapopan no solo ayudó en las tareas de rescate de vidas humanas, y en la organización y distribución de víveres; también dejó una base datos en una aplicación desarrollada por ellos mismos para facilitar las tareas en las próximas semanas cuando, después de la tragedia, el escenario particularmente en Jojutla –a la zona más afectada en Morelos-, sería un caos en la demolición de inmuebles y la cuantificación de daños.
Hasta el sábado 23 de septiembre cuando se realizó esta entrevista, no hubo un interés real de los gobiernos locales ni estatal por aprender de esta experiencia y recoger la información vía digital que las brigadas de rescate habían recolectado en cada uno de los puntos que visitaron en los 33 municipios de Morelos. Para las brigadas extranjeras de El Salvador, Panamá y Honduras fue difícil entender la ausencia de las autoridades locales a pesar de que algunos funcionarios del gobierno estatal hicieron presencia en el estadio de fútbol.
“Estamos tratando de dejarles unas redes ya establecidas para que ellos (autoridades locales) las puedan manejar, en el caso de Jojutla por ejemplo, desarrollamos una aplicación que nos permite estar actualizando, entonces tenemos la información de cada casa si está completamente demolida podemos ver en Google Maps, esta aplicación permite tomarle fotografías con el teléfono, cargar la información y la ubicación geográfica mientras esté funcionando el GPS del teléfono podemos tener la ubicación geográfica, cuando llegan aquí se conectan a la computadora que tenemos, y automáticamente se alimenta la base de datos; con una computadora que tenemos con internet, ésta vincula los datos en Google Maps y podemos estarlo viendo (…) lo que está en rojo son estructuras que no pueden ser habitadas, que están completamente colapsadas, lo que está en amarillo son estructuras que tienen algún daño que puede ser importante, y las que están en verde son las que tienen algún daño ligero o no tienen daños y pueden ser habitadas; las amarillas son las que se tienen que considerar (…) dentro de los equipos hay peritos estructuristas, entonces ellos son los que van haciendo las evaluaciones (…) cuando entre SEDATU, ellos van a determinar la metodología de cómo van a hacer los marcajes, esto debería de ser su base pero no tenemos el acercamiento con las autoridades locales a pesar de que se les ha convocado a reuniones”, explicaron los brigadistas.
La falta de coordinación con el gobierno estatal y los locales, complicaron las tareas de los brigadistas con la sociedad, nadie supo que esta brigada tenía el mando de las operaciones de rescate, entre todo el mar de gente, como voluntarios, sociedad civil, brigadistas y especialistas que llegaron los primeros días a Jojutla y a la zona sur. Cuando tocó el turno de marcar con rojo los edificios que estaban a punto del colapso, la gente solicitaba a los brigadistas poner la marca en sus viviendas pensando que serían las que recibirían apoyo del Fondo Nacional de Desastres Naturales (Fonden).
Toda la experiencia del personal que comandaba Sergio Ramírez y la información que poseía hubieran servido para atender de una manera más efectiva la contingencia.
La retención de ayuda en Morelos
Pero mientras esto sucedía en Jojutla, el gobierno estatal era señalado por retener la ayuda humanitaria que llegaba de una gran cantidad de lugares de todo el país a las zonas siniestradas del estado. De acuerdo con testimonios que circularon en redes sociales y que más tarde se denunciaron públicamente en medios de comunicación, la policía Morelos tenía la orden de dirigir a los camiones que traían ayuda para descargarla directamente a las bodegas del sistema de Desarrollo Integral de la Familia (DIF) en Cuernavaca, la capital morelense; a cargo de la esposa del gobernador Graco Ramírez, Elena Cepeda, para entregar la ayuda por esta vía oficial a los damnificados recalcando que la ayuda había sido enviada por Elena Cepeda y su esposo, el gobernador.
De hecho así ocurrió desde la noche del 19 de septiembre en el Jardín de Niños Fermina Rivera viuda de Rivera en la colonia Emiliano Zapata de Jojutla, esta escuela sirvió como centro de acopio y albergue paras las familias que lo perdieron todo en esta colonia que fue una de las más devastadas en Jojutla; casi a las 11 de la noche el jefe de prensa del sistema DIF Morelos, Samuel, recalcó con cierta molestia que la ayuda que estaba llegando en esos primeros momentos a Jojutla (botellas de agua, papel higiénico, cobijas) la había enviado “la señora Elena y el señor gobernador”, su molestia se originó cuando se le comentó que en ese momento no era importante saber quién había enviado la ayuda sino qué más hacía falta para solicitarlo y difundirlo en los medios de comunicación.
Más tarde llegaron al Jardín de Niños, el presidente estatal del Partido de la Revolución Democrática (PRD) Rodrigo Gayosso Cepeda, y la diputada local del mismo partido, Hortencia Figueroa Peralta. Como a 5 minutos de este lugar el gobernador Graco Ramírez daba un recorrido por el centro de Jojutla, la zona cero.
Dos días más tarde, el 21 de septiembre por medio de las redes sociales se dio aviso de que camiones y tráileres con ayuda humanitaria enviada por la iniciativa privada, grupos organizados, diversas asociaciones civiles y gobiernos de la república mexicana fueron escoltados por policías del estado desde la entrada norte (la glorieta de la Paloma de la Paz) de la ciudad, hacia la bodega del DIF en lo que fue el Parque Chapultepec.
Las personas que subieron estos videos a las redes indicaron que Elena Cepeda, directora del DIF estatal y esposa del gobernador, ordenó que la ayuda que llegara fuera almacenada en las bodegas del organismo que preside para repartirla en nombre del gobierno de Morelos o de su hijo Rodrigo Gayosso Cepeda, virtual candidato a la gubernatura.
Miles de ciudadanos enojados se dirigieron a la bodega del DIF, tomaron las instalaciones para ordenar y repartir ellos mismos la ayuda y enviarla a los necesitados.
Un ciudadano que estaba documentado los hechos reportó que: “en un principio los policías que resguardaban la bodega quisieron desalojar a las personas que llegaron a reclamar y a repartir esas despensas, pero como fueron llegando más hasta confluir cerca de cuatro mil personas, los policías desistieron”.
El reproche social por el señalamiento de retención de la ayuda humanitaria al gobernador Graco Ramírez, fue externado una y otra vez por ciudadanos en cada punto que visitó los primeros días en municipios como Jojutla, Zacatepec, Cuautla y la comunidad de Hueyapan.
La diferencia
El 2 de octubre en la ceremonia de homenaje que organizó el municipio de Zapopan, Jalisco en Zapopan, a los oficiales que participaron en la “Misión Morelos”, Sergio Ramírez López, entregó cuentas a sus superiores.
Destacó como la “Misión Morelos” les sirvió para medir sus capacidades y ver los resultados en capacitación y equipamiento que el gobierno de Zapopan había hecho como uno de sus propósitos en la administración pública. Este ente, aunque municipal, tuvo la encomienda de coordinar todas las actividades en una entidad en donde los conflictos políticos se antepusieron a atender la emergencia; y de representar al gobierno federal incluso de manera internacional con la coordinación de las brigadas extranjeras.
El presidente municipal de Zapopan, Jalisco, Pablo Lemus Navarro, así explicó cómo su gente llegó hasta Jojutla, Morelos: “salió este contingente rumbo a la Ciudad de México, primariamente y cuando empezamos a conocer los efectos del sismo en el estado de Morelos y veíamos además, que todos los medios de comunicación, toda la atracción se quedaba en la Ciudad de México, dijimos ´esto no puede ser, tenemos que apoyar a quienes menos tienen, y sobre todo, a quien menos atención se le está dando´, y pedimos a la Secretaría de Gobernación, como coordinadora general, que nuestros elementos pudieran acudir a Morelos, esta petición fue concedida y nuestros elementos llegaron si no me equivoco a las 5 de la mañana a Jojutla, primero a Zacatepec y después a Jojutla. Yo dividiría en dos los trabajos si me lo permiten: primero, la atención a la emergencia dedicada a rescatar a las víctimas del sismo, esto fue aproximadamente 48 horas, después de ello, una segunda fase fundamental; se hablaba a nivel nacional de que la entrega de víveres en Morelos era un desastre, no había una adecuada coordinación, y el comandante Sergio Ramírez me dijo ´alcalde, yo me ofrezco para ir a coordinar la entrega´, le di la autorización para que fuera a Morelos y ante tantos comentarios, tantas dudas, se decidió que la coordinación general del apoyo estuviera a cargo del comandante Sergio Ramírez, pocas personas lo dicen eh, pocas personas. En ese momento se le dio orden a lo que pasaba en Morelos, a lo que pasaba en el estadio “Coruco” Díaz, allá en Zacatepec; se le dio orden trabajando de la mano con la ciudadanía para poder entregar los víveres en Jojutla y poco a poco aquel momento fue atendido con una gran calidad humana de parte de todos nuestros elementos”, detalló el alcalde de Zapopan, Jalisco.
El liderazgo de la brigada de Zapopan no es casualidad, sino la suma de esfuerzos y el apostarle a la capacitación de sus elementos y elegir con base en su perfil, a quienes ocupan los cargos clave.
El municipio de Zapopan tiene uno de los presupuestos más altos que muchas ciudades de Jalisco, 350 millones de pesos en el rubro de Protección Civil, mientras que el presupuesto para todo el estado de Morelos es de 15 millones 200 mil pesos (de acuerdo a la Ley de Ingresos y Egresos del estado de Morelos); que se usa básicamente en sueldos y gasolinas, es decir, gasto corriente en sí.
La Coordinación de Protección Civil y Bomberos de Zapopan, trabaja a partir de un modelo de administración de emergencias denominado Sistema de Comando de Incidentes, que posibilita una estructura de organización para atender diferentes estaciones a la vez.
Sus oficiales tienen un promedio de 15 a 25 años de servicio, algunos tienen formación de licenciatura, de ingeniería y hay otros con posgrado.
El día 24 de septiembre, cuatro días después del sismo, comenzó la demolición de edificios siniestrados en Jojutla con maquinaria pesada. Sergio Ramírez López, afirmó que entre los escombros no había personas con vida o cuerpos que rescatar.
Desde la base de operaciones en el estadio “Coruco” Díaz se brindó soporte en los aspectos de información meteorológica y monitoreo de otro tipo de fenómenos en tiempo real a las brigadas de rescate que estaban en las zonas siniestradas.
El personal que comandó Sergio Ramírez contaba con personas capacitadas para localizar y rescatar a personas o cuerpos en los escombros.
Llevaron a binomios (hombre y perro) entrenados en búsqueda de personas vivas y también en la búsqueda de cadáveres, los cuales trabajaron en lugares específicos.
Se hizo búsqueda electrónica con equipo que se ingresó a las zonas de desastre, pudiendo obtener imágenes infrarrojas, imágenes térmicas; “si hay vida lo podemos ver con siluetas, o podemos ver partes con colores diferentes”. Además, se contó con sensores de movimiento que pueden, inclusive, detectar el corazón de una persona; sensores de ruido, “por más pequeño que sea el aliento de una persona se podría detectar”. No hubo resultados positivos para personas vivas ni para personas fallecidas en todos los municipios después del estado de emergencia.
“Desgraciadamente no todo mundo lo ve así (apostarle a la capacitación y equipamiento de PC y Bomberos), cuando nosotros iniciábamos en esta administración nos decían ´pobrecitos Bomberos´, no, pobrecitos no; Bomberos es un servicio público y se debe apostar a dar un buen servicio con calidad”, expresó el comandante Sergio Ramírez López.
Sin la existencia en Morelos de un Programa Estatal de Protección Civil ni un Protocolo para la Atención de Emergencias, el sismo del 19 de septiembre en Morelos demostró una cara desconocida hasta entonces, la solidaridad de la gente fue inversamente proporcional a la capacidad de respuesta de los grupos de rescate y atención a emergencias del estado.